Renesmee
El despertar a la mañana siguiente no fue tan agradable, me senté en la cama de la nada, sudando frio con el corazón agitado siendo recibida por la tranquilidad de mi habitación. Mire a todos los lados algo paranoica solo por asegurarme de que era una pesadilla y nada más.
Solté un largo suspiro y me incorpore para continuar este día.
Todos mis pensamientos giraban en torno a él.
No voy a buscarlo. No he hecho nada malo. Solo ayude a Derrick y punto. Jacob es un tonto y un mal pensado si cree que nosotros 2 tenemos algo. ¡Por Dios, apenas conozco al chico!
Sumerjo mis problemas en una taza de café mientras miro por la ventana.
Al final Derrick decidió irse antes de que todos se despertaran. Y me dejo una nota en la mesa de mi habitación:
‘’ Renesmee…
Gracias por dejarme pasar la noche en tu casa. Me gusto hablar contigo.
Nos veremos en otra ocasión. Lo prometo.
D.J ‘’
El a pesar de que le brinde la habitación de invitados, el insistió quedarse en el sofá.
Quizá lo vuelva a ver. Forks no es un sitio muy grande, es curioso que haya sido amable con él pues desconozco todo sobre este chico.
Hoy es un día muy lindo como para estar encerrada. Mis padres se fueron de caza con Carlisle y Esme a las montañas. Yo no quise ir con ellos, pues… no necesito sangre por el momento.
Rosalie y Alice se fueron de compras a Port Ángeles. Y los chicos, creo que salieron a algún sitio por su parte.
Así que tengo la casa para mí.
Ojala que no vuelva a ver a Jake y la famosa amiguita por aquí.
¿Qué habrá pasado con Alexa? Anoche ni me escribió…
***
Alec
Pasos sigilosos.
Entre a la sala donde se encontraban Caius y Marco. Al parecer tienen audiencia. Aro esta frente a una joven vampira analizando sus pensamientos. Es un don interesante, saber lo que vio en algún momento otra persona tan solo con tocar su mano.
Posiblemente sean esos neófitos escandalosos otra vez.
Estoy acostumbrada a las mañas de mi hermana. Es su hora de torturas. A ella le encanta atormentar a los demás —para que ellos sientan su dolor— aunque a veces me compadezco de los presos del calabozo. Según ella es una especie de diversión.
Demasiada sádica para mi gusto.
Logro escuchar los gritos.
— ¡Llévensela de aquí! —ordeno Aro.
Dos guardias se llevaron a la chica bruscamente.
— ¡No por favor! —Suplico la rubia— ¿No me matarán?
El hombre sonrió macabramente.
—No he prometido nada. Ya escuche suficiente.
Aro volvió a sentarse en su trono junto a Caius y Marco.
Baje rápidamente las escaleras de la planta baja y me acerque a ellos.
Aclare la garganta, para lograr llamar la atención.
El me miro detenidamente.
— ¡Alec! ¿Qué puedo hacer por ti?
—Le tengo una propuesta señor.
—Te escucho.
***
Renesmee
Sentía la arena bajo mis pies escondiéndose entre mis dedos. Relajándome por completo.
Necesitaba esto. Necesitaba paz.
La playa esta solitaria. El sol ya se escondía tras las olas que se movían lentamente. El océano estaba en calma.
Siento la presencia de alguien detrás de mí. Estaba preparada para huir si se trata de alguien con malas intenciones.
Me fui parando poco a poco. Esperando el siguiente movimiento del desconocido.
— ¡Espera!
Yo conocía esa voz.
—Sabía que te encontraría en este lugar.
— ¿Qué haces aquí Jacob?
—Deseaba verte.
***
Elisabeth
Necesito un plan. Necesito destruirla. Necesito que se largue y jamás regrese.
¿Por qué tuvo que volver?
Todo era perfecto sin ella.
La voy a destruir. Simplemente porque por su estúpida familia, me he quedado sola en el mundo.
¡Todos son unos malditos!
Destruiré sus emociones, dejándola vulnerable. Y me encargare de no hay ningún vínculo entre ella y Jake.
Y cuando eso suceda. La matare con mis propias manos.
Y nadie lo sabrá.
De esa forma, Edward y todos los maldecidos Cullen sufrirán como yo.
Yo hare que los vampiros esclavicen a los humanos.
Nosotros somos los que debemos estar al mando.
Los humanos solo sirven para ser bocadillo de seres superiores.
El único miedo que tengo es Derrick. No quiero que se comparezca de ellos.
No quiero que se compadezca de ella.
Renesmee.
Tu tiempo esta contado.
***
Renesmee
Él se sentó en la arena cruzando las piernas.
—Siéntate. No muerdo.
—Muy Gracioso. —comenté.
El río.
Luego, tras unos segundos volvió aponerse serio.
—Sé que la última conversación que tuvimos no fue para nada agradable. Pero…
— ¿Si? —le anime a continuar
—Quería disculparme nuevamente por todo. Sé que he sido un pésimo amigo. Te he dejado de lado y eso no está bien. Sabes que eres alguien de mucho valor en mi vida. Soy un patán. ¿Me perdonas?
Lo mire a los ojos. Se veía adorable haciendo pucheros.
—Eso es soborno —murmure divertida.
—Claro que no. Vamos… no seas tan dura. ¿Tregua?
—Bueno.
— ¿Abrazo?
—Tendrás que atraparme.
Me levante y me eche a correr rápidamente para evitar ser atrapada.
Por primera vez. En mucho tiempo… me siento feliz.
Él es la causa.
***
Alec
—Soy todo oídos —se ríe amargamente y luego vuelve a la normalidad— ¿cuál es tu propuesta?
— ¿Aun desea señor que Renesmee Cullen, se una a los Vulturi?
—Sí.
—Déjeme vigilarla.
—Explícate.
—La seguiré para comprobar si es digna de unírsenos.
— ¿Estás loco? —Jane acababa de bajar los escalones— ¿Has pensado si uno de los Cullen te descubre?
—Jane… —la interrumpió Aro— Déjalo que lo haga —dijo esto mientras hacia un raro ademan con la mano y mi hermana asentía.
El único que puede darles órdenes es Aro. Nadie más puede controlarla. Eso es seguro.
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Editado: 25.05.2025