Capítulo 22. Eres mía, no lo olvides

Canción: Do I Wanna Know? - Artic Monkeys

Volterra, Italia.

Derrick

Las luces del corredor pasan por encima de mi cabeza, iluminando el tenue pasillo. Las ventanas altas en forma de arcos están abiertas. La luna resplandece iluminando debilmente el lugar. Puedo distinguir las grietas y fisuras que se han echo en las paredes con el paso del tiempo. Yo también podría estar roto de mil formas diferentes.

Para cuando llego al final del pasillo me encuentro con unos ojos conocidos. Los reconocería donde sea. Jane esta al frente de mí y permanece inquebrantable. Es la primera vez que le vuelvo a ver desde mi última misión hace algunos casi exactos tres meses.

-Has Vuelto... -Me dirige la palabra esta vez mirandome a los ojos. He de admitir que se ve hermosa. Para variar tiene su pelo suelto, cae de orma relajada en su espalda. Quiza sea por la hora y lo tarde que es, pero conociendola, ella no deja que la vean asi. Sin su porte habitual, sin esa amiliaridad que la caracteriza.

-Sí - No me detengo a pensarlo lo suficiente. Me acerco a ella, le retiro un mechón de su cabello rubio detrás de la oreja y pongo mi mano en su mejilla. Nuestras miradas aun conectadas, puedo aun ver lo nerviosa que se pone cuando le toco.

Quiero besarla y lo hago. La beso porque la extrañe tanto, y solo quería volver para tenerle cerca. Jane es un hueso duro de roer y se resiste. Pero insisto hasta que se rinde y me permite besarla como quiero. Necesito más tiempo para descubrir su boca y meterme bajo su piel, pero nunca parece suficiente.

La abrazo, la acerco a mí, la sigo besando aun con más fuerte en medio de este pasillo solitario. Solo siento que estamos ella y yo, que no importa nada más.

-Derrick... -ella se aleja tan solo un poco de mí. -No deberíamos estar haciendo esto. No aquí.

Otra vez con lo mismo. Mi mente se nubla.

-Nunca es el momento correcto para nosotros, Jane. ¿Hasta cuando? -Exploto.

-No te lo tomes así. Solo que todo esto, es díficil para mí.... entiendelo.

-Te he tratado de entender Jane, por más de un año. Y me rechazas. No creo que pueda seguir con esto...

-Derrick... -Trata de acercarse, pero la he soltado. Y retrocedo.

-No me necesitas, como yo a ti. No me quieres como yo a ti. Debí entenderlo hace mucho tiempo...

-No por favor, no es así... -Siento que va a romperse.

-¿Me lo vas a negar? Nunca me has dicho lo contrario... -digo despectivo. -Estoy cansado de que juegues conmigo, Jane Vulturi...

-No puedo hacerlo, no puedo forzar lo que siento, es cuestión de tiempo -se justifica.

-Sí, pero... ¿Vamos a seguir en esto, toda la vida? No puedo esperarte por siempre.

-No me hagas esto Derrick, espera, hablemos... -me toma del brazo.

Le miro.

-Creo que has dicho todo lo que piensas. -Le digo en tono gélido y frío. -Adiós Jane.

-Derrick no...

Camino hacia el lado contrario, pero me volteo y le digo unas últimas palabras antes de irme. -Siempre te importo más que los demás no vieran como eres, más que el amor que yo quería darte.

Ella no me dice nada. Una lagrima traicionera cae por su mejilla.

La he llevado a su punto.

Pero se que no hará nada más. Y tengo razón.

-Iré por Renesmee, le avisaré a Aro, si se algo sobre tu hermano.

Me voy dejandole sola.

Ni una vez miro hacia atrás ... porque si lo hago soy capaz de perdonarle todo el dolor que me ha causado.

Y ya no puedo más.

No quiero seguir mendigando amor donde no lo hay.

No seguiré pensando en ella, aunque duela.

Renesmee

Forks, Washington.

Abro los ojos y reconozco el techo de mi habitación. Aunque algo no esta bien. Siento un cuerpo del otro lado de la cama.

Me volteo sobre mi espalda solo para descubrir a Alec, todo despeinado con una sonrisa en el rostro.

-Buenos días, bella durmiente. -Me saluda con un beso rápido en los labios.

-¿Buenos días? -respondo soñolienta. -¿Que haces aquí?

-Me gusta verte dormir.

-¿Cómo entraste?-Le pregunto extrañada. Según yo había dejado todo cerrado anoche antes de dormir.

-¿Dejaste la puerta del balcón abierta? Supongo que no me pude resistir...

-Eres irremediable. -Niego con la cabeza.

-Te gusto así... -Sonríe con superioridad.

-Un poco más de humildad, por favor. -No evito reírme.

-Te ves hermosa cuando ries... -Me sonríe.

-Eres un adulador. En serio¿planeamos vernos hoy y lo olvidé?

-Solo quería estar contigo un rato.

-¿Tienes mucho aquí?

-¿Cómo desde las cuatro? Por cierto, deberías moverte menos.

-¡Oye!-Le doy un golpe leve en el hombro.

-Es la verdad -se ríe. -Ven aquí.

Me acerco más a el y se coloca boca arriba. Me coloco a horcadillas sobre el y el toma mis manos y las coloca sobre su pecho.

-Debo de decir... que desee mucho, tenerte así.

-¿Cómo?

-Conmigo.

Me acerco y le beso. No puedo resistirme mucho. Suelo ser débil con el. Terminamos más cerca. Y mis dedos atraviesan su cabello. El beso se vuelve efusivo y más intento cada vez más. Siento sus manos sobre mi espalda. dentro de mi pijama. Su contacto es frio y me estremece. No puedo evitar querer más. No tengo brassier. Y se que le excita la idea, porque siento un bulto cerca de mi entrepierna.