Hasta que tu corazón deje de extrañarme Hqtc #2

Capítulo 27. La redención

Canción: That girl - Tegan and Sara

Renesmee

No estaba segura de que persona tengo frente a mí en este momento.

No sé cómo responder, así que no digo palabra.

-Las dejaré solas. -Benjamín sale del cuarto.

No digo nada ni siquiera cuando Alex me pregunta si puede pasar. Solo asiento, me vuelvo a sentar en la cama y veo cómo ella cierra la puerta y se acomoda frente a mí en un sillón de terciopelo.

-Probablemente me odias -empieza a hablar mirándome a la cara.

-No lo hago -respondo por impulso.

Ella se sorprende por mi comentario. -Se que dije muchas cosas... no estuve bien. -Ella no me mira.

-Es curioso que estemos de nuevo en el mismo lugar, luego de dos meses. -Comento en voz alta, cuando ese pensamiento debió haberse quedado retenido solo en mi cabeza. Realmente no tengo la intención de hacer plática.

-¿Por qué? -Pregunta, mientras se quita los zapatos.

-¿Por qué que...? -le respondo.

-Acabas de decir que no me odias. ¿Por qué? -Hace una pausa y me mira por primera vez luego de entrar a la habitación. -Fui una perra contigo, te mentí, dije cosas horribles, me metí en tu relación con Alec... entonces... solo ¿por qué no odiarme?

-¿Por qué hacerlo? Fuiste mi mejor amiga durante bastante tiempo. Mi única amiga humana verdaderamente en su momento. Pasamos mucho juntas. No puedo odiarte, por más que quiera.

Nos quedamos en silencio por un largo rato. No estoy segura de cómo son las cosas ahora ni lo que Alexia le pasa por la cabeza.

-Fui una tonta, Renn. Lo siento. Yo... no sé porque dije lo que dije o hice las cosas que hice. No debí meterme entre Alec y tú. No debí acostarme con él, ni dejarme llevar por lo que sentí en esos momentos.

-Espera, ¿ustedes dos..? Ósea... lo hiciste. -No sé porque me siento celosa cuando realmente yo sabía que ella terminado haciéndolo sin importar qué parte lo buscó.

-No estoy orgullosa de eso. -Agacha la cabeza un poco y coloca los codos sobre las rodillas. -Pero que quede claro, no estoy enamorada de él, quizá me confundí o no se, esperaba otra cosa. Yo estaba celosa de ti... quería lo que tú tenías. Quería sentir que me quisieran, Alec me hizo sentir protegida, yo confundí las cosas.

-Tenías muchas cosas. Tienes muchas cosas. ¿Por qué tendrías que sentir envidia de mi? -pregunto por curiosidad.

Ella se muestra afligida, como si estuviera a punto de romperse en muchos pedazos. -Yo... no estaba pasando un buen momento. Me metí con personas que no debí y me llevaron a cometer muchas estupideces. En mi último año de humana yo viví una doble vida y me pasaron cosas que nunca te conté... pensé, pensé que tú ya tenías demasiados problemas con Jacob y Elisabeth. Y Alec.

Y ahí me doy cuenta. Fui una egoísta.

-Soy una estúpida, siempre estuviste ahí para ayudarme, pero nunca te pregunte que realmente te pasaba. Y realmente debí buscarte más, estaba angustiada porque Jacob se fue y Alec desapareció, te deje de lado no estuvo bien. Tampoco estuvo bien que te ocultara cosas.

-No te preocupes, tenías de qué ocuparte. Yo no debí decirte todo lo que te dije cuando te vi. No te lo merecías. Yo tenía poco tiempo de haber sido convertida y sabes que nunca aprendí a manejar bien mis emociones. Cuando volví aquí solo pensaba en nosotras. No fui justa, no soy quién para juzgarte.

-No te preocupes, te perdono. Espero que tú también me perdones por ser tan tarada. -Quiero abrazarla pero no sé si eso es precipitado. -En verdad esperaba que fuera una fase, que pudiéramos seguir siendo amigas.

Ella se sienta normal de nuevo. -¿De verdad? ¿De verdad no quemaste nuestras fotos? ¿O le pusiste cuernos a alguna de mis fotos? ¿No rompiste el marco que te regalé o botaste la ropa que te traje de mis viajes o tiraste el anillo que te di?

-De verdad. -No puedo evitar sonreír por sus ocurrencias. -No podría. Tengo todas esas cosas, espero seguir teniéndolas por mucho.

-Yo no tengo nada que perdonarte, querida amiga.

-Me gustaría tirar esta pelea en la papelera de reciclaje. ¿Porqué no nos olvidamos de todo? -Y en realidad eso quiero. Quiero olvidar todo este mal recuerdo.

Alex tiene de nuevo esa chispa en sus ojos. -¿Te puedo abrazar? -me pregunta.

-No tienes que pedir permiso. -Me acerco a ella y le doy un abrazo. -Me alegra que no estés muerta.

-Yo también te extrañé. -Pongo su mano en mi mejilla y hago que vea algunos de nuestros momentos juntas. -Eso es genial. Me encanta tu don.

-Tengo mucho que enseñarte.

Nos separamos, ambas nos sentamos en la cama. -¿Me vas a contar sobre porque te ibas a morir? -le pregunto.

-Es una historia bastante larga. Pero te prometo que te lo contaré. Mientras tanto señorita, creo que tenemos bastante en lo que ponernos al día.

Solo basto unos cuantos minutos para que Alex supiera sobre Jacob y Emma, sobre cómo Jane me buscó, sobre mi relación con Alec y que nos riéramos como antes. Me siento feliz porque no tengo que ocultarle nada. Ella también me contó sobre cómo se sentía como vampira, sobre sus planes, sobre los sitios que ha viajado y sobre su nuevo poder.

Salimos a buscar a Benjamín luego de un rato y lo encontramos sentado en su estudio. Una habitación enorme llena de estantes de libros, un viejo globo terráqueo, un sillón y un escritorio, donde el se encuentra sentado viendo algunas cosas. La puerta está abierta. Doy unos toques.

-Hey, ¿qué haces? -le pregunto

-Estoy viendo algunos documentos que me encargo mi padre. ¿Todo bien entre ustedes? -Nos pregunta a ambas. -Por esas caras, me imagino que sí.

-Gracias a ti. -Le dice Alexia. Si fuera humana se pondría toda roja. Sospecho que aquí siguen pasando cosas.

-Pudiste. Todo está bien. -Le sonríe.

-Si, definitivamente. - Les sonrió a ambos como si supiera el mejor secreto del universo. -¿Y ahora qué?

-Lexi, ¿le contaste lo que planeamos hacer? -Le pregunta Benjamín.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.