Epílogo

Renesmee

Mi familia se lo esperaba desde antes que decidiera venir de Volterra y no quedarme con los Vulturis.

Jacob y yo por fin somos novios. Tenemos una semana juntos y me siento tan feliz que puedo estallar. Mis padres, a pesar de la negativa de papa, de que el estuviera conmigo en un principio, están felices y lo han aprobado.

Esta noche vamos a tener nuestra primera cita no tengo ni idea de que me pondré, porque en realidad las citas que he tenido, las pocas que tuve en Londres fueron malas, tengo miedo de que las cosas salgan mal.

Al parecer el rumor se corrió y tengo a Tía Alice, Tía Rosalie, Abuela Esme, también a Alexia y a mi madre en mi cuarto a puerta cerrada. Mís tíos y mi papá han insistido en entrar a la habitación solo para saber que estábamos haciendo.

-En realidad no es para tanto -les comento yo mientras tía Rosalie y Tía Alice pelean porque sería mejor; un vestido o unos jeans.

-En realidad sí es para tanto, tienes que estar perfecta. -Comenta Alexia.

-Yo lo que creo es que Renesmee debe elegir algo cómodo pero bonito. -Comenta mi abuela buscando aprobación de mamá.

-Alexia tiene razón, es la primera cita además no sabemos que harán así que Esme también tiene un punto -mamá me mira. -¿Que te parecen unas mallas?

-Creo que tengo algo perfecto para eso -responde tía Alice. -Esperen aquí. -Les dice a las demás mientras me toma de la muñeca. - Ven, vamos y me lleva al pasillo y me pasa un conjunto.

Entró al baño para cambiarme.

Tengo unas mallas rojas con una blusa negra y un cinturón. Con unas zapatillas de plataforma. -Salgo del baño y tía Alice sonríe en aprobación y me lleva de nuevo a mi habitación donde las demás están hablando.

Cuando abro la puerta todos los pares de ojos me están observando.

-Estas hermosa -.Mi mama aprueba la ropa mientras me lleva a sentarme hasta mi cómoda.

Alexia me mira y sonríe. -Te queda muy bien, te voy a tomar prestadas esas mallas.

-Cuando quieras -le digo mirándola a través de mi espejo.

Tia Rosalie se coloca detrás de mí y me sonrie. -Te queda muy bien esa ropa.

-Gracias, gracias -Alice se regordea.- Soy una genio.

-Casi -le responde Tía Ross mientras toma de la cómoda lo que va a utilizar. -Vamos a arreglarte el cabello.

Unos minutos después veo mi reflejo en el espejo y mi pelo está en pequeñas ondas hacia abajo. Y se ve genial después de eso, mi madre me pinta las uñas y finalmente Alexia me maquilla.

Y no reconozco a mi misma cuando me veo.

-Quedaste increíble -comenta tía Rosalie.

-Estas hermosa Renesmee -mi mama me da un abrazo.

-Bella, muy bella -Alexia asiente una vez finalizó con el maquillaje.

-Creo que ya esta aquí... -Comenta tía Alice al escuchar una bocina de un vehículo.

Me despido de todas rápidamente. Y mi madre me acompaña al porche. Jacob está afuera apoyado de su cadillac, con una chaqueta negra y un tshirt debajo, pantalones apretados y zapatos negros. Y se ve tan bien...

-Diviértanse -comenta mi madre. Le doy un beso en la mejilla. Antes de ir a donde esta Jake.

Papá sale en el ese momento y abraza a mi mamá.

Están sonriendo.

Me despido con la mano antes de abrazar a Jake y susurrarle un hola en su oreja. Me envuelven sus brazos fuertes y su olor a perfume.

-Hola -susurra en mi oído en respuesta.

Me abre la puerta de su auto y entro del lado del copiloto y el la cierra y entra del lado del conductor. Nos ponemos los cinturones y el arranca el vehículo.

-Te ves bellísima -aprovecha para detenerse debido al tráfico y me besa en la boca. Siento su calor, y quiero mas pero se que tenemos que ser prudentes.

-Gracias, estas muy guapo -respondo de igual forma.

El auto, es descapotable y hoy le ha bajado el techo, así que la brisa está removiendo mi cabello, esta atardeciendo y estoy disfrutando de la vista del mar por la carretera.

-¿Que haremos hoy? -pregunto. -Y no me digas que es sorpresa.

-¿Tienes hambre? Se me ocurrió hacer algo de comer. -Responde tranquilo mientras sigue conduciendo.

-Si, creo que tengo algo de hambre. -Le digo. -¿Vamos a tu casa?

-No. Quise hacer algo especial -su sonrisa me detiene y hace que mi corazón quiera brincar.

Unos minutos en coche. Me di cuenta que salimos de la autopista, han pasado unos minutos ya, y entramos por una entrada a un parque. Jacob condujo por el camino principal hasta llegar a un pequeño risco. Poco a poco los rayos de sol se iban disminuyendo.

El apaga el vehículo y nuevamente me abre la puerta para salir. Le doy las gracias con un beso en la mejilla. Y veo que después el abre el baúl y saca una canasta.

-¿Trajiste algo para picar? -le pregunto. Siempre le pregunto mucho porque nunca me dice que tiene en mente. Solo lo hace y trata de sorprenderme. Supongo que eso me gusta.

El toma mi mano, me da un beso corto que se siente como una caricia en mis labios. -Ven.

Caminamos un poco mas, y nos sentamos en la hierba después de que Jake abre la canasta y tira un mantel sobre la hierba. Aprecio la vista por unos momentos. Estamos sentados en la punta de un pequeño risco dentro del parque estatal. Y la vista de la ciudad de Washington está frente a mi con los últimos rayos de sol escondiéndose detrás de los edificios.

Más abajo del risco, más cerca de nosotros hay un claro y una cantidad de árboles diferentes. Y distintos caminos que se cruzan para los que vienen a explorar en bicicleta.

-Este lugar es tan pacífico -le comento.

-Por eso me gusta. Aveces vengo, cuando quiero estar solo. -Me comenta esto mientras el sol termina de ocultarse. Pequeñas estrellas brillantes empiezan a aparecer en el cielo mientras la farolas del parque se van encendiendo. A lo lejos la ciudad se disuelve en muchos puntos brillantes, pequeñas luces amarillas y blancas y se va poniendo más oscuros mientras va llegando la noche. -También me gusta por eso, es increíble de noche.