Capítulo 20. Nada más que la verdad

Canción: The Ting Tings - Shut Up and Let Me Go

Horas Antes

Alec

Me dio un poco de apuro dejar a Renesmee sola. Y aún más, sabiendo que tenemos cosas pendientes por hablar.

Mas vale que Elijah haga valer mi tiempo.

Realmente, no se que relación tuvieron él y Renesmee. Pero espero que recuerde lo que le dije sobre ella. Es mía. Y nadie me impedirá seguir a su lado.

Entro al bar que me indico Elijah, por mensaje de texto. No he estado aquí antes. Es amplio. Hay una enorme barra. Y dos o tres bartenders preparando tragos detrás de esta. Varias mesas ordenadas a la izquierda del lugar, en el centro una pequeña tarima y equipo de sonido. Y un enorme espacio para bailar. Hay poca gente a esta hora. De todas formas no me importa. Me siento en un taburete y pido un trago de bourbon para matar el tiempo.

Minutos después Elijah aparece solo. Bastante formal para variar. -Me alegra que hayas venido Alec.

-Vayamos al punto. -Le señalo el asiento. -¿Que quieres de mí y porque me convendría?

-Vaya, si que eres rápido. -Comenta Elijah sorprendido. -¿También lo eres en la cama? Por ejemplo ¿con Renesmee?

Mi mirada se vuelve glacial. Me paro y doy señales de moverme. Pero el vampiro me detiene sujetando mi brazo. -Tranquilo, viejo. Solo bromeaba.

-Bien, no me hagas perder el tiempo ¿de acuerdo? Habla. -Me siento de nuevo en mi posición inicial.

-Necesito tu ayuda. -Suspira. -Veras mi hermano Francis, otro socio y yo, estamos detrás de una elaborada ejecución de un plan con un objetivo. Destruir a la raza vampírica. Excepto a nuestros aliados claro, no sólo a ellos, también a los licántropos. Para adquirir el control total de todos los dominios y las riquezas de determinados sitios.

-¿Quieres que te ayude a matar a mi gente? -Elevo una ceja.

-¿Tu gente? ¿A quien te refieres a los Vulturis? Porque te recuerdo que los abandonaste. Y eso si que me cayo como anillo al dedo. Decidiste por cuenta propia que no querías ser mas parte de ellos. Abandonaste a tu hermana también...

Empiezo a molestarme. -¿Y como se supone que vas a ejecutar tu plan?

-Es algo a largo plazo. No tengo los detalles. Pero se que Francis aliado con una sociedad secreta están cazando y desapareciendo licantropos. Están extrayendo un liquido que acumulan en sus cuerpos para mezclarlo con otro químico, en conjunto estas dos sustancias son perjudiciales para cualquiera que no sea humano completamente. La organización mundial está al tanto de la existencia de todas estas razas, vampiros, hombres lobo, brujas... Por generaciones finguieron ignorancia. Pero esto esta afectando sus intereses, tanto políticos como económicos. Se aproxima una guerra a largo plazo, y cuando eso suceda... van a estar listos. Necesito tu ayuda, porque con tus habilidades ellos pueden tomar ventaja para exterminar presos políticos en distintas partes del mundo. Si esa guerra ocurre Alec, este químico que te mencione antes, podrían usar su antídoto para esparcer un virus letal. La humanidad se verá sumamente afectada.

Tardo unos momentos en procesar toda esta información. ¿Hasta cuándo los seres humanos seguirán en su afán de seguir autodestruyéndose?

-¿Por qué estás con ellos? -pregunto intuitivamente.

-¿Por qué no estarlo? Me conviene vivir y creo que a ti también. -Dice encogiendose de hombros.

Algo en mi mente, hace clic.

Recuerdo a Marco hablando con Aro, sobre una profecía. Un virus. O algo letal. Autodestrucción.

Y quién nos salvaría.

Ellos lo saben, pero en lo que espero equivocarme, es en lo último que escuche esa noche.

-Piénsalo, ¿Quieres? Si te decides sabes como localizarme.

Elijah se para del taburete y da unos pasos con el fin de alejarse. Pero se voltea y dice algo más antes de desaparecer. -Si eres inteligente, elegirás el bando correcto.

***

Momento actual

Renesmee

Emma permanece sonriente, aun en el umbral de la puerta esperando una reacción. No puedo mostrar ningún tipo de debilidad frente a ella. Permanezco inmutable ante su maldad infinita.

-Si eso era lo que tenías que decirme, vete de mi cuarto y de mi casa. ¿Bien?

Ella arquea una ceja y se muestra sorprendida.

-Emma, te dije que no lo hicieras... -Un sudoroso Jacob llego a la puerta. Por cómo jadea, probablemente vino corriendo hasta aquí.

-Pero ya lo hice. -Emma sonríe. -¿Podrías ser tan amable de confirmar lo que paso entre nosotros?

-Lo que no entiendes es que no hay un nosotros. Nunca lo hubo. -Le responde Jacob, bastante exaltado.

-Nos acostamos ¿Lo vas a negar? -pregunta irritada.

-¿Es verdad? -intervengo hablando lo mas seria que puedo y mirándole. Hay un temor en los ojos del moreno. Es casi imperceptible pero esta ahí. El no dice nada. El silencio se apodera de la habitación. Emma nos mira divertida, alterna su mirada entre los dos. -Entonces es cierto. -Tomo aire. Estoy a punto de quebrarme. -¡Larguense! -les exigo a los dos.

-Renesmee... -Jacob me mira afligido.

-Renesmee, nada. No me vuelvan a dirigir la palabra, ninguno de los dos. ¡Largo de mi cuarto!

-Vamos Jake -Emma lo toma del brazo y lo arrastra hacia la puerta.

-¿Qué te pasa? ¿Estás loca? ¡Sueltame Emma! -Jacob se separa de ella y la mira con enojo.

-¿Pero Jake... -Aun si Emma tiene cara de poker, no es momento para vanagloriarme en su enojo.

El la interrumpe. -Nada, Emma, no tenías ningún derecho a hacer esto. ¡Vete!

-Jacob yo... -Está a punto de saltar alguna excusa o solo más veneno. Quién sabe.

-No, Emma, Largate. -Suelta el, bastante molesto. Casi está rojo de la furia.

Ella gruñe y nos mira mal. Probablemente está soltando una carga de malas palabras en su cabeza. Y mandándonos a la mierda, o algo por el estilo. Ella por fin se larga.

No puedo evitar colapsar. -¿Es verdad? ¿Cierto? Yo estaba preocupada por ti y tu estabas teniendo sexo con otra lejos de aquí. ¡Dime Jacob! ¡Dilo!