Hasta que te conocí [serie Arévalo #3]

Capítulo 18

Lena se me acercó y me abrazó fuerte.

- Me alegra que Salomón te halla conocido, tú y los niños han traído luz en la oscuridad en la que él vivía sumido.

Le sonreí, ella me caía muy bien.

- Gracias Lena - miré a Salomón que traía a Ana de la mano, venían despacio pero ella se miraba emocionada al poder caminar.

- Gracias por quedarte con los niños Lena -Salomón le dio la manito de Ana a Lena, quien hizo pucheros al ver que su papá se iba sin ella.

Pero agradecía a Sofia y Marco por distraerla y así poder salir.

A lo lejos vi a Julio jugar con Rufus, los niños se veían felices, ambos estábamos aportando cosas buenas en nuestras vidas y los más beneficiados eran nuestros hijos.

Todo el recorrido lo hicimos en silencio, imaginaba que Salomón estaba nervioso como yo,nos iban a entregar los resultados de los exámenes de embarazo.

Mientras esperábamos en la clínica que el médico nos llamará, me sentía mareada de ver a Salomón recorrer el pasillo una y otra vez, su cabello estaba desordenado, cuando al fin nos llamó el médico él se quedo quieto mirando hacia donde el Dr estuvo de pie unos segundos para llamarme, me sitúe a su lado.

-¿No entrarás conmigo? - suspiró y pensó un momento para asentir, puse mi mano en su brazo.

- Si no pasa aún lo del bebé podemos seguir intentándolo,  no te afligas.

El asintió y caminamos hacia el consultorio del Dr.

Me senté pero él se quedó de pie, sujete su mano la cual estaba helada, la paciencia del Dr. para abrir el sobre, sacar el papel con los resultados, ponerse los lentes y proceder a leerlos, hacia que Salomón apretara mi mano, me daba cuenta que estaba nervioso.

- Bien - nos miró a ambos -Los felicito porque serán padres.

Siempre me imaginé que cuando me dieran la noticia que sería madre iba a brincar de alegría,  iban a haber abrazos, besos pero nunca pensé que la realidad iba a ser muy diferente, salir apresurada a buscar un vaso de agua porque Salomón lloraba inconsolable, el médico nos miraba a ambos como si estuviéramos locos, la madre era yo y estaba de lo más tranquila y él padre siendo mimado para que se tranquilizara, tomé de la mano a Salomón y busqué a sacarlo de ahi, ya le temía a la mirada del Dr. tomé la receta y la próxima cita.

Sonreí al ver muchos rostros girandose cuando pasábamos, el hombre tan alto y hermoso, reducido en un  mar de lágrimas pero nadie conocía la verdad, se  había cumplido el sueño de Salomón él de ser padre, ese sueño que le fue arrebatado en el accidente pero hoy podía volver a abrazar ese sueño, era un hecho él había nacido para ser padre y no cualquiera, no dudaba que él sería un padre amoroso y no obviemos que muy celoso, si la pobre Sofia era perseguida por los ojos de sus padre cuando estaba cerca Marco.

- Gracias- sonreí - Soy inmensamente feliz porque siento que la carga que estaba sobre mis hombros esta siendo quitada, tuve que conocerte a ti y a los niños para saber que podía ser feliz - me abrazó y me sentí tan feliz porque el hombre que había conocido era tan tierno y para él la familia era lo más importante.




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