Hasta que tu corazón deje de extrañarme Hqtc #2

Capítulo 13. Para recordar

Canción: Crime Cutz - Holy Ghost!

Canción: Crime Cutz - Holy Ghost!

Alexia

El Cairo, Egipto.

Unas horas antes...

La pista estaba repleta. Y hasta ahora he pasado una buena noche. Ben y yo empezamos a beber y cinco shots de tequila mas tarde, ambos estamos demasiado ansiosos. ¿Una prueba de ello?

Bueno digamos que estar besándonos en los pasillos hacia los baños deja mucho que pensar. Si alguna persona malintencionada nos ve, podría meterle en problemas. Pero creo que mis ganas vencen a toda lógica.

El me tiene cargada y arrinconada contra la pared mientras yo tengo mis piernas cruzadas en sus caderas. Mis manos recorren su espalda hasta donde puedo alcanzar, siento sus músculos flexionandose dónde toco. El me sostiene abrazándome. Y sigue devorando mi boca como si no le importara nada más.

Mueve sus manos acariciando mi mejilla, bajando por mi clavícula y mi cuello, sigue hasta mi hombro, finalmente se devuelve pero esta vez dejando un recorrido de besos, en mi cuello y detrás de mí oreja.

Gimo. Cada vez que lo hago acelera el ritmo pasando a mi boca. Y me muerde un poco mientras me succiona el labio. Es demasiado.

-Alexia... -suspira mientras sigue recorriendo sus manos en mi piel. Ningún hombre en lo que recuerdo de mi existencia me había besado así. Me va a volver loca.

Mis manos suben a su cuello mientras le doy besos en su clavícula. Amo como huele. Luego lo oigo. El gime. Y juro que es el sonido más hermoso y sensual que he escuchado.

Finalmente nos separamos. Estoy muy caliente. Muy cachonda. Ese beso me derritió por completo. El me sonríe con malicia. El sabe que quiero más. Después me incorpora al suelo.

-Si quieres seguir, mejor vamos a otra parte ¿No te parece Lexi? -dice el casi en mi oreja. Y su aliento roza mi piel.

-Bien, como digas Ben. -Sonrió como solo yo se hacerlo. Sus ojos están brillantes por la lujuria. No dudo que los míos esten igual. -Vamos.

Salimos del club, hacia el estacionamiento. Hace bastante frío. Benjamín y yo nos montamos en su camioneta y nos adentramos en la ciudad.

Minutos después estamos en mi hotel. El me esta tomando de la mano y se sienten como chispas de electricidad. Subimos por el ascensor.

Pasamos el piso de mi habitación. Lo miro interrogante mientras espero que haga su siguiente movimiento. Terminamos en la terraza de mi hotel. La vista del cielo desde aquí. Es perfecta. Demasiado perfecta. El lugar está decorado con pequeñas luces amarillas que combinan con las mismas estrellas.

Luego miro hacia abajo. Hay dos sillas reclinables de madera y en medio de estas, una pequeña mesa a juego. Tiene una pequeña vela. Dos copas. Y una botella de alcohol supongo. Hay algo de comida también.

Le miró sorprendida. -¿Cuando hiciste esto?

-Tengo mis métodos. -Sonríe petulante. -Pero lo más importante es una cosa.

-¿Qué?

-¿Te gustó? -Pregunta esperanzado. Ahora sus ojos poseen otro brillo. No se distinguirlo, aunque me siguen gustando.

-Claro que sí. ¿Esto es una cita? ¿Cómo una primera cita o algo así? -suelto.

-Solo si quieres que lo sea. -Se acerca a mi oído y escucho su respiración, demasiado cerca tanto que me eriza la piel. -Pero si lo quieres Lexi, solo dímelo. Porque será tan solo la primera de muchas para poder llegar a tu corazón.

Mis mejillas se tornan de color rojo, las siento calientes. No se como responder a eso. Pero mi corazón martillea en mi pecho. Benjamín me hace sentir cosas que nunca me habían hecho sentir.

El sonríe y me toma de la mano y nos acomodamos en las sillas que prepararon para nosotros. Me sirve una copa de un líquido oscuro que parece vino. Y luego se sirve en la otra copa para él.

Me gusta el sabor del vino, tomo otro sorbo mientras el hace lo mismo. Disfruto la vista del cielo nocturno. Una brisa fría me hace estremecerme un poco pero no importa. Es perfecto. Es lo que hubiera querido que cualquier novio que haya tenido me hubiera regalado.

Siento unas manos en mis hombros y como una tela cae sobre estos, implicando que el frío disminuya. Miró hacia arriba, y Ben me mira divertido. Me ha puesto su chaqueta de cuero sobre mis hombros. -Debiste decirme antes que tenias frío.

-Perdona, estaba entretenida con la vista.

El se sienta en la silla a mi lado y pasa un brazo sobre mis hombros atrayendome a él. Entierro mi cabeza en su cuello. -¿Estas mejor?

-Mucho mejor -Le digo saliendo de mi escondite y viendole.

El insistió en que comiera un poco, y probé la pasta que estaba muy buena. Mientras el me veía comer y hablábamos sobre cosas sin importancia. Me la estoy pasando muy bien.

Después de un rato decido bajar abajo para buscar algo en mi habitacion, mientras Benjamín está haciendo una llamada. Llego hasta mi piso y cuando estoy a punto de entrar en mi habitación, los veo.

Alec y Renesmee riendo, el la está abrazando mientras ella le cuenta algo. Y el se ve... ¿feliz?

No puedo evitar pensar en lo que compartí con Alec. Y lo que compartí con Benjamín. Y admito que estoy confundida. No había pensado en Alec hasta ahora. Pero se que siento algo hacia el tambien. Caí ante el, desde el momento en que me beso.

Me escondo un poco detrás de una pared. Siguen ahi, y luego pasa. Alec besa a Renesmee. Y siento una molestia dentro de mí...

La sensación se esparce como dinamita. Podría llamarle celos. Cierro los ojos y suspiro.

Odio sentirme de esta manera.

...

Renesmee




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