Hasta que tu corazón deje de extrañarme Hqtc #2

Capítulo 11. London Flashbacks

Canción: Kamikaze - MO

Canción: Kamikaze - MO

4 años antes

Renesmee

Londres, Reino Unido.

Inicio del semestre de Otoño.
Oxford. 2do año.

La ciudad permanece fría y nubosa a pesar de que estamos entrando en otoño. Septiembre apenas empieza. Camino por el campus de la universidad dónde debo pasar mis siguientes años, aterricé en Londres apenas hace unas horas y me muero por una ducha de agua caliente y una siesta. Estoy buscando el edificio reservado para los de segundo año. Este lugar es tan grande que aún no me acostumbro...

Escucho una voz cercana gritar mi nombre...

Reaccionó para ver a mi mejor amiga saltando de alegría al ver que me encontró.

-Hey Renesmee -Dianne, mi mejor amiga se acerca a mí. -¿Como estás? ¿Cómo te fue en las vacaciones? -pregunta entusiasmada.

Dianne habla demasiado. Muchas cosas en muy poco tiempo. Pero me da cosa interrumpirla.

-Hola, ¿bien y a ti? -me limito a decir.

Realmente estas han sido una de mis peores vacaciones. Pero no lo diré eso, porque no quiero hablar del tema.

-Oh fantástico. Estuve en Australia con mi padre y mi madrastra. Deberías haberlo visto Ren, es hermoso, hay un montón de chicos guapos que están de lo mejor -presume mientras arrastra la maleta detrás de ella.

Si algo tiene Dianne, es que le encanta hablar de los detalles de la anatomía del sexo opuesto. Mucho. Pero vale, así la quiero.

-Si, deberías haber visto. Conocí a un chico. Es tan lindo y tan dulce conmigo Ren, que de verdad me arrepiento de no haberlo traído conmigo en mi maleta. -Se queja. -Quedamos de hablarnos por Skype. Y dijo que vendría a Londres para Navidad. ¿Puedes creelo?

-Oh eso es genial -Le digo en respuesta. -En serio me alegra.

-Renesmee. Te conozco. Algo te pasa. Necesito detalles. Ahora. -Soy demasiado obvia, eso es un hecho. -¿Es Jake? ¿Que hizo ahora? -pregunta molesta.

Y si. Dianne sabe que estoy horriblemente enamorada de Jacob. Y el muy idiota no hace absolutamente nada al respecto.

Pero no sabe que su compañera de cuarto y mejor amiga casi por un año o más es una humana mitad vampiresa que tiene un horrible problema de crecimiento y es una alienigena híbrida en toda su esplendorosidad.

Bien, menos drama, Renesmee.
-Nada. Nos vimos. Estuvo en casa durante los primeros 4 días, luego se fue, porque supuestamente tenía un encargo de su padre. Y no me dijo nada que es lo que más me molesta de toda la situación. -Lo del encargo, era algo relacionado con los lobos, claro, tengo que obviar la parte de que me gusta un hombre lobo y además de que yo no soy normal para variar.

-Uff. Eso es terrible. -Mi amiga enseguida se disgusta. -Al menos tenía que avisar. Si el sabía que ibas para allá en vacaciones ¿porqué no busco la forma de postponerlo?

-No tengo idea, me da mucha rabia. -Admito. El hecho de que habían formas para estar juntos. Debió haberme llevado... no sé.

-Bueno, al menos espero que busquen la manera de aprovechar los siguientes breaks. -Concuerda Dianne. -Cambiando el tema, espero que no te moleste. Nos inscribí juntas para compartir habitación de nuevo.

-¿Porque tendría que molestarme? Eso es genial. -Digo. -Sabes que soy muy olvidadiza para esas cosas, que bueno que no me dejaste a mi suerte.

-No hay que. Me gusta ser tu compañera de cuarto. -Dice con su peculiar sonrisa. -¿Quieres café? Me muero por uno. -Dice al ver el kiosko de café antes de llegar a las residencias.

-Si, creo que lo necesito. -No soy muy amante al café pero creo que si no caigo en una cama en el siguiente cuarto de hora, caeré desmayada.

-Genial, me toca a mi brindar. -Dice mientras nos acercamos al kiosko y yo pido nuestras ordenes al lindo chico que le ha tocado atender. Un café expreso cargado para mí. Y un capuchino caramel para Dianne. Ella paga. Es una tradición que tenemos desde el primer año. Nos alternamos para ciertas cosas.

Seguimos platicando sobre su padre y su horrible madrastra, ya que Dianne no la soporta. -Y obviamente se le nota por encima que solo lo quiere por su dinero- mientras nos digirimos con nuestras maletas a la residencia.

Todo bien... hasta que me distraígo. Y alguien o algo choca conmigo porque me resbaló y cuando voy a caer al suelo, unos brazos firmes detienen mi caida.

Al abrir los ojos, lo único que veo son un par de ojos chocolate mirándome con atención. Un chico. Un chico demasiado guapo para su propio bien, que al parecer tiene una afición por vestir de cuero negro. Como cualquier cliché literario de chico malo.

-Disculpa -Dice. -¿Te has hecho daño?

Me ayuda a reincorporarme. Y cuando estamos cara a cara me entrega mi bolso de mano y mi maleta ya que se me han caído. -Estoy bien, gracias, no te preocupes.

-De acuerdo. -El nota a Dianne. Y su expresión cambia.

-Parece que tus tácticas no han cambiado. ¿Verdad Elijah? -sisea Dianne en saludo.

-Un placer verte Dianne. -Sonríe y no puedo detectar si hay sarcasmo en su voz.

-No puedo decir lo mismo -contraataca ella.

-Eres tan simpática como siempre. -Dice él. -¿No me presentas a tu amiga?

-¿Para que te aproveches de ella como haces con todas? -Uy. ¿Pero quien es este tipo.

El alterna su mirada entre Dianne y yo mientras coloca sus manos en los bolsillos de esos pantalones que le quedan bien ajustados. Quiero no fijarme en ello, pero se me hace muy difícil.

-Yo creo que no debemos darle una mala impresión, a...




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