Hasta que la Vida nos Reúna

EPÍLOGO

EPÍLOGO

—Mamiiiii.

Steve pegó un salto y corrió al cuarto de Emma.

Después de una noche de entrega absoluta, en la que ambos intentamos recuperar todos los años perdidos, aún sabiendo que unas pocas horas no serían suficientes, habíamos despertado desnudos y abrazados, reticentes a separarnos por si el destino quería otra vez meter sus garras para forzarnos a una nueva separación a la que no queríamos volver.

Sin embargo fuimos conscientes de que debíamos vestirnos antes de que Emma despertara y de que debíamos hacerle saber, con delicadeza, que comenzaríamos a vivir juntos como una nueva familia de tres.

—Buen día princesa, ¿dormiste bien?

—Sí, papá. ¿Y mi mami?

—¿Vamos con ella?

Aparecieron los dos en mi cuarto, Emma en brazos de Steve.

Él la dejó en mi cama y mi niña gateó hacia mí, me abrazó y me llenó de besos.

A continuación Steve se acostó a nuestro lado y nos envolvió a ambas en un abrazo apretado.

Me volteé a mirar su expresión. Era de gozo absoluto.

En el momento en que Emma se giró hacia él, lo abrazó y también lo llenó de besos, por primera vez vi en él un hilo de lágrimas correr hacia la almohada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.