Capítulo 19. Decisiones, decisiones... Parte II

Dos días antes.

Alec

La ida a Rumania fue tan solo una trampa.

-Cuanto falta? -pregunta Demetri.

-Aún no llegamos a Italia... -comenta Félix.

-Más rápido. -Ataca Jane.

Renesmee está en el Castillo. Al recordarme de esto me obligó a subir la velocidad. -Vamos chicos, tenemos que apresurarnos.

Todos me hicieron caso... Al llegar a Volterra habían vidrios rotos en todas partes. El paronama no es bonito. Paredes rayadas y mucha sangre salpicada. Muchos cuerpos tirados en el suelo. Entre ellos el de la Secretaria.

Corro a velocidad vampírica hasta llegar a la sala de tronos, la cual está vacía. Le dejo a Jane la búsqueda de los maestros y voy directo hacia el ala norte donde se encuentra la habitación de Renesmee.

Pero al abrir la puerta. Ella no está... En cambio me encuentro con un completo desastre el colchón tirado, las gavetas abiertas, el closet completamente destruido. Mi temor aumenta cuando veo las manchas de sangre.

Pero la verdadera pregunta es... Que están buscando?

Corro hacia los jardines para encontrar neófitos aprendices con las cabezas arrancadas y uno que otro humano. Al final de la Rosaleda encuentro a Renesmee tirada en el suelo inconsciente.

Rápidamente la levantó y la llevó al único lugar donde se que puede estar segura.

Uno especial.

***

Jacob

Si Derrick está en lo cierto este debe ser el escondite de Elizabeth. Desde aquí es que tiene que estar planeando su venganza.

-Srta. Adames, tiene una llamada -dice acercándose una "chica" neófita de seguro, bajita y con pelo negro y le pasa un móvil a Elizabeth quien está sentada en una mesa.

-Si? -contesta ella un poco molesta.

Son las 4:00 am. La cierta teoría comprobada de que mi novia es una de ellos. Porque ellos no duermen. Ya no pueden. El frío resopla por todo el lugar. Estamos en un edificio abandonado. Me he colado por las escaleras de emergencia y da a un pequeño segundo piso, un largo pasillo que cubre toda la estructura y me deja ver perfectamente a la Capitana Desastre.

-No puede ser! -susurra alterada de repente levantando su mano libre en el aire.- Me las va a pagar, ese traidor... Es un idiota! Sabía que arruinaría todo.

Será que lo descubrió?

Cierra el teléfono y lo estralla contra el piso. Mira hacia mi dirección como si me hubiese visto y me escondo velozmente cerca de la pared más cercana.

-Como es posible que mi hermano me traicione de esa forma? Uniéndose a esos malditos de los Vulturis! No pueden conmigo... Es que no lo entienden verdad? Verdad? -esta vez está gritándole a la neófita con pelo negro que parece ser alguna clase de asistente- Estoy harta! En serio... Aún faltan dos semanas para el ataque... Diane, -se dirige a la morena mientras está asiente- Llama a Bree, necesitamos planificar el ataque final en Volterra. -Ella Asiente y se retira- Stephan y Vladimir no hicieron suficiente? Aghhh.

-Srta. Elizabeth el Sr. Bree viene para acá. -Habla nuevamente Diane.

Ella asiente y luego se empieza a desesperar. -Que haces ahí parada? Esfumate. Te llamaré cuando te necesite.

Elizabeth camina de un lado a otro. No se cual puede se mi siguiente movimiento. Esto puede terminar en desastre. Me muevo sigilosamente tratando de encontrar una forma de llegar al primer piso.

-Hace cuanto tiempo estas ahí -su voz me congela en el acto.

No respondo. Me paro y me volteo y ella está justo ahí. Serena. Lista para lo que sea.

-Responde -contesta de nuevo- que escuchaste Jacob...

-Todo... -susurro

-Tienes algo que decir? -pregunta en tono molesto

-Estoy de tu lado Elizabeth. No me importa si eres una de ellos.

-Vampira? -responde seductora -Bien. Bien. Sabía decisión. -Ha bajado la Guardia. -Que estarías dispuesto a hacer por mí Jake? Me amas verdad?

-Todo Elizabeth. -Le digo mientras le beso la mano.

Tiene que ser creíble.

***

Alec

La cabaña de mis padres esta en medio de un bosque a casi 50 km de la ciudad de Volterra. Nunca he traido a Jane. Mi madre cuando era niño me dio la llave. Y siempre la he llevado escondida conmigo. Es lo unico que tengo de ella.

Siempre vengo de vez en cuando a organizarla y limpiarla. Es un buen lugar para pensar. Un lugar para alejarme de vez en cuando.

Ahora que tengo a Renesmee entre mis brazos. No se me ocurre mejor lugar que ese. No se porque la hirieron. Pero juro que no permitore eso de nuevo. Bajo ninguna circunstancia.

Con la mano libre saco la llave de mi cuello y la inttodusco en la vieja cerradura. La puerta hace un chirrido al abrirla. Acuesto con cuidado a Renesmme en una de las habitacines y cierro la puerta bajo llave.

Al volver con ella. Me acerco sigilosamente. Se que esta inconciente. Pero tengo ña esperanza de que este bien.

Una mancha de sangre cubre su ropa en el area de su estomago. La retiro un poco hacia arriba y mi temor se hace realidad. La han herido.

-Maldicion.

Su olor entra por mi nariz. De repente mi cara cambia y mis ojos...se que estan carmesi. Me acerco a ella. Su sangre me llama tanto. Estoy tan cerca de su piel.

No. Alec. No puedo hacerle daño.

Trato de controlarme mientras le curo las heridas.

Pasan unas horas... Pero se que esta noche sera muy larga. Voy a ver como esta Renesmee cada hora. Y luego me vuelvo a sentar frente la chimenea.

El sol se va colando por los ventanales.

-Donde estoy? -su voz me retorna a la realidad.

-Veo que despertaste. -Le digo desde el umbral de la puerta viendo su rostro confundido. Sin que me pregunté me siento a su lado y espero que me diga algo.

-Donde estamos? -pregunta mirando a todas partes.

-En el bosque -respondo.

-Que ha pasado? -Se toca la cabeza como si le estallara.

-Tienes suerte de que hayamos llegado a tiempo.

-A que te refieres? La verdad es que no recuerdo nada... -Me mira confusa.