Renesmee
Aun no podía creer todo lo que había ocurrido en las últimas horas, lo de Jacob, lo del chico de los mensajes, y ahora estaba junto a este perfecto desconocido que siempre aparece de la nada.
No sé mucho de Alec, ni de dónde viene, ni cuáles son sus intenciones, sé que debería actuar con cuidado, pero no puedo evitarlo.
Aquel día en el café hablamos de muchas cosas, pero nada respecto a su pasado, solo sé que tiene una hermana mayor. Y que estudia en casa y ha viajado a muchas partes del mundo.
Él sabe mucho de mí, y yo casi nada de él.
'Y es que el tiempo se ha detenido mientras estoy entre sus brazos, y yo me he detenido junto a el'.
En mi vida solo me he sentido así junto a Jacob y ahora junto a él.
Yo no me aferro rápidamente a las personas. Ellas se aferran a mí.
No me di cuenta que él me había soltado.
-Renesmee, ven –sujeta suavemente mi mano- cierra los ojos.
-Odio las sorpresas –protesto haciéndole caso– escucho tus pisadas, te alejas –mi rostro cambio su expresión- ¿acaso te vas de nuevo? Ya era suficiente por una sola noche, no quiero que el la termine de empeorar.
-Al contrario, ábrelos –me dice y al hacerlo, lo veo ahí justo enfrente mío con su cálida sonrisa y una hermosa roja entre las manos –Es para ti, combina con tu vestido.
-Es hermosa Alec –sonrió y el rubor me carcome las mejillas.
-¿Acaso seré recompensado? –pregunta, con cierta diversión en sus ojos.
-Por supuesto –respondo siguiéndole la corriente, mientras lo abrazo y deposito un beso en su mejilla.
Esa sensación de nuevo...
-Nessie... -Una voz nos interrumpe, y se perfectamente a quien le pertenece.
Alec se separa de mí. –Si quieres, me retiro y los dejo a solas.
-No, espera, solo será un minuto.
El asiente y yo me acerco a Jacob.
-Hola –saludo.
-Tu novio no me cae bien. –Gruñe.
-Alec, no es mi novio. Es mi amigo. –Me defiendo.
-Eso no interesa, quería decirte algo, pero creo que estas bien acompañada.
-Jacob, tu novia debe de estar buscándote como loca. –respondo con frialdad, tratando de no llorar, no quiero parecer débil.
Jacob hizo un ademan como si fuese a decir algo. Y luego se queda quieto. –Tienes toda la razón, lamento haberlos interrumpido, mejor me voy. Disfruta la fiesta. –Obviamente su voz delataba cierto sarcasmo.
-Igual tu –respondo sin tratar de sonar afectada.
Me duele mucho el hecho de que Jake, ya no es el mismo. Los años pasaron y el cambio. Pareciera que ni siquiera estuviera imprimado en mí, pareciera que eso nunca paso, y todo por Elisabeth. No sé qué le hizo, pero yo no puedo negarme a mí misma lo que siento. Y creí que podría ser correspondida.
Creí dentro de mí, muy en el fondo, que la visión de tía Alice se cumpliría. Que podríamos estar juntos, sin limitaciones. Que yo no tendría que elegir, porque él estaría ahí, y ya no está.
Y eso duele.
Tengo que buscar mi propio camino y olvidarme de él.
***
Derrick
La única intención de estar con Nadia Shay. Obviamente es acostarme con ella.
Sé muy bien como son las chicas como ella. Presumidas, altaneras, se creen la última Coca-Cola en todo el desierto, creen que pueden pisotear a todo el mundo por el poder y fortuna que adquirieron. ¿Bendición o maldición? Pero la realidad es que... en el fondo son miserables y por lo tanto, fáciles de manipular.
No es que desee conocer su miseria.
Estamos en una de las habitaciones del hotel, miro a través del ventanal mientras me pierdo en mis pensamientos. Es una noche nublada.
-Derrick –su irritante voz me llama.
Volteo y la veo con su ropa interior de encaje, apetecible, pero no perfecta. Me acerco a ella como un animal a su presa y la acorralo en la pared más cercana. Empiezo a besarla ferozmente, en un intento desesperado de olvidarme de Renesmee, y las ganas que me dejo al verla tan hermosa hace unas horas.
Tire a Nadia en la cama, sin dejar de besarla y empecé a manosearla debajo del encaje. Ella esta tan concentrada que solo la escucho gemir mi nombre. Cuando me acerco a su rostro me doy cuenta que su labio sangra, y su aroma me llega a comer por dentro.
Me voy acercando a su cuello. El fruto prohibido de mi deseo.
Solo una mordida.
Voy depositando besos salvajes en su piel.
Acaso, ¿debería?
No lo pensé más y efectué mi cometido. En realidad no planeaba hacer esto. Pero no puedo resistirme.
Lo que fueron gemidos de placer, se convirtieron en gritos de agonía. Con mi mano libre, le tapó la boca.
No puedo detenerme. Sigo absorbiendo su sangre. Cada gota, me da ganas de beber más.
Solo un poco más.
Un poco.
Mas.
Cuando caigo en la realidad de lo que hecho. Contemplo el cuerpo sin vida de Nadia en la cama.
***
-¿Te diviertes?, Derrick –La voz de una mujer, resuena en mi oído.
-Jane Vultiri, ¿qué haces aquí? –pregunto con desinterés.
Estamos en la azotea del edificio.
-Viéndote caer –responde desafiante.
-¿Sabes? Estas muy hermosa, con ese vestido. Me pones Jane. –respondí calmado.
-¡Idiota! –responde alterada, de inmediato siento su don en todo mi cuerpo. El dolor va en aumento –Dejémonos de estupideces James, sé que mataste a Nadia Shay. La caza de humanos en ese sitio específicamente, es un delito. No diré nada, pero a cambio de algo.
-De que –siento como sus punzadas me van debilitando. No puedo moverme.
-¿Quién está detrás de los accidentes provocados por los neófitos?
-No sé de qué me hablas –apenas logro decir.
-Si lo sabes –mueve su mano y yo me sigo estremeciendo en el suelo –Podemos durar aquí toda la noche Derrick, depende de ti.
-Para –pido clemencia.
-¿Si? –responde divertida.
-Es Elisabeth.
-¿Y qué artimañas está planeando tu querida hermanita?
-No lo sé... solo sé que quiere destruir a los Cullen y dominar a los humanos.
#396 en Fanfic
#1147 en Fantasía
#710 en Personajes sobrenaturales
twilightfic, vampiros hombres lobos romance, drama amor inesperado misterio familia
Editado: 25.05.2025