Hasta que tu corazón deje de extrañarme Hqtc #2

Capítulo 31. Hundido en la desesperación

Canción: Yellow Flicker Beat - Lorde

Alec

Algo cambio desde ese momento.

Todo.

Estoy aturdido por el shock inicial.

Pero algo en mí, hace clic. Y solo queda reaccionar.

-¡Marco! ¡No! ¡Marco! -solo escucho mis gritos desenfrenados una y otra vez. Ya no sé si los pienso o los estoy diciendo. Solo lo veo caer y desplomarse en el suelo. Me acerco a su cuerpo a velocidad vampírica.

Un líquido color azul sale a borbotones de su boca. La piel se pone pálida cada segundo que pasa. Ya con eso confirmo que Carlisle no podrá salvarlo aunque quiera pensar dentro de mí que es posible. Pero no.

-Que te han hecho... -murmuro.

Con sus ojos entreabiertos y sus últimas fuerzas me toma de la mano. El sabe que es su último momento con vida. Y yo también lo sé.

-Siempre... te he querido -tose un poco sobre el suelo. -Hijo mío.

Su semblante cae y sus ojos se van cerrando poco a poco. El líquido se detiene y queda debajo de su cuerpo, como un charco mal colocado. Luego no queda mucho antes de sentir que su mano me abandona.

Cierro los ojos sin creer que mi tutor esta muerto sobre el suelo. No puedo ahora mismo con mis emociones y envidio tanto a los humanos que pueden ser capaces de llorar.

¿Por qué? ¿Que mierda está pasando?

El pasillo quieto y vacío permanece hasta este momento, detecto un aroma que pasa cerca y algo me dice que se trata del enemigo. Lo persigo. Quiero venganza. Es lo único que quiero ahora. Doblo en la derecha y me dirigo hacia la salida.

Escucho pisadas veloces a corta distancia. Finalmente al extremo de la calle del hospedaje logro visualizar al atacante. Al menos, es temprano y aún no hay personas transitando que puedan "exponerme." Aunque falta poco para que eso cambie.

Bajo la velocidad y me acerco lo más silencioso que puedo. El callejón donde ambos estamos en este momento se encuentra desolado. Lo ataco por la espalda. El empieza a maldecir y a golpearme.

-¡Que coño crees que haces! ¿Eh? ¡Que me sueltes carajo! -Vocifera mientras trata de librarse de mí, camina torpemente ya que lo he cegado. Estoy encima de su espalda y sostengo su cabeza con mis manos listo para arrancarle el cuello.

-Escuchame bien, basura. Me vas a decir quién diablos te mando a hacer esta mierda o te mato. Tu decides.

El gruñe y trata de tirarme al suelo sin éxito. -No te dire nada, idiota. Suéltame mierda. -Escupe. -Dame mi vista de nuevo. -Exige.

Aprieto su cuello un poco para dejar claro que no estoy jugando, mientras el sigue moviéndose con pasos torpes. -Si quieres ver, dime lo que quiero saber o si no te vas a joder.

-¡No puedo decírtelo! ¡No sé que coño hago aquí! -Medio grita. Ahora parece confundido. Aprieto más fuerte, el trata de toser y sigue soltando maldiciones en voz baja. -Alguien me convirtío, no se quien es ¡Lo juro!

Presiono con más fuerza, podría moderlo y matarle o golpearle, o simplemente arrancarle la cabeza de una buena vez, pero necesito la información. Se que es un peon, quien sea que hizo esto, es sumamente inteligente. -Dimelo, ahora -gruño.

-Qué no se quien me convirtio, ¡No lo sé! -Grita el neófito ya un poco desesperado. -Si te digo algo, me matarán... -tose- vendrán por mi.

-¿Quienes vendran por ti? Ya sueltalo -ahora yo me he molestado más.

-No... Prefiero morir. -En un instante el logra sacar otra aguja y analizando el movimiento me preparo para lanzarla. Lo hago, se la arranco de la mano y la misma termina al final del callejón. No me queda de otra que liberar a mi rehén, ambos corremos en una carrera por ver quien agarra el virus primero. Pero en un golpe de mala suerte, y luego de pelearnos por el mismo, el neófito en un descuido termina de inyectando el veneno provocando su muerte.

El mismo proceso se repite, y sintiendo el deja vú, veo como el cae en instantes y segundos después el liquido va saliendo en cantidades exageradas de su boca. Yace sobre suelo y analizándolo desde arriba, parece un ser miserable. Aún conserva los ojos abiertos. Vuelvo al hotel y mientras subo hacia el tercer piso, escucho un grito.

Ahora corro más rapido hasta que llego a la puerta de la habitación. El cuerpo de Marco yace en el suelo, y al lado Renesmee está a su lado de rodillas, mirandolo angustiada y llorando como una magdalena. Cuando ella me ve, corre hacia mí y me abraza tratando de esconder su cabeza. -¿Qué... pasó? -dice lloriqueando.

-Han venido a matarlo y no pude hacer nada. -Respondo en susurros, mirando el cuerpo inerte en el piso.

...

Renesmee

Volterra, Italia

Luego de entrar el cuerpo al cuarto como pudimos, nos tomó, por lo menos a mí, un tiempo aceptar que estaba pasando esto.

Van a matar a cada uno de los Vulturis. Solo sé con certeza lo que Alec me dijo. Irán por cada uno hasta verlos muertos. Y ellos lo saben que es lo mas jodido. Ni siquiera el mismísimo Aro, puede retrasarlo. Alec cree que a Marco le inyectaron un virus, preparado para matar a todos los tipos de criaturas sobrenaturales. Y que lo han hecho con quién sabe que, mezclado con componentes de sangre de licantropo. Lo que se supone que creímos que destruimos en el barco de Elijah. Pero aparentemente no eran las únicas muestras.

De verdad, no puede ser posible, no creo todavía que él esta muerto y no podemos hacer nada.

Estamos llegando a Volterra, luego de meses y todo parece bastante irreal. Lo peor de todo son las cirscunstancias que nos trajeron en primer lugar. Alec y yo casi no hablamos en el viaje. El consiguió a alguien de confianza que nos ayudó a sacar el cadaver de Marco del hotel en ambulancia, y luego nos llevo hasta este jet, en el cual aún somos pasajeros.

-¿Que fue lo que paso con Alexia? ¿Porque no han venido con nosotros? -Pregunta Alec.

-Creí habertelo dicho -respondo.




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