Hasta qué tu corazón deje de Latir (sin revisar)

Capítulo 20. Enfrentamientos

Alec

No podía evitar lo que Renesmee me hacía. Sólo quiero atraerla más a mi. Beso sus labios nuevamente. Y sus brazos me atraen más a ella. Por un momento con una acción ella me hace olvidarlo todo. Como si pareciera tan fácil.

Ella se aparta de mi para tomar aire. Y me mira de reojo. Feliz?

-No sabía que besabas tan bien...
Dice entre suspiros

Yo no quería parar me acerqué de nuevo para continuar la faena pero mientras la besaba siento como alguien nos mira desde afuera.

Me detengo en automático. Y ella me mira confusa. -Que pasa?

-Perdona. Quedaté aquí. No te muevas -le susurro. Pero si quien está afuera es un vampiro. No importa porque de seguro me está escuchando.

Ella asiente. Y yo suelto su mano. Me levanto y me acerco a la puerta a velocidad vampírica. Y la abro de golpe descubriendo a Derrick James.

-Que haces aquí?

-Tienes que llevarla de vuelta -responde seco.

-Y quien me obliga? -intento cerrar la puerta pero su pie me detiene en el acto.

-Espero que Aro no se enoje cuando le comenté que lo has desobedecido.

Lo miro queriéndole arrancar la cabeza pero se que tiene razón. -Está bien, volveremos. Tu ganas.

***

Jane

Veo a Derrick al final del pasillo y me acerco a el.

-Donde está? -pregunto

El me mira interrogante mientras yo espero una respuesta. -Mi cuarto? Esta por alla. -señala divertido. -Si quieres te enseño mi cama.

Agh. Idiota. Con un rápido movimiento de mano lo hago retorcerse en el suelo. Mientras escucho sus quejidos de dolor los cuales siempre son música para mis oídos.

-Jane Basta -Derrick trata de incorporarse pero no puede por el dolor que le estoy haciendo sentir. -Por favor -me mira con suplica.

Lo libero. -Y bien?

-Está aquí. Esta bien. -No se porque... Pero instintivamente segundos después me encontré abrazándolo. El lapso me envolvió por unos segundos. Bastante raro para ser sincera.

Actua como si nada hubiese pasado -repite mi cabeza

-Gracias -Susurro. El me sonrie y yo ruedo los ojos. -No hagas que me arrepienta. Se los lugares que te causan más dolor...

-Ya volviste a la normalidad -responde sarcástico

Yo río internamente y trato de mostrarme igual que siempre. -Vamos nos esperan.

Derrick y yo nos trasladamos a velocidad vampírica hasta la sala de tronos.

No me importaba nada. Sólo necesitaba saber que mi hermano estaba bien. A el si puedo abrazarlo sin ninguna culpa. -Que bueno que estás bien -le saludo.

El me abraza con más fuerza. -Tu igual Jane.

Nos separamos y vi a Renesmee. A su lado. Se que estos dos tienen algo. -Híbrida...

-Jane -responde en el mismo tono.

-Que bueno saber que todos están bien. En su gran mayoría. -responde Aro. -Ahora bien. Hay que vengarnos.

-Señor si me permite creo que Stephan y Vladimir pueden estar aliados con una tercera persona -interrumpe Derrick -no creo que realmente ellos hubieran podido planificar esto solos.

-Estoy de acuerdo con el chico -responde Marco. Por primera vez en todo el rato.

-Bien quien crees que sea? -pregunta Aro suspicaz.

-Mi hermana por ejemplo. Hasta ahora sólo son suposiciones.

-En ese caso, creo que es hora. Ya hemos hablado de esto, Jane.

-Si amo? -pregunto

-Acompañarás a Derrick en esta misión. No me decepcionen. Traigan al informante en Forks y a Alice Cullen.

Veo de Reojo que Renesmee abre los ojos en sorpresa cuando mencionan a su tía.

-Como desee -respondo.

***

Renesmee

Mi nuevo pasatiempo es leer, especialmente a la hora del almuerzo o la cena cuando la Guardia se encuentra en el comedor esperando que Heidi les traiga comida.

Como ahora.

Ni siquiera las paredes de la biblioteca son capaces de silenciar los gritos que se escuchan en la planta baja. Trato de pensar en otra cosa pero no puedo evitar taparme los oídos. Gracias al cielo, está mañana pude cazar en el bosque a la hora de mi entrenamiento con Caius. No se si es que estamos aprendiendo a tolerar nos porque el cara larga no fue tan desagradable conmigo hoy. El odio es mutuo pero en exceso no es bueno.

Camino hacia la sección de Literatura Clásica y busco uno de mis favoritos: 100 años de Soledad de Gabriel Garcia Marquez. Cuando lo encuentro e intento jalarlo siento como que se va para atrás. Lo jalo con todas mis fuerzas y cuando por fin lo tomo veo por la ranura vacía que Alec está del otro lado.

-También quiero leerlo -responde el. Después me sonrie fugazmente.

-Y si dejas que lo lea primero? -respondo yo haciendo un puchero.

-Y si dejas que yo lo lea primero? -responde el divertido.

-Hum, y si lo leemos juntos? -pregunto.

-Puede ser ... Puede ser. Pero aquí no. Tengo el lugar perfecto.

***

Alec

Sabía exactamente donde debía llevarla. En el castillo hay un lugar, que cuando no puedo ir a la cabaña me gusta refugiarme ahí.

-Cierra los ojos -susurro en su oído.

-A donde me llevas? -responde divertida. Mientras le colocó una venda.

-Puedes confiar en mí -fue más una aceptación que una disculpa.

-Sólo por esta vez. No te acostumbres. -Me reitera. Su sonrisa se amplia mientras subimos las escaleras.

-Estamos subiendo escaleras?

-Así es Renesmee.

-Ya dije que no me gustan las alturas?

-Muy tarde para eso señorita. Hemos llegado.

***

Renesmee

Al quitarme la venda con cuidado descubrí que el lugar misterioso se trataba de una pequeña azotea en el mismísimo techo del castillo.

Era increíble.

-Desde aquí se puede ver toda la ciudad... -digo mientras admiro el panorama.

-Estamos en el punto más alto de toda Italia.

-Increíble -susurro.

El me da una media sonrisa y me toma de la mano. -Ven conmigo.

Caminamos hasta una esquina y se sentó haciéndome señas luego para que me sentara junto a él.




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