Hasta Que Te Pueda Ver...

Capítulo 9

La noche anterior:

Alison llego a casa después de haber encontrado a Jess en el parque, se cambió de ropa, un leve mareo volvió a atacarla pero no le dijo nada a nadie y siguió con su rutina, pensando que solo era cansancio, quiso abrir la ventana y ponerse a mirar las estrellas de un cielo matizado de luna llena y fresca brisa nocturna, pero justamente cuando la iba a abrir sufrió un desmayo, su vista se nublo y perdió el control de su cuerpo. Karen encontró a Alison una hora después. En pánico, llamo a Maikel para que la ayudara, y llevaron a Alison al hospital.

Esa noche había sido crucial y el doctor no dio un resultado en específico.

Karen llamo muy temprano a Jess, tan temprano que no pudo encontrarlo en casa, ya había ido al colegio. Entonces Coby respondió, y al escuchar las palabras de Karen quedo inerte mientras relataba su historia.

Abyecto a las declaratorias trágicas de la mamá de Alison uso el auto que nunca usaba y fue a buscar a Jess a la preparatoria. El pánico se mezcló en su cuerpo, nunca había dado una noticia tan fuerte a Jess desde… lo de sus padres. Las noticias tan abrumadoras nunca habían sido una buena tela que cortar, nunca supo cómo darlas. Al día de hoy tampoco supo de donde saco la valentía para luego contarle todo a Jess.

Karen llamo a la ambulancia en crisis, Maikel cargo el dulce cuerpo de Ali hasta la cama para revisarla hasta que encontró una mancha de sangre en sus orejas. La ambulancia se estaciono en la calle justo en donde estaba la puerta de la mansión, y los camilleros montaron a Alison en la camilla, luego la aseguraron y la llevaron. Mientras un paramédico tomaba sus signos vitales. Karen se aferró a un lado de la camilla y como buena madre no dejo ni un instante a su pequeña sola.

En el hospital un equipo de agentes especializados en la materia esperar en un quirófano, la situación se agravo cuando Karen conto al paramédico de la enfermedad que padecía, en la ambulancia ella acariciaba con ternura la frente de la frágil Alison, su piel estaba pálida, más de lo común y su cara llena de mador. Posteriormente cuando llegaron al hospital una de las enfermeras la detuvo y la sentó en una silla en la sala de espera.

Maikel llego pocos minutos después, estrecho en sus fuertes brazos a Karen para calmarla, y así pasaron algunas horas hasta que el Doctor les dio un veredicto.

En la mañana llamo a Jess a casa sin saber cómo le iba a contar lo que sucedió, busco las palabras necesarias pero no las encontró, al tercer tono esperaba que la voz de Jess la volviera a llenar de confianza pero Coby fue quien respondió, Karen no hablo,  el silencio y su respiración aletargada y brusca fue lo que le indico a Coby que era lo que pasaba. Inmediatamente pregunto en que hospital se encontraba, ella respondió y el aseguro que estaría ahí en minutos con Jess a su lado. Era la única tarea que tenía luego se sentó en la silla con las manos entre cruzadas por su cara, pidiendo a Dios por el bienestar de su pequeña.

El doctor fue claro cuando hablo con Karen, necesitaba descanso absoluto y tendría que quedarse en el hospital todo lo que fuera necesario.

Ella gimió del dolor, estaba consiente que su estado era grave, Karen paso a verla inmediatamente, la imagen de una débil y descremada Ali, rebotaba en su cabeza como lo harían las ondas de sonido en la altura. Poco después la acaricio la sintió, y le dio su calor, pero estaba inerte, no se movía. Karen miro al doctor como preguntado qué pasaba A lo que el doctor respondió…

—Está en coma.

Karen sollozo de desesperanza.

La pequeña Alison había estado en coma.

Maikel la consoló toda la noche, hasta que cayó la mañana en el estado, y fue a buscar algo de comida a casa. Pero incapaz de separarse de su hija, peleo para quedarse en la camilla, Maikel tampoco estaba en posición para hacerlo y busco la comida, Jess llegaba con su agitada respiración y el sudor en su cara.

Maikel se lo encontró en el pasillo, entonces sin más remedio le conto lo que había pasado, Jess aún no lo creía.

Coby llego después, pero para cuando llego, solo encontró a Jess llorando a un lado de Maikel.

—Vamos chaval, no llores eres fuerte.

—Maikel no digas tonterías… déjame ver a Alison.

—Ve… —Señalo una habitación en el fondo, inmediatamente Jess fue para allá, Coby avanzo hasta poder hablar con Maikel y le dio su mano, ofreciendo la ayuda que necesitara.

—Estamos en tiempos duros chaval, toda la ayuda es buena.

Mentía Coby sabía que las cosas para él, no iban demasiado bien que digamos, estaba en banca rota y su hija enferma y muriendo, Coby sabía que se sentía no tener ni un duro para comer, y Maikel aunque escondido bajo la ropa elegante y su actitud dominante estaba padeciendo esa miseria por la que Coby paso hace años.

—Cuentas conmigo para lo que sea, acaso ese hombre que lucho por su vida y la de su familia hace casi diecisiete años se está rindiendo, recuerdas… Red Rock…

Los ojos de Maikel casi se salen de su cuenca.

—¿Tu eres?...

—¿Es que he cambiado tanto?

Claro tenía que ser.

Maikel en el pasado, para construir su imperio antes de quedar quebrados, entonces tuvo que pedir un préstamo a la mafia, y nunca lo pago, Coby o mejor dicho Red Rock se tenía que encargar de él, entonces lo pilló desprevenido en su casa, toco la puerta dos veces y  cuando Maikel abrió en un parpadeo ya estaba en el piso. Incapaz de levantarse fue a proteger a su mujer y a su hija recién nacida, Coby para cuando eso, no sabía que él iba a llegar a ser su consuegro, golpeo un par de veces al hombre, pero cuando estaba por acabarlo,—Porque su orden era matarlo— entonces se compadeció, vio como protegía a su hija a toda costa.



#331 en Joven Adulto
#4558 en Novela romántica

En el texto hay: comedia, tragedia, romance

Editado: 06.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.