Capítulo 25. Alguien como tú

Canción: Dressed to Suppress - Metric

Renesmee

Forks, Washington.

Luego de dos días de investigación, seguimos en el punto cero.

Para Aro, es fundamental saber sobre quién es el responsable detrás de las muertes y las desapariciones en masa de los licántropos, solo para verificar si es un enemigo en potencia que pueda afectar a la raza vampírica.

Por lo que Derrick sabe, hay una supuesta sociedad secreta que está involucrada, pero aún no tenemos nombres o posibles aliados a los que Jane le fascinaría extorsionar.

Acabamos de llegar de viaje de New Orleans. Y estoy cansada.

Abro la puerta de mi habitación en la casa de mis padres, para dejar algunas cosas y luego ir con los demás.

-¿Has sabido algo de Alec? -Me pregunta el morocho.

-Le he perdido la pista en el Cairo. Después de eso, no se donde ha podido ir... -Media mentira, media verdad, pero por ahora Alec no quiere regresar.

-Hum, ya.

-¿Cómo van las cosas con Jane? -pregunto por curiosidad.

Automáticamente Derrick cambia su expresión y creo notar una tristeza detrás de sus ojos. El no responde.

-Perdona, creí que todo estaba sobre ruedas. No quize molestar.

-Creo que nunca hubo nada. -Me da una media sonrisa. -No se puede obligar a amar a alguien que sencillamente no quiere hacerlo. No hablemos de eso.

-Lo siento -y en verdad lo hago, una lastima que no haya funcionado. Creí que eso que hubo entre ellos podría hacerle bien a Jane.

-No te preocupes. Me iré a Volterra ahora. ¿Cuándo vas a ir?

-Por el momento, no lo sé. Pero te prometo que pronto.

-De acuerdo. -Me dice mientras me da un rapido abrazo.

El camina hacia la puerta y casi sale, pero por inercia se detiene y mira hacia su izquierda.

La chaqueta.

La ha visto.

Mierda.

A velocidad vampírica atravieso la habitación para intentar agarrarla primero. Pero él se me adelanta.

-Me has mentido. Él estuvo aquí, verdad? -Dice sin mirarme.

No digo nada.

-Lo siento, pero esto Jane tiene que saberlo. Lo estás protegiendo. -Camina hacia la puerta pero lo intercepto bloqueándole el paso.

-No, espera. Si estuvo aquí. Pero tienes que ayudarme... el no quiere volver.

-¿Cómo que no quiere volver? -Suspira frustrado. -Es su familia. Su hermana está ahí.

-Pero no podemos obligarlo. El necesita tiempo. Quizás después de eso, cambie de opinión.

-Es un Vulturi, Renesmee. Es lo único que conoce.

-Quizá por esa misma razón, quería cambiar su vida.

-Puede ser. Aunque, según tengo entendido... el se fue por ti.

-No me lo recuerdes. La verdad es que por eso quería buscarlo. Todo está bien, el no está matando más humanos. Solo necesita tiempo.

-¿Por qué lo ayudas?

-Porque le quiero.

El me mira a la cara después de todo el rato. -Me hubiera gustado que Jane, hubiera sido como tú. ¿Que le digo a Aro?

-No lo sé. Dile cualquier cosa.

-Se te olvida que no puedo mentirle. Un toque y puff, lo ve todo. -Dice simulando una explosión con gestos.

Intentó no reírme, se me olvida lo dramático que puede ser aveces. -Dile la verdad, que el se compromete a no llamar la atención a cambio de el tiempo que necesita para volver.

-Bien.

El se aproxima a la puerta y antes de abrirla me mira de nuevo. -El es muy afortunado de tener a alguien como tú.

Y desaparece.

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Benjamín

Barcelona, España.

-Lo lamento Alex. No debí haber insistido en saber. -Me cambio de posición y la veo.

-No te preocupes, no es culpa tuya. -Se acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja. -Me merecía todo eso. No soy buena persona.

-No vuelvas a decir eso. -Me tomo el atrevimiento de con ambas manos tomar su cara delicadamente y hago que me mire a los ojos. -No eres mala persona. Eras humana. Tenías derecho a equivocarte. No fue un castigo divino.

Ella coloca sus manos sobre las mías y me da una media sonrisa. -Gracias.

Nos separamos por un momento. Solo que ahora estamos frente a frente. -Yo, pensé sentir cosas por Alec. -Comienza, y puedo ver duda en su cara. -Yo...

No le respondo. No es que me agrade mucho hablar sobre Alec, no somos amigos siquiera. Pero entiendo el sentimiento a la perfección; cuando necesitas sacar todo de adentro, que alguien te escuche sin juzgarte. Solo asiento.

La luna nos ilumina, y a pesar del ruido de la ciudad, toda mi atención está centrada en ella.

-No sé, lo que quiero decir es que... Alec me convirtió, quizá por eso pude haber confundido los sentimientos. Sabía a la perfección que el está enamorado de Renesmee, pero por un momento creí que quizá no sé... podría elegirme. Estuve equivocada.

-¿Estás enamorada de él? -preguntó con cautela. Sé que estoy pisando terreno peligroso.

-No. No lo creo. -Frunce el ceño y mira hacia el cielo. -Me sentía atraída, está bien, supongo, creí que había más. Supongo que necesito sentir que alguien me quiera por lo que soy. Ya no soy humana, soy una vampiresa. Y es jodido... el cambio.