LA NOTICIA
Estoy en una habitación blanca, rodeada de las personas que amo llorando en silencio a mi alrededor, me duele verlos así, mi novio Leo esta tomando mi mano, mientras escucho el sonido del monitor midiendo los latidos de mi corazón.
—tranquila, descansa, no te preocupes más, lo que paso quedo en el pasado ¿sí? — yo le doy una sonrisa triste, una lagrima empieza a caer de sus ojos.
Se que en el fondo no quiere que pase esto, yo tampoco me quiero ir, pero esto que me paso fue algo imposible de evitar.
¿Cómo llegue aquí? Pues...
TRES MESES ATRÁS:
Estoy en el hospital, espero la entrega de mis análisis, puesto que hace ya meses o bueno un año o tal vez más, me he sentido bastante mal he tenido Dolor de cabeza, Náuseas, Vómitos, Visión borrosa y Problemas con el equilibrio, ¿Qué por que no vine antes? Bueno mi trabajo me tiene muy ocupada como para esto, el servicio medico es un asco, se demoran meses en darte una cita o tienes que hacer inmensas filas una total perdida de tiempo, probablemente solo sea cansancio, pero la insistencia de mi novio me trajo a esto.
—la señorita Stela Moore, puede pasar — el doctor me llama.
Me levanto de la silla y me dirijo a su consultorio, entro y cierro la puerta, me siento, el doctor empieza a buscar en mis papeles, su cara es muy seria, empieza a abrir una carpeta, saca unas hojas de ahí y dirige su mirada hacia mí.
—necesito que se tome lo siguiente con mucha calma— su tono de voz es muy serio.
—¿Qué pasa? — trago con esfuerzo, se me hizo un nudo en la garganta de solo oír eso.
—señorita Moore, lamento informarle, que los resultados se sus análisis nos son satisfactorios, vera, le detectamos cáncer de medula ósea — estoy en shock, no se que decir. — la biopsia nos mostro que ya hay metástasis en varias partes de su cuerpo, es un Cáncer muy agresivo, que crece rápido.
—¿Qué? — es lo único que puedo decir.
—le voy a ser muy sincero, tienes dos opciones, la primera es aceptar el tratamiento, empezar con las quimioterapias, pero su esperanza de vida es solo de un %5, las demás metástasis esparcidas por su cuerpo son demasiados y acabarlos es casi imposible, su segunda opción es no aceptar el tratamiento y vivir sus últimos meses con sus seres queridos— es imposible que una lagrima no salga de mis ojos.
—me estas diciendo que con cualquiera de las dos voy a morir, pero una significa pasar mis últimos meses en un hospital por solo un %5 o pasarlos con mi familia — el doctor tiene una cara de lastima, que me hace enojar, pero prefiero no decir nada.
—lastimosamente si, tal vez si hubieras venido antes, lo hubiéramos detectado a tiempo y tendrías un mejor porcentaje, ¿Qué quieres hacer? — creo que es obvio, lo que voy a decir.
—no aceptare el tratamiento, quiero vivir lo que me queda con mi familia — el asiente y escribe algo en el computador, para luego pasarme un sobre.
—aquí están los resultados.
—gracias— tomo el sobre.
Me dirijo a la salida, empiezo a caminar por los pasillos del lugar, salgo y el sol brillante me da en la cara, como si fuera un excelente día, pero las apariencias engañan, hoy es el peor de todos, sigo sin saber como reaccionar a lo que me dijeron, quiero llora, quiero gritar, quiero encerrarme en un cuarto y no salir hasta que muera.
No sé como le diré esto a Meis, que le diré a mi novio Leo, que voy a hacer, necesito contárselo a alguien, pero no puede ser a él, me echaría en cara el no haber venido antes. Me llega un mensaje, saco mi celular...
AMOR
- ¿Cómo te fue? ¿nos vemos en la cafetería de siempre?
Yo
- claro, haya te cuento.
Esto será muy difícil.
-
Estoy entrando, es un lugar muy hermoso, es tranquilo, es el lugar perfecto para hablar, pero no para hablar de eso, al fondo del lugar, en una de las mesas él está sentado, un chico de cabello rojizo con hermosos rulos y sus lindo ojos color miel, me acerco y él dirige su mirada hacia mí, me siento a su lado y le doy un pequeño beso, para luego regalarle una sonrisa.
—¿Cómo estas hermosa? — me pregunta poniendo su mano en mi cachete.
—bien — pronuncio.
—¿Qué te dijo el médico?
—eemm... me dijo que solo era cansancio, por lo cual me tomare unas vacaciones de unos cuantos meses— miento, no soy capas de serle sincera en este tema.
—que bien, así tendremos más tiempo para estar juntos— en mis ojos se empiezan a acumular las lágrimas, él me mira extrañado —¿Qué pasa?
— estoy feliz por eso.
—¿segura?
—si — lo beso de nuevo.
-
Después de una hora salimos de la cafetería, directo a mi casa, él me deja en la entrada, me despido y entro, me encuentro con mi compañera, técnicamente es mi mejor amiga.
—hola Meis — ella quita su mirada de la laptop y me mira.
—¿y esa cara? — me conoce muy bien.
—tenemos que hablar...