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Si estos correos electrónicos no venían de en donde realmente Silvia pensaba al principio (La cárcel en donde Dennys se encontrara recluido) ¿Entonces de dónde venían? ¿ Quién era Doble D en realidad?.

Sabía que no estaba nada bien para su estado de embarazo. Pero realmente era necesitaría que se tomara una pastilla para poder dormir tranquilamente porque las preocupaciones no la dejaban tranquila durante la noche.

Se sentó en su cama mientras observaba hacia la nada, no se sentía para nada bien.. Repentinamente le comenzó a fallar un poco la vista, parecía sentirse mucho más agotada que antes.

Repentinamente y fijo su mirada en la ventana, una sombra extraña estaba de pie justo afuera de ella y esto lo notaba debido a al color tan claro que tenían sus cortinas. Comenzó a forzar mucho más la vista para intentar entender de qué se trataba cuando repentinamente se dio cuenta de que parecía ser la forma de un hombre.

Habia un hombre parado justo afuera de su ventana observando hacía en donde ella estaba sentada. Su único pensamiento fue el levantarse de la cama y caminar hacia la puerta para poder pedir ayudar, pero justo cuando estaba intentando dar el primer paso sintió como una pesada y fuerte mano la jalo hacia atrás sosteniéndola por la boca… 

Por más que intentaba zafarse esta mano cada vez la estrangulaba mucho más, al punto que se extendió para comenzar a tapar su nariz.. El aire le faltaba, no podía ver de quien se trataba. Era muy desesperante el hecho de buscar la manera de poder respirar entre toda aquella lucha. Sentía que estaba a un paso de perder el conocimiento cuando repentinamente abrió los ojos y dio un gran respiro mientras se daba cuenta de que ya era de día y estaba acostada en la cama.

Observo hacia todos lados, se levantó dando pasos pequeños y revisando cada espacio de la habitación pero no encontró absolutamente nada.  Al parecer aquel frasco de pastillas para dormir no le habían caído para nada bien.. Bueno, eso o ya se estaba volviendo loca.

Lo único de lo que realmente estaba segura era de que ya no podía con tantas emociones, pues al revisar su teléfono pudo percatarse de que tenía la bandeja de entrada llena de Correos electrónicos de aquel personaje. Le desesperaba el hecho de no tener el control en absolutamente nada en su vida. 

Comenzó a peinarse mientras se observaba al espejo y pensaba en que podía hacer para aunque sea obtener un poco de calma de toda esta enorme tormenta, de repente decidió bajar el cepillo…

-Es momento..- Dijo con un pequeño hilo de voz mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. A continuación observo hacia la parte de arriba del espejo en donde tenía pegada una pequeña fotografía de ella y de Andrew sentando en un parque hace algunos años.

Habia llegado el momento.. Necesitaba hablar con él y decirle toda su verdad pues esta seria la única manera de que aunque fuera se pudiera quitar un pequeño peso de encima y no sentirse tan sola en toda esta situación.