Hasta que tus padres nos separen.

V E I N T I U N O

Llego al despacho de los abogados Eiffel impaciente por saber que es lo que ha sucedido con el proceso de herencia, sobre todo con el amparo que los hermanos Gallagher solicitaron en mi contra.

Odelyne, la secretaria me saluda con alegría como de costumbre y me invita a sentarme en la linda sala para esperar a que el abogado Alan se desocupe, pensándolo bien esos hermanos siempre tienen mucho trabajo, se nota a kilómetros que son buenos en lo que hacen.

Luego de minutos veo como se desocupa uno de los dos despachos, Odelyne me indica que puedo pasar, me levanto de mi asiento con mi bolso en mano y camino hasta el lugar de reuniones con los clientes.

—Hola, señorita. ¿Cómo le va? —es amable y guapo «¿ya lo había dicho?».

—Bien, ¿y a usted?

—De maravilla —sonríe y no dejo de pensar en cómo pueden concentrarse las demás mujeres con un hombre tan guapo y maduro como él, gracias al cielo Isma no está en mi cabeza, porque de hacerlo ya estaría muerta.

—Y, ¿cómo va todo con el caso? —me animo a preguntar antes de seguir babeando por ese abogado.

—Los hermanos siguen aferrados a la idea de que el testamento será revocado, cosa que no sucederá —me da una mirada suficiente para relajarme —lo único que usted debe hacer es seguir con la buena administración del lugar tal y como lo ha hecho hasta ahora, eso ayudará en caso de que el amparo se alargue.

Sigue dándome recomendaciones de lo que debo hacer, me explica palabras legales que aún seguía sin entender y al finalizar salí con una sonrisa de oreja a oreja al saber que el testamento no sería revocado así mis cuñados hablasen con el mismísimo presidente.

Subo al auto y manejo hasta la funeraria donde abrí vacantes, elegiré a los más capacitados, les daré una semana de prueba y si no dan la talla, deberán regresarse por donde vinieron, no me importa el gasto que eso signifique, lo que necesito es a personas que les apasione el trabajo y sobre todo que sean respetuosas.

Estoy consciente de que varias personas irán a la entrevista por mero morbo, sin embargo conozco a ese tipo de personas y no dejaré que terminen de presentarse cuando ya los estaré invitando a la puerta para que se marchen.

El precioso de Isma me ayudará a conseguir a buenos candidatos y en cuanto la funeraria vuelva a funcionar con normalidad, buscará un trabajo relacionado con su carrera, ¡eso aumentará su felicidad!

Atravieso parte de la ciudad, me aparco en el estacionamiento exclusivo para personal de la funeraria y salgo del auto para comenzar un largo día de entrevistas.

Lo primero que veo al entrar a la funeraria es a mi chico dando las instrucciones para que todo salga tal y cómo lo planeamos, siendo sincera teníamos mucho tiempo que sin contratar a personal, no lo veíamos necesario, pero ahora lo es.

Mientras mi chico sigue dando su discurso, le doy una leída rápida a los CV que nos enviaron y de los diez presentes que hay, puedo decir que sólo dos tienen las características que estamos buscando, aunque por primera vez no me dejaré guiar sólo por eso y les daré las mismas oportunidades a todos.

***

Son las 12:40am, el día aún no se termina para mí, pues luego de tantas entrevistas de trabajo recibí el cuerpo de tres personas y me falta uno por embalsamar, ¡qué pereza!

Me quito un momento los guantes, me derrito en una cómoda silla y decido descansar un poco mientras me entretengo en el celular.

Tengo mensajes de mi prometido preguntándome si necesito ayuda «lo obligué a que se marchara en cuanto terminaron las entrevistas», le respondo que no y me sorprendo al mirar varias llamadas perdidas de Claudia, decido enviarle un mensaje y pego un chillido cuando suena mi celular repentinamente «tampoco me culpen siendo tan tarde y compartiendo una habitación con tres cuerpos, nunca he sido miedosa en esos aspectos, lo cierto es que no recuerdo haber estado completamente sola en la funeraria por la noche desde hace mucho tiempo, Isma siempre me acompañaba».

—¿Hola? —respondo luego de aquel susto.

—¡Kary!

—¿Qué haces despierta tan tarde? —gruño sabiendo lo mucho que disfruta dormir temprano y levantarse tarde como una jodida mimada.

—Tengo insomnio.

—¿Qué? —digo sin poder creerlo.

—Cooper no ha llegado —suelta un largo suspiro —y por más que quiera dormir la cama se siento vacía sin él.

—Lo lamento, Clau —ladeo mis labios —¿quieres hablar de un tema en específico?

—A decir verdad, no, sólo quería escuchar tu tranquilizante voz.

—Ni tú te la crees —estallo de risa.

—Tiene razón —me imita al reírse —quería recordarte que mañana llegaremos a tu ciudad y que pasado mañana es la fiesta de Andrew.

—¿Andrew? —mi mente está bloqueada, no me acuerdo de nada.

—El amigo de Cooper, querida.

—¡Cierto! —un foco imaginario se ilumina encima de mi cabecita.

—¡Recién llegó Cooper! —pega un grito tan fuerte que me hace estremecer —nos vemos mañana, nena.




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