Hasta qué tu corazón deje de Latir (sin revisar)

Capítulo 9. Una incomodidad, un enfrentamiento y una disculpa

Renesmee

¡Genial! -nótese el sarcasmo - Elisabeth y Jacob están justo frente a nosotros. Y realmente creo que ha sido unos de los momentos mas incomodos de toda mi existencia.

-¿Podemos sentarnos junto a ustedes? –pregunta Elisabeth nuevamente, al ver que no respondía.

Trágame tierra.

-Si, por supuesto –respondo con sarcasmo.

Hay muchas cafeterías en el pueblo, ¿Por qué tenían que venir aquí?

-Siento lo de Nadia. Me acabo de enterar –trato de sonar sincera.

-Ah si, eso. Algo triste. –Elisabeth mira de reojo a Alec –¿Y este chico, es tu novio?

Yo miro a Alec y ahora si deseo que me trague la tierra.

-Algo así. –responde el, mientras me sonrojo. Jacob lo mira mal. Aun no ha pronunciado palabra.

-Mucho gusto. Soy Elisabeth Adames -le estrecho la mano- Y el-señalando a Jake- es mi guapo novio Jacob Black.

-Hola -saludo el, irritado.

-Mucho gusto, soy Alec. -Alec miro a Elisabeth detenidamente.

La parejita se sentó. Y pidieron café.

-Entonces, cuando será el entierro -dije cabizbaja, Elisabeth me miro.

-Hoy. Pero no hablemos de cosas tristes. ¿Donde conociste a Alec, Renesmee? ¿Fue en Londres? -pregunta Elisabeth con interés.

-Pues, no, lo conocí aquí. -respondo, sin tratar de ser maleducada. En primer lugar, ¿porque quiere buscarme tema de conversación?

-¿Y de donde eres Alec? -Elisabeth habla mas que un perico.

-Soy de Italia.

-Oh... interesante -ahora mira a Jake- Jacob y yo nos vamos de viaje pronto. ¡Sera fabuloso! Y esta pensando en Italia justamente. Me encanta ese lugar. -No se quien tiene la voz mas chillona, ella o la amiga, que en paz descanse.

-¿Ah si? -Alec arquea una ceja y toma de su taza de café.

Jake sigue mirándome.

¿Cuando fue que permitimos esa estupidez?

-Si! -Elisabeth besa en la mejilla a Jake.

Yo ruedo los ojos.

No se como es posible que aun este aquí.

-¿Y cuanto tiempo llevan saliendo? -pregunta Alec, siguiéndole la corriente.

-Casi un año -Elisabeth sonríe con suficiencia- ¿verdad Cariño?

Jacob la mira. -Si, nuestra relación va muy bien.

Elisabeth lo besa delante de nosotros.

Yo no puedo aguantar esto.

-Elisabeth, basta, estamos en publico -Jake la detiene.

-Disculpen, a Jacob no le gustan las muestras publicas de afecto, pero eso cambiara -lo besa en la mejilla y lo abraza como puede.

Si esto es una manera, de hacerme sufrir, esta funcionando.

La incomodidad es enorme cuando te encuentras en una mesa, sentada con el amor de tu vida, un chico que no sabes lo que sientes por el, pero te atrae bastante, y tu enemiga mortal numero uno. En definitiva, no se lo deseo a nadie.

-¿Y tienen planes mas adelante? No se... ¿boda? -Alec contra-ataca.

Elisabeth sonríe y se sonroja. -Puede que si.

-Puede ser posible. -Ahora es Jacob que habla.

Yo me atraganto con la bebida y empiezo a toser como loca. -¿Me disculpan? -Tomo mis cosas y me voy al baño de mujeres.

¿En serio el fue capaz de decir eso? ¡Como se atreve! Se supone que el no debía elegir, que yo estaba aquí. Que yo fui su decisión.

Las lagrimas caen. No hago nada para detenerlas, me encierro en uno de los baños.

Seria una egoísta, si no deseara su felicidad. Pero quizás, me guste serlo.

No le daré el placer a esa bruja con extensiones de verme sufrir. Tienen que estar mintiendo. Tiene que haber alguna manera de salir de aquí, sin que se den cuenta. Ya no puedo soportarlo.

No quiero derrumbarme. No ahora.

***

No se cuanto tiempo me la he pasado encerrada en los baños. Unos pasos se acercan. Y tocan mi puerta, es una mujer.

-Hola, ¿hay alguien ahí ? -suspiro aliviada, ya que no es la misma Elisabeth -Renesmee, Alec me mando a buscarte. Trabajo aquí.

Abro la puerta, aun desconsolada.

La chica se acerca. Es una de las camareras. Lleva puesto el uniforme de aquí. -¿Estas bien? ¿Necesitas ayuda? -susurra apenada.

-Necesito un favor -la chica recoge mis cosas del suelo y yo me acerco al lavamanos, al mirarme en el espejo, tenia todo el rímel corrido. Me lavo la cara.

El agua fría borro todo rastro de que estuviese llorando. -No puedo salir por la puerta delantera, ¿hay alguna puerta de empleados por donde pueda salir? -la chica asiente- ¿Y puedes hacerme otro favor? si no es mucha molestia, voy a agradecértelo.

-Dime -me pasa mis cosas aun prestándome atención.

-Necesito que le digas a Alec, que me disculpe. Que nos vemos mañana aquí si le parece bien.

-Se lo diré.

-Muchas gracias. ¿Como te llamas?

-Agatha. Mucho gusto.

-Nessie, para mis amigos.

Agatha me ayuda a salir por la puerta trasera. Ahora solo tengo ganas de una cosa: correr, correr y solo correr.

***

Alec

No se donde esta Renesmee. Y eso me preocupa. Nunca me imagine que vería a la neófita Elisabeth, encaprichada con un lobo.

Y ni siquiera se como he podido soportar el olor que irradia.

-Si me disculpan. Iré un momento al baño -anuncie.

-Si, claro -Elisabeth me mira.

Al acercarme a los baños, Agatha esta justo ahí haciéndome señas.

-¿Y Renesmee? ¿Esta bien?

-Ella se fue, Alec.

-¿Como que se fue?

-La he sacado por la puerta trasera. Ella me dijo que te dijera que la disculpes. Ella vendrá de nuevo mañana por si quieres verla. tengo que volver al trabajo.

-Gracias.

Vuelvo a la mesa y al parecer el hombre lobo se ha ido.

Alguien me detiene.

-Siéntate, querido. Se quien eres. -Elisabeth me mira maliciosamente.

-Si, ¿ Y quien soy? -pregunto con sorna.

-Un Vulturi. Pero la pregunta es, mi querido Alec, ¿tu amiguita Cullen sabe quien eres?

-¿Que vas a hacer? ¿Decírselo? -ya empiezo a molestarme.

-No Alec, tu lo harás.

-¿Porque te interesa tanto que lo haga?

-¿Porque no me interesaría? -se burla- la vas a destruir. Y lo único que quiero es destruir al Clan Cullen. Renesmee es la llave para llegar a ellos. Y lo sabes. Así que gracias por ayudarme.




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