Hasta que te conocí [serie Arévalo #3]

Capítulo 17

- Dio sus primeros pasos -aplaudi a Ana, quien nos miraba feliz.

Salomón estaba grabando con su móvil, que ese acontecimiento lo iba a dejar registrado.

-Julieta -me giré y vi a Lena quien entraba al cuarto de juego de los niños - Me ha dicho la muchacha del servicio que tienes visita.

Enarque una ceja,sabía quién era, miré a Salomón quien sólo se encogió de hombros.

-¿Vistes quien era?- Lena negó con la cabeza- Ya voy- me levanté y Salomón  cargó a Ana, se me acercó y me dio un beso en los labios.

- Luego voy -asentí y me acomodé el cabello, caminé con los hombros rectos.

Cuando entré a la sala, Joe estaba sentado viendo hacia todos lados, me miró y se levantó para saludarme con un beso en la mejilla.

- Preciosa como siempre

- Sientate Joe - él obedeció, miraba hacia todos lados con interés.

- Muy bonita tu casa  -hice una mueca.

- No es mía - me miró a los ojos -¿Cuales son tus intenciones Joe?- cruzó las piernas y me sonrió.

- Algo serio Julieta, eres la mujer perfecta que siempre soñé tener como esposa.

Sonreí.

-¿Aún con mis tres hijos? -él me miró y me sonrió.

- Me encantan los niños.

- Si accedo ser tu pareja, ¿les darías tu apellido? - se puso serio y empezó a jugar con las llaves de su auto.

- Por supuesto, después que tengamos unos tres años de casados,cuando estemos seguros que lo nuestro marcha bien, odiaria que los niños sufrieran.

Lo vi a los ojos

- Me quieres decir que si nos casamos y nos separamos,¿no volverás a verlos?

- Claro que si Julieta, como crees que me olvidaría de los niños.

- ¿Ganas bien como doctor?- se incorporó y me sonrió.

-No tanto como debería,  me especialice en el extranjero pero realmente siento que no valoran mi trabajo, no podré darles lo que desean los niños y tú pero con tu fortuna compensaremos esa parte.

Me crucé de brazos y negué.

- Yo ya no cuento con ninguna fortuna Joe - abrió los ojos sorprendido.

- Es imposible eres una de las mujeres más adineradas que he conocido, tus padres son dueños de la cadena de hoteles más grande de...

Levanté la mano en señal que se callará.

- Yo no tengo relación con mis padres, mi fortuna la heredé de mi abuela materna pero no invertí bien y la perdí.

Entrecerré los ojos atenta a su rostro.

- Así que aprenderé a administrar tu salario para los cinco nosotros, saldremos adelanté.

El se puso de pie y me miró desde su altura.

- ¿Crees que puede interesarme una mujer con tres mocosos? Que para mal de males ni hijos propios son.

Enarque una ceja

- Hace poco decías que los amabas

- Porqué creí.... -Salomón lo interrumpió.

-Porque creístes que Julieta nadaba en dinero, tu pasatiempo te tiene en la quiebra - Salomón dejó caer los papeles que le llevaron en la mañana en la mesita de café - Las apuestas y las mujeres han sido tu destrucción economica.

- Creías que te entregaría mi fortuna tan fácil -sonreí - Es el fruto del trabajo de mis abuelos y jamas hubiera permitido que la derrocharas apostandola - él me miró y luego a Salomón.

-¿Cuál fortuna? Me acabas de decir que ya no existe.

Solté una suave carcajada.

- No soy ninguna estúpida como creístes Joe, sé administrar y lo que tengo es de mis hijos, los cuales querías meter en un internado - el palideció - Lo sé, tengo en mi poder toda la información de tus deudas, incluso las solicitudes que hicistes en los internados para mis hijos el día que decidí salir contigo, ¿creístes que estaba desesperada para caer contigo en la primera cita? -bueno lo estuve por Salomón que no tuvimos ni cita y me entregué a él, suspiré.

- ¡No tenias derecho de investigarme!- se acercó furioso hacia mi pero no le tuve miedo, le propine una fuerte cachetada que consideraba era poca cosa con la rabia que tenía desde que vi sus solicitudes para internar a mis hijos, agradecía a Salomón el haberlo investigado a fondo.

Él levantó la mano y entendí que su intención era golpearme pero la mano de Salomón lo interceptó y el gimió de dolor, cuando Salomón hizo su brazo hacia atrás.

- A una mujer no se le golpea maldito y menos a la mía - lo vi retorcerse en el suelo con el golpe que le dejó ir Salomón.

Su padre entró con trabajadores de la casa y le levantaron, Salomón lo miró a los ojos.

- Si vuelves al pueblo o acercarte a Julieta, en un abrir y cerrar de ojos tendrás a todos tus acreedores en la clínica,  elegistes a la mujer equivocada, ella es mía y si me toca destruirte lo hago.

Vi como lo sacaban de la sala, me sentía protegida por Salomón y mis hijos habían elegido a un buen padre que pelearia por ellos Hasta el final,por eso cuando vi en esos papeles reflejada la intención de Joe, no dude en decirle lo que había pensado en que aceptaba que adoptará a los niños.

 




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