Capítulo 4. Nacidos para Morir

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Canción: Born To Die de Lana del Rey

Alec

Alexia no se mueve.

Mierda.

Aún tiene los ojos cerrados. Sigue sin pulso. Ha pasado un largo rato y se vería extraño si alguien nos viera ahora. Estamos solos en medio de una calle solitaria, quien sabe qué hora es. Y Alexia esta inconsciente en el suelo con la ropa manchada de sangre. La agito suavemente. -Vamos Alexia, no te puedes morir. Renesmee te necesita. -Le digo bajo mientras la veo más de cerca.

Debió haber funcionado... La única forma que tenia de salvarle la vida era volviéndola neófita.

Ella abre los ojos. Se ve asustada. -¿Dónde estoy? -Me pregunta cómo un susurro mientras sigue en el pavimento al mismo tiempo que tomo un respiro.

Al menos sigue viva. Bueno 'técnicamente'. Un problema menos.

-¿Estas bien? -le pregunto mientras trata de incorporarse.

-No lo sé -no eleva la voz, habla despacio, sin mirarme siquiera. Pero luego empieza a mirar a todas partes, está temblando mientras se abraza a sí misma. -¿Qué me hiciste? ¡Alec! ¿Por qué tengo tanta hambre? -Me mira con desesperación mientras se lleva las manos a la boca y ahoga un grito al reconocer la sangre en su ropa. -¿QUÉ ME HAS HECHO? -Eleva la voz mientras me mira queriendo asesinarme con los ojos.

-Hice lo necesario. Tranquilízate. Necesitabas vivir, y no había tiempo. -Solo le dije esto, y no necesito abrumarme más con eso de que le he quitado su derecho a decidir pero no es más que la verdad.

-¿Qué me hiciste? -vuelve a preguntar con tono de rabia en su voz.

¿En serio me obligará seguir hablando de ello?

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que eres una vampiresa? ¡Si, Alexia Stanley, te hice vampiro! -Le digo exasperado.

Ella se deja caer de rodillas, llorando furiosamente. -No me pediste mi opinión.

Me acomodo a su altura en el suelo lleno de sangre. Le quito un mechón de su cara para verle a los ojos. -Alexia, moriste. -Ella me mira. -Necesitaba salvarte. No tenías tiempo. No había otra forma. ¿Me entiendes ahora?

Ella asiente.

Luego de unos segundos, la ayudo a incorporarse. -Tenemos que irnos de aquí. Ahora.

Empiezo a caminar esperando que me siga.

-Gracias, Alec. -Me volteo a verla nuevamente.

No le di ninguna respuesta.

Podría haberla dejado ahí, moribunda. Es decir ¿Hay algún tipo de bondad en mí?

Quizás unos meses antes. No lo hubiera hecho.

Solo tomo su mano y la aprieto suavemente en la mía. -Vamos.

***

Alexia

Me siento extraña en mi propio cuerpo.

No sé explicarlo pero es como si una parte de mí, estuviera ahí pero la otra no. Y ahora lo único que me preocupa es saciar esta sed que me está matando por dentro. No quiero beber sangre es desagradable. Pero sin ella, no voy a poder sobrevivir.

Creo que soy la única persona que se mete en tantos problemas en una sola noche. Por ahora, no quiero hablar sobre porque termine casi muerta en un callejón oscuro de Port Ángeles. Pero me siento agradecida con Alec. No creí que me salvaría.

A pesar de mi negativa de no hacerlo, la única manera en como huimos de esa horrible calle oscura que robando un coche que estaba bajo unos apartamentos luego de correr varias cuadras. Alec rompe el vidrio de un Audi negro y no sé cómo lo hace pero logra abrir la puerta y enseguida la alarma que estaba llamando la atención, se silencia.

-Esto está mal -vuelvo a repetir. -Es decir este auto no es nuestro. Y si somos vampiros. ¿Porque no solo corremos y ya?

Alec abre la puerta del copiloto para mí. Una vez dentro del vehículo se acomoda el cinturón de seguridad. -Vas a subir o no, Alex. No tenemos toda la noche.

-Okey. -Rindiéndome, me acomodo en mi asiento. Cierro la puerta del automóvil. - A ver genio, ¿cómo es que vas a hacer arrancar el auto si no tenemos una llave?

-¿Quien dice que no la tengo? -sonríe triunfante luego de haber abierto un compartimiento dentro de la guantera.

-¿Eres mago o algo por el estilo? -Me burlo.- ¿Cómo sabias que había una llave ahí?

El sonríe como si quisiera consumirme y solo dice... -Intuición.

El arranca el auto. Y salimos de Port Ángeles en solo minutos.

***

Renesmee

Jane y yo no hemos tenido nuevas noticias de Alec. Han pasado 3 días desde que apareció en mi casa. Perdimos la pista en Port Ángeles.

Hasta ahora lo más decepcionante de volver al principio en la búsqueda de alguien que no quiere ser encontrado es que... aparte de todo eso... Jacob no me ha llamado. No he sabido nada de él. Y me temo que este en problemas. La cosa aquí es, que no sé cómo sentirme al respecto. Y más aún cuando la pulsera de Alec cuelga en mi muñeca nuevamente.

Estoy en la cafetería donde conocí a Alec. Ha pasado mucho después de eso. Estoy tomando un chocolate caliente, no ha parado de llover y no dejo de pensar en todo lo que deje atrás cuando decidí irme de Volterra.

No quiero sentirme culpable.

-Hola Renesmee. -Reconozco esa voz desde que la oigo.

-¡Derrick! -Sonrió, porque en verdad me siento feliz de verle. Me paro y lo abrazo. Está usando una gabardina negra y el collar de Los Vulturi. -Supe lo que paso... -Dice correspondiéndome el abrazo. -¿Estas bien?

-No. -Soy sincera con él, porque es la verdad. No estoy bien.

-Lo siento. Sé que las cosas mejoraran. -Me siento él se sienta frente a mí.