Hasta que Alisa nos separe

2009

Ethan tiraba del carrito rojo con una risa burlona en los labios, era un niño travieso, aunque prefería el término creativo. Y es que si la señora Lara no lo hubiera echado de cabeza con su madre, él no estaría en esos momentos dentro de las calles de su ya muy conocida colonia, estaría en el campamento de música, algo que había esperado todo el año, desde que compró su primera guitarra con la paga de su trabajo como ayudante de la tienda de música de su padre, desde el momento que sus manos tocaron las cuerdas de una guitarra sabía que estaba destinado a subirse a los escenarios.

- Nathan! - golpeó con fuerza una de las puertas del vecindario - Nathan! - murmuró algo para si mismo antes de arrojar piedras pequeñas a la ventana de la habitación de su mejor amigo - Te ví desde mi casa, ignorarme no hará que me vaya

Un golpe en la ventana lo hizo saber que su compañero lo escucho desde el primer grito, conforme con su perseverancia se inclino en la puerta esperando por esa melena castaña con la que estaba atrapado desde que tenia uso de razón

- Desde la ventana ví el carrito rojo a tus espaldas, y de una vez te digo que estoy fuera de esto

- Oh! Por favor! Solo es una broma inofensiva, lo prometo - Ethan arruga los labios en un ligero puchero

- Tan inofensiva cómo la vez que terminamos en detención? - el tono de reproche no pasa desapercibido

- Ya te dije que lo sentía! - rueda los ojos fastidiado por la actitud del castaño- solo debemos aventar estos huevos a su puerta, es anciana, ni siquiera se dará cuenta quien fue el causante

- lo sabrá, esa señora te tiene en la mira desde que te mudaste

- lo ves?! Es más que obvio que me odia, y sin ningún motivo, amigo, soy un persona adorable - agranda los ojos mientras pestañea exageradamente en su dirección

-  claro, sin razón - infla sus mejillas, considerando la posición de su amigo - si te ayudo, tendrás que abastecer mi arcilla por todo un año

- Eres un chantajista - truena la lengua dentro de su boca- de acuerdo, lo haré, ahora ayúdame a poner los huevos en marcha

Nathan cierra los ojos un segundo, incrédulo de que realmente una vez más se ve arrastrado a las trevesuras habituales de su amigo, inclina su cuerpo para tomar uno de los huevos, sin darse tiempo a pensarlo demasiado lo lanza en dirección a la puerta de la señora Lara, cuando lo veo estrellarse en esta, una sensación de adrenalina le invade el cuerpo, una pequeña risa brota de él antes de seguir aventando los huevos con la misma fuerza

- Esto es increíble! - Ethan rie escandalosamente - son dos docenas, aprovechemos que no puede escucharnos

De repente todo pasa en camara lenta, ambos sujetan el último huevo de la caja, con una mirada traviesa, asienten al mismo tiempo, impulsan su brazo con la intención de acabar la pequeña masacre que llevan con la desgastada puerta de su anciana vecina, cuando está se abre de golpe, dejando ver una niña pecosa, los huevos salen volando de sus manos estrellandose en la cara de la nueva invitada

- Qué...?- un chillido sale de su boca - son unos idiotas!

- Alisa! - un niño sale corriendo del interior de la casa - Eso es huevo? - arruga la nariz con desagrado

- Lo lamento! - Nathan intenta disculparse - no queríamos golpearte con el huevo! No era para ti

- Claro! Solo era contra mi puerta - Alisa camina con tranquilidad hasta acercarse a los dos atacantes - no te preocupes, fue un accidente

Ethan y Nathan sueltan el aire que no sabían que estaban conteniendo hasta ese momento, asienten con la cabeza antes de regalarle una sonrisa a la niña de gorra

- Pero toda acción tiene una reacción - Alisa llena sus manos con el huevo que gotea de su cara antes de frotarlas con fuerza en cara de los dos bandidos

- Guacala! - Ethan arruga la cara con asco - la sensación es horrible

- Soy Alisa - se presenta con pequeñas risas - y este es mi hermano Alek - señala al niño que sigue petrificado en la puerta

- Soy Nathan - apunta a su compañero - y este desgraciado es Ethan, sé ve que son nuevos en el vecindario

- En ese caso - Ethan sacude sus manos antes de hacer movimientos, fingiendo que tocaba una batería invisible - Bienvenidos al vecindario! Tal vez sea la bienvenida mas rara que tengan en la vida

Los cuatro rieron entre ellos, pasaron el resto de la tarde cubiertos de huevo, hablando de todo y nada a la vez, conociéndose de la manera más pura que unos niños pueden hacerlo.

En ese momento no lo sabían, pero Ethan agradeció a la señora Lara estropear su salida al campamento, gracias a eso esa noche un grupo de amigos inseparables se formo, esto solo era el principio de la gran historia que harían juntos.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.