Faith
Tenía temor de salir de casa y encontrarme con Daiki, pero debía hacerlo. Las hierbas casi se me habían acabado y debía de abastecerme nuevamente. La gente del lugar había empezado a visitarme para sanar sus dolencias gracias a la excelente recuperación que Kyomi estaba teniendo. La muchacha ya podía sentarse y salir a pasear en una silla de ruedas que su padre había mandado a hacer para ella. Todos le preguntaban quién había conseguido aliviar su incapacidad. Fue así que mi nombre se hizo conocido y poco a poco el patio de la casa Shigure se fue llenando de personas que buscaban que las curase; y el tener mi cabello cubierto por un pañuelo me permitía efectuar mi labor sin preocuparme por las miradas curiosas.
Traté de pasar desapercibida cuando iba al bosque pero de nada me sirvió, Daiki me encontró en cuestión de segundos.
_Te extrañé, Sakura. Hace muchos días que no te veía y eso me estaba llevando a la locura_ me dijo mientras me abrazaba por la espalda y susurraba al oído. Yo traté de zafarme, pero mi fuerza comparada con la de él hacía imposible siquiera despegarme de él.
_¿Quieres soltarme, por favor? No vuelvas a acercarte a mí de esa manera. Lo que ocurrió entre nosotros la última vez no puede volver a pasar, ¿lo entiendes?_ le dije molesta. Él me soltó y me giró para quedar frente a frente.
_¿Y se puede saber por qué? No puedes negar que entre nosotros hay una fuerte atracción y que ambos sentimos lo mismo. Antes de besarte no estaba seguro de que fuera así, pero luego sentí la pasión que brotaba por tu piel. Era tan fuerte como la mía. Reconoce que sientes algo por mí_.
_Está bien. Lo reconozco, pero eso no significa que entre tu y yo habrá algo más que lo que sucedió ese día. Para ti, yo solo soy una conquista más y no estoy dispuesta a entregar mi corazón a quien no es capaz de sentir más que solo pasión y lujuria por mí. Así que te pido por favor, Daiki…. déjame en paz. Busca otra con quien entretenerte y olvídate de mí_ le pedí casi suplicando.
_No. No lo haré. Hablas de mí como si me conocieras y supieras lo que hay en mi corazón, pero no me conoces en lo absoluto_.
_Es cierto, no conozco nada de ti excepto tu nombre, razón adicional para no envolver más mi corazón en…. esto…. que ni siquiera sé qué es, porque claramente una relación no es_.
_Entonces déjame contarte quién soy. Dame la oportunidad de mostrarme ante ti, solo así te darás cuenta de que lo que siento por ti es serio, que no estoy jugando. No quiero que pienses que busco en ti solo saciar mis deseos como hombre. Quiero que entiendas que lo único que quiero es que seas mi mujer. Quiero cuidarte, protegerte, darte un lugar al cual pertenecer y llamar hogar, quiero tener hijos contigo y que te enamores de mí como yo me enamoré de ti_.
Cuando me dijo eso mi corazón dio un vuelco. Todo el tiempo creí que ese hombre solo buscaba una sola cosa de mi y resulta que ahora me estaba hablando de un futuro juntos y abriéndome su corazón sinceramente, admitiendo estar enamorado de mí. Me quedé en blanco. De repente no sabía qué decir. Solo lo miraba con los ojos abiertos como platos, dimensionando y asimilando lo que me estaba diciendo. Yo sentía cosas por él, pero no sé si aquello era amor. Al menos no aún.
_No lo sé, Daiki. Yo… no creo que sentimientos tan profundos como el amor puedan florecer tan rápido en una persona. Yo misma sé que siento…. algo por ti, pero no puedo llamarlo amor. Atracción, sin duda. Pasión también. Y honestamente creo que tú también sientes lo mismo y solo te estás confundiendo_.
_¡No, Sakura, no! No te voy a mentir diciéndote que nunca he sentido emociones similares por otras mujeres. Estuve con varias a lo largo de mi vida que me hicieron sentir pasión, deseo, atracción, pero sé diferenciar entre lo uno y lo otro. Lo sé porque nunca antes me había enamorado y esto que siento no solo es distinto, sino que envuelve todas esas emociones y añade a ellas otras que solo he sentido contigo: admiración, calidez, diversión, entre muchas más. Quiero darte todo lo que necesites. Quiero amarte y que me permitas hacerlo_.
Le di la espalda sopesando cada palabra que salía de su boca. Me estaba costando creer que pudiera sentirse de esa manera conmigo habiendo estado tan pocas veces en mi compañía. Mi cabeza estaba hecha un lío y mi corazón también. Por un lado quería que me dejara en paz para no comprometer mis sentimientos, pero por otro, pensaba que si él desapareciera de mi vida, lo extrañaría demasiado. El silencio se apoderó de nosotros y tarde me di cuenta cuando ya estaba acorralada contra un grueso y frondoso árbol en medio del bosque con Daiki pegado a mi cuerpo reclamando mis labios. Me besó de una manera suave pero posesiva. Acarició mis mejillas y mientras lo hacía y yo solo me dejé llevar por el momento.
_Dime que no sientes lo mismo que yo_ me desafiaba aún con sus labios sobre los míos. _Pídeme que me aleje y no te vuelva a ver, porque ciertamente una sola palabra tuya hará que desaparezca de tu vista para siempre_.
_¡¡No!! no quiero que te alejes de mí. Solo te pido que me des tiempo. Tiempo para conocerte. Tiempo para llegar a amarte. No es fácil para mi lo que me ha tocado vivir estas últimas semanas. Mi vida cambió drásticamente de un segundo a otro y lo que menos buscaba aquí era algo como esto_ dije señalándonos a nosotros dos.
_Te daré todo el tiempo que necesites mientras me permitas que te enamore cada día un poco más_ me dijo tomando mis manos y besando mis nudillos.