Capítulo 30. Ella es la equivocada

Canción: Underline the Black - Metric

Benjamín

-A ver, repite eso que dijiste de nuevo. -Lo digo en voz alta. Alexia me mira por fin luego de unos segundos. Aún su rostro parece confirmar que ha visto a un fantasma.

Es posible que lo sea.

-No estoy de broma Benjamín. Es mi hermana. Y esta matando humanos por ahí. -Coloca sus manos en su cabeza entre su pelo y al parecer esta tratando de respirar. Falla. Luce completamente exasperada y no se que hacer para lograr que se tranquilize. Al parecer no ha notado aún, el hecho de que está caminando sin parar de un lado al otro. -Mierda. -Masculla.

-Alex, no estoy entendiendo. -Estoy confundido. Creo que se lo dado a entender. Mi rostro debe parecer un poema.-¿Cómo es que tienes una hermana? Me dijiste que eras hija única.

Ella suspira frustrada. -He olvidado decírtelo. -Por fin se para y se sienta a mi lado en la cama. -O quizá no quería recordarlo. -Admite. -La cosa es que esta chica es mi hermanastra. Conocí de su existencia un poco antes de que me convirtieran. Por adelantarte algo, es como mi hermana mayor.

-¿Me quieres contar? -No quería que se sintiera presionada ni mucho menos pero realmente creo que quizá me ayudaría a entender lo que debe de estar pasando. Le tomo de la mano para intentar calmarla un poco.

Ella asiente agradeciendo el gesto. Y baja la mirada.

-Lexi si no me quieres contar, no pasa nada. -La atraigo hacia mí, abrazándola como puedo. Ella recuesta su cabeza en mi hombro. Y ahora detecto mejor el olor de su cabello. Frambuesas. Siempre lo supe. Eso me saca una pequeña sonrisa.

-No... Está bien. Puedo hablar de eso. -Dice un poco más tranquila. Decidimos acomodarnos en la cama. Solo que ahora ella tiene su cabeza en mi pecho y esta acurrucada contra mí. Con mi mano libre acaricio su espalda. -Se llama Daniela. Mi madre tuvo una relación con un chico antes de mi padre y quedó embarazada. Ella era bastante joven, aún no terminaba la escuela. Mis abuelos siempre fueron super protectores con ella y cuando se enteraron de la noticia, desató un caos en la familia.

-Pero... ¿Y por que motivo nunca estuvieron juntas? El padre de Daniela se fue. ¿Estoy en lo cierto?

-Si, se largó y dejo a mi madre sola. Tampoco la familia lo quería de todas formas. Obligaron a mi madre a darla en adopción. Ella la encontró recientemente. Pero ahora verla así, en mi situación actual... Es demasiado para mí y para mi cabeza.

-Lo sé. Va a estar bien, no te preocupes. -Le animo. Ella en respuesta me besa la mejilla y vuelve a acomodarse sobre mí. Acabo de descubrir lo mucho que me gusta estar así con ella.

-Luego de unos años, mi madre conoció a mi padre y se enamoraron. Mis abuelos no tuvieron inconvenientes con su relación ya que mi padre tiene más estatus y dinero. Pero los dos fueron unos imbéciles con ella.

-Si, definitivamente a tu madre no le fue nada bien con sus parejas. -Concuerdo.

-Pensé que Daniela ayudaría a mi madre a estar bien luego de que desapareciera. Pero ahora... Dios, tiene que estar destrozada.

-¿Quieres verla? Si quieres verla puedo ir contigo.

-No estoy segura si es una buena idea. Pero te agradezco esto.

-¿Qué?

-Estar aquí conmigo, escucharme y apoyarme. Gracias. -Me pierdo un rato en sus ojos y ella sonríe divertido.

-No tengo la culpa, eres hermosa. -Me quejo.

Ella se ríe. El sonido me gusta bastante. Y luego, solo deja de hacerlo.

-Nos tendremos que separar. Tengo que ir con ella.

-Pero acabamos de definir lo nuestro. -Le miro. -De ninguna manera. -Tomo su mano y entrelazo sus dedos con los míos. -Iré contigo.

-¿Estás seguro? -pregunta con duda.

-Nunca estuve más seguro.

Levanta su cabeza un poco y tengo una vista perfecta de su cara, en especial de sus ojos. Se re-acomoda un poco el cabello, "Te quiero" dice cerca de mi oreja.

"Yo también te quiero." Respondo.

Y la quiero en serio.

Y la protegeré con mi vida.

Le beso unas cuantas veces antes de que se quede dormida.

Mañana será un largo día.

Alec

El pasillo silencioso hace acto de presencia. Solo el sonido de la brisa mañanera se escucha rondando por las paredes.

-Necesito hablar contigo. Alec. ¿Me dejarías pasar? -Insiste al ver que no respondo.

Marco Vulturi esta frente a mí. Y aún no entiendo cómo eso es posible. Impecable, en su traje de la guardia parece cada día mas cansado.

-¿Cómo me ha encontrado? -le cuestiono aún sin dejarle pasar.

-Se todo de ti. -Hace un gesto para que le deje entrar pero aún sigo en shock.

-¡Alec! ¿Va todo bien? -Renesmee vocifera desde el baño. Al parecer ya se ha despertado.

-¡Sí! Saldré un momento. Ahora vengo. -Digo rápidamente. Salgo de la habitación y cierro la puerta sin esperar respuesta.

Marco medio sonríe. -Claro que sí... Esperaba que estuvieras con ella.

-¿Que quieres? -siseo. -Dejame adivinar. Aro te envío. Me matarán. -Concluí.

-Aro no sabe nada. -Responde serio.

-¿Cómo puedo fiarme de ti? -Contraataco

-No puedes -condena. -Te tocara confiar en mí. Y no se si lo que te voy a decir quieres escucharlo aquí.

-Vamos a otra parte. -Decido.

...

Sentados en la mesa más alejada en una cafetería desolada a excepción de las camareras aburridas detrás de la barra, Marco parece encajar con su ropa oscura y aura sombría, pasaron unos minutos y he decidido romper el silencio.

-Dime lo que quieres. Te escucho.

-¿Amas a Renesmee Cullen? -una pregunta sencilla. Aparentemente.

-¿Que tiene que ver? -pregunto sin entender.

-Quiero hablar sobre ella. Me imagino que la respuesta a mi pregunta es afirmativa. Lamento informarte pequeño Alec que esa chica no es para ti.

Sus palabras me han dejado intrigado y a la vez extrañado. -¿Por qué no? ¿Es porque sigue enamorada de Jacob Black? Si es eso, creo que ya no es así.