***
Renesmee
Esto no iba bien. Elizabeth escapo y Aro quiere venganza. Más problemas.
La sala de tronos tenia un aura oscura. No sabia a ciencia cierta que pasaría ahora, pero no iba a ser bueno.
-No se quien la dejo escapar pero esto no puede ser posible -Aro se para- Traiganme a los guardias de turno. Ahora. -Exclama dirigiéndose a Felix y a Demetri.
-Abran las puertas -Ordena Jane.
Ocho hombres aparecen en el umbral y dan pasos al frente.
Uno de ellos está temblando.
Aro camina a su lado mirando a cada uno de ellos a los ojos. -Quiero saber, quien fue. Ustedes protegían el área del calabozo. Quien dejo escapar a Elizabeth?. -Todo el mundo guardo silencio- Quiero una respuesta ahora, o morirán en esta sala, todos y cada uno de ustedes, no estoy de humor para más errores. Y no tendré piedad.
-Sergey-Aro se para ante el más alto de todos, Sergey tiene cabello oscuro, y es corpulento pero no tanto como Felix.
-Si amo? -responde tratando de calmar su voz.
-Eres uno de los más viejos guardias a mi servicio, desde tiempos incontables. Necesito un poco mas de ti ahora. Quien de tu grupo es el culpable?
Sergey traga y mira al resto de los hombres. Esta entre la espada y la pared. Va a traicionar al culpable por salvar su propia vida. Lo veo en sus ojos.
-Amo Aro, Ed y yo encontramos a Mathias en la celda de Elizabeth, creo que ella lo ataco.
El hombre que temblaba antes al parecer es Mathias porque dio un paso al frente.
-Gracias Sergey. -Aro mira a Mathias por primera vez. -Eres tan debil... como pudiste dejar escapar a una presa fácil pequeño imbecil!
-Lo siento señor -susurra sin mirar a nadie. El mira al piso esperando su momento final.
No se atreverían aquí mismo a quitarle la vida, o si?
No...
-Eres un estúpido -escupe Aro
-Señor por favor, tengo familia.
-Dije que no tendría más piedad. -Exclamo -Felix, Demetri... por favor
-No... -ahogo un grito intento moverme hacia el hombre que está arrodillado en el suelo.
-Renesmee no -Jacob me abraza entre sus brazos, inmovilizandome, deteniendome al instante y me mira a los ojos tratando de tranquilizarme
Pero es muy tarde. Justamente ahí enfrente de nosotros se escucha el grito de agonía, y segundos después la cabeza de Mathias está en el suelo.
***
Han pasado varios días desde el escape. La bruja no ha atacado pero no significa que no podamos estar alertas. Después de correr lo más rápido posible, y otros ejercicios de entrenamiento que el rubio cara larga me imponia, estaba agotada.
-Más concentración Renesmee... -Caius me miraba impaciente.
-Bien
El se encontraba a cierta distancia de mi. De repente lanzó tres cuchillos en mi direccion. Los cuchillos valoraron acortando la distancia de nosotros. No deje que llegarán a tocarme, pero casi sentía como atravesaban mi piel, los detuve en el aire. Hice que se volvieran hacia el, y como siempre, los esquivo sin problema.
Puede que no tenga dones. Pero sus reflejos son implecables.
-Bien, tratare de entrar en tu cabeza. Preparate.
Me concentró el doble para no dejar que entre, al parecer puedo desarrollar el don de mama. El escudo.
Caius bufa comprobando que no ha podido lograr su objetivo. -Bien, que estoy pensando?
-En tu cena de anoche. Pobre chica. -Puse mueca de asco.
-Su sangre era exquisita... -Se que solo sigue el juego para molestarme. Pero no caeré en esa.
Hasta ahora he desarrollado tres dones. Además de mi don principal. Lo cual ha dejado complacido a Aro. Carlisle me ha llamado y esta contento por las mejoras, supongo que lo mantienen actualizado de mis progresos.
-Es todo por hoy, Renesmee -Caius camina hacia el castillo.
-Necesito cazar -le grito por encima de su hombro- tengo hambre, y no he tomado sangre animal en dias.
-Bien, te mandare a Alec. Espera aqui -responde.
Escucho sus pasos alejarse. Pero aún así me siento inquieta. No he vuelto a hablar con Alec desde hace dias. El ultimo recuerdo que tengo de el, es cuando estaba besando a Heidy en el club.
Dios.
Necesito tomar una decision.
Escucho un ruido y me pongo alerta. -Alec? Eres tu?
No hay respuesta. Estoy preparada para correr. Aunque no se que tan lejos estoy del castillo.
Pero antes de que pueda mover mis brazos para lanzar una rama, unas manos me tapan la boca, pataleo como puedo y le lanzó rocas, a lo que sea que me cubre, siento de repente como una aguja entra en mi cuerpo y un líquido se va combinando con mi sangre. Estoy más cansada, solo quiero cerrar mis ojos...
-Renesmee! -escucho a lo lejos pero se perfectamente se reconocer la voz de Alec.
Logre morder la mano que me silenciada con la poca fuerza que tenia pero estaba muy debil. -Alec, Alec, salvame!
-No esta vez, perra -susurran en mi oido -mientras el dolor me llena por completo. Quebrantando mis huesos.
No logro ver más.
No siento nada más.
***
No recordaba que el proceso de abrir los ojos sea tan doloroso. Sentía dolor en todo el cuerpo especialmente en las muñecas y en los tobillos. Al recuperar por completo la vista descubrí la razón. Estaba encadenada sobre un trozo grande de madera vieja.
El paisaje no era agradable. Estoy dentro de una celda, no tengo nada que manipular, no hay rocas, pero hay barrotes, aunque me cuesta lanzarlos porque no tengo libertad de movimiento. Hay otras celdas vacías a mi lado. Al parecer estoy en una bodega. Veo tubos, ratas, telas de araña, escombros, el silencio a abrumarme.
-Me encanta verte así -esa voz la conocía perfectamente.
-Se que estas ahí Elizabeth -respondo con dureza.
Un foco se enciende. Y al mirar cerca de la luz puedo ver una platea, o un segundo nivel. Y ahí en el balcón estaba ella mirándome decidida. -Así esta mejor princesa?
-Porque me tienes aqui? -pregunto
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Editado: 25.05.2025