Salomón se fue a su casa después que los niños se acostaron para la siesta, Julio no quería dormir porque decía que no quería que su papá desapareciera, él le tuvo que prometer que no se iba a ir lejos, solo estaría en la casa de al lado.
Suspiré, salí a la terraza con Ana, que no dejaba de mirarme con sus ojos curiosos, me senté y me quedé admirando el mar, mis pensamientos daban vueltas y vueltas, los niños no eran muy dados a socializar con extraños, les costó adaptarse con los vecinos del pueblo pero lo hicieron, con Joe era otra historia, era el médico nuevo del pueblo, atractivo y se notaba que le gustaban los niños, siempre estaba pendiente de mis hijos pero ellos eran totalmente herméticos con él, la única que le dedicaba una sonrisa era Ana y eso por ser una bebé de apenas 11 meses que le sonreía a todos y apareció Salomón, soló le bastó estar unos minutos con Julio y él ya lo había elegido como su padre, igual que Sofia, no los entendía.
Salomón no hizo absolutamente nada y se ganó a mis hijos que hasta lo llamaban papá y el pobre Joe hacia hasta lo imposible para agradarlos y sólo obtenía de ellos un saludo muy seco.
Me sostuve el rostro entre mis manos y cerré los ojos al recordar que esa noche saldría a cenar con Joe, siempre le decía que no a sus invitaciones pero me había decido a aceptar su invitación al darme cuenta que los niños mucho comentaban que deseaban tener un papá, así que acepté su invitación para darle una oportunidad...soló que no contaba con la intrusión de Salomón en la historia.
Sonreí cuando apareció Rosa la esposa de Ramón, ella se haría cargo de los niños mientras yo iba a mi cita.
Me di un baño muy relajante, me arregle y me acerqué al ventanal a esperar a Joe, no evite dirigir mi mirada a la casa de al lado, donde estaba el hombre que había desordenado mi vida.
Suspiré, realmente no sabia hacia donde nos llevaría toda está situación, tenía miedo que Salomón se aburriera y listo se marchara y yo me iba a quedar recogiendo los pedazos de los pequeños corazones.
Tal vez si pasaban más tiempo con Joe, lo conocían y lo aceptaban, me daba cuenta que Salomón estaba pasando por un mal momento y podía ser que eligió estar en este lugar para sanar y cuando estuviera bien, marcharse sin ver atrás, en cambio Joe vivía aquí era alguien seguro.
-¿mamá por que estas arreglada?- cerré los ojos y me giré.
- voy a salir a cenar - Julio sostenía entre sus brazos a Rufus y ambos me observaban.
- ¿podemos ir? a mi papá no le molestará que vayamos.
Dios bendito de dónde sacó que iría con Salomón.
- Julio, no iré a cenar con Salomón, es con Jo.. - no me dejó terminar porque salió de la sala molestó.
No entendía la antipatía hacia Joe, dejaría que se le pasará la molestia para hablar con él.
Cuando sonó el timbre, me dirigí a abrir la puerta, con una sonrisa, Joe me sonreía era un hombre atractivo, me llevaba un lindo ramo de rosas.
- estas preciosa Julieta - me saludo con un beso en la mejilla.
- pasa Joe, voy a poner las flores en agua.
Caminé a la cocina a buscar un jarrón cuando entró Sofia.
- mamá, quiero jugar con Julio pero no lo encuentro en la casa.
SALOMÓN
Fue un día extraño pero no me quejaba de él, había recibido abrazos de unos maravillosos niños, me di una ducha, iba a tratar de ser un buen padre, no sabia como hacerlo pero en el proceso podía aprender, me gustaban los niños y me conmovía que ellos querían tener nuevamente una familia completa, debían extrañar a su padre.
Iría a desearles las buenas noches, recordaba que papá y mamá siempre lo hacían y recuerdo que me gustaba dormirme con las palabras de papá y mamá de que nos amaban.
Sonó el timbre y me extrañé de tener visitas,si no conocía a casi nadie aunque podían ser los niños.
Me apresuré a abrir y me sorprendí al encontrarme con Sébastien.
- Sébastien - él me miró y sin decir nada me estrechó fuerte entre sus brazos.
- Salomón, hermano, te he extrañado no sabes cuanto - se dice por ahí que los hombres no deben llorar pero desde hace 5 años esa regla la mande a la mierda, la culpa que cargaba era tan grande que las lágrimas eran mi compañía pero ahorita lloraba de alegría al poder ver a mi gemelo.
Nos separamos y ambos secamos nuestros ojos, el extendió un recipiente de hecho varios recipientes de ... comida.
- hoy es el cumpleaños de Marco y no fuiestes- agaché la cabeza - Salomón, no te alejes más, ni Lena ni yo tenemos algo contra ti, eso es pasado, te perdonamos.
- lo sé hermano, pero yo aun no lo he hecho, es difícil aceptar que fui capaz de hacerte daño y me iba a robar a tu hijo - él se acercó y puso su mano en mi hombro.
- no lo hicistes y confesastes la verdad, desde que nació Marco ha estado con su verdadero padre - ambos fruncimos el ceño al escuchar pasos apresurados en la terraza, nos giramos y vimos a una Julieta agitada en la puerta.
- Salomón,¿Julio está aquí?
Palideci ante su pregunta, ya era de noche,¿donde podía estar un niño de 4 años?
- papá, no encontramos a mi hermano- Sofia venía corriendo hacia mi y me rodeó las piernas con sus brazitos.
Sébastien me miró interrogante pero le hice un gesto que después le explicaría, me puse en cuclillas y miré a Sofia a los ojos.
- dime, ¿a que horas fue la ultima vez que lo vistes?
Ella se quedó pensativa
- después de la siesta, salio a buscar a mamà y regresó molesto porque dijo que ella saldría con Joe - frunci el ceño.
- ¿Quién es Joe?
- yo - me levanté y miré al hombre que no había visto junto a Julieta -y quiero que alguien me explique porque te dicen papá si el padre de ellos está muerto.
Editado: 01.01.2022