❣️ESPECIAL SAN VALENTÍN.❣️
Finalmente ha llegado el día, Andrew y yo fundiremos nuestra vida en una sola y aunque me entusiasma la idea de estar junto a él por la eternidad, me aterra pensar que su mamá pueda estar planeando alguna maldad para impedir nuestra boda, no es un enigma que me odia «nos odiamos mutuamente».
Es 14 de Febrero, sé que elegimos un día supremamente cursi para casarnos, pero es tanto el amor que nos tenemos, que no pudimos elegir un día más conveniente que éste, es el día ideal para estar juntos como pareja acompañados de nuestra familia.
Al inicio estaba aterrada por el clima, la ciudad es caótica y la mayoría de los días de Febrero, llueve en demasía, para nuestra fortuna, hoy el sol está en su pleno esplendor y hasta parece que estamos en primavera, el clima se siente cálido y definitivamente, ¡el destino vuelve a premiarnos!
Tocan la puerta y abro sabiendo que es Claudia, quien viste un vestido en color nude que se le mira increíble.
—¿¡Lista?! —me revienta el tímpano.
—Lista —esbozo una sonrisa decidida, ¡me entregaré al hombre que amo!
—Por Dios, estás muy sexy —me hace girar y aprecia mi bata de baño un poco transparente, se pueden mirar mis ligueros y mi lencería sexy en color blanco con encaje —vas a matarlo en la cama —chilla ilusionada.
—¡Ojalá! —suelto risitas.
—Estoy muy feliz por ti, mírate nada más —me observa de pies a cabeza —vas a casarte con el millonario que siempre anhelaste, lo mejor de todo es que no es sugar daddy —reímos —es aguien a quien amas, alguien que te ama con la misma intensidad.
—Lo sé —cierro los ojos y respiro para no llorar y arruinar el básico maquillaje que me hizo una reconocida maquillista de la ciudad «al menos Emilia hizo algo bien y no se preocupó por los gastos» ella misma me peino con un moño de princesa, ya tengo puesto mi velo y una pequeña corona de oro blanco «¡$$$!» mis aretes también son de ese material, me veo tan bonita y diferente con el cabello atado que hasta me desconozco, espero que Andrew no piense que le cambiaron a la novia.
—Estoy muy feliz —confieso.
—La vida está remunerándote todo lo que alguna vez te quitó, Kary —deja un beso en mi mejilla —te amo demasiado y cada logro que das, lo siento como mío.
—Me harás llorar, Clau.
—Eres la única amiga que ha estado en mis momentos buenos y malos, la única que ha soportado mis gritos —somos gritonas, por eso nos aguantamos mutuamente —la que siempre se ha preocupado por mí y la que se interesa en saber cómo van las cosas conmigo y mi esposo —definitivamente estamos sentimentales —gracias por ser mi amiga, Karyme.
—Gracias por tenerme paciencia y amarme aún con lo perra que alguna vez fui contigo.
—Ser perra está en tu naturaleza —bromea para aligerar el ambiente y que no rompamos en llanto cuán niñas pequeñas.
—¡Gracias por estar aquí! —la abrazo con fuerza y me carcajeo, por esas acciones nuestras "amigas" pensaban que éramos lesbianas, por supuesto que invité a esas mierdas de personas a mi boda por dos razones; para restregarles que mi boda será mejor que las de ellas y por los lujosos regalos que nos traerán «¡hay que ser inteligentes!».
—Dejémonos de cursilerías y terminemos de arreglarte —asiento con la cabeza.
—¿Sabes? —enfoco mi mirada en las zapatillas en las que se fue el 25% del dinero utilizado para la boda «le advertí a Andrew que casarse conmigo no le saldría nada barato y no le importó en lo absoluto» —creo que azotaré con eso, el tacón es muy delgado.
—Está corto, además gastaste todo el dinero en esas zapatillas, ¡te las vas a poner! —me regaña.
—Sí, sí —repito.
—¿Lista? —el vestido está colgado en un elegante gancho con adornos de perlas y asiento, ella lo toma y camina con él con mucha delicadeza, lo veo de cerca y chillo de emoción, es hermoso «y sumamente pesado por todas las capas de tela que tiene, es de hombros descubiertos y en corte de princesa».
La experta en bodas «Clau» se asegura de colocarme el vestido y tengo que sumir mi vientre «tantos nervios han hecho que coma más comida chatarra de lo normal, sobre todo snacks y chocolates» para que el vestido cierre, ella es cuidadosa y va abotonando cada botón de la parte traseracon extrema delicadeza.
—Listo —me veo en el espejo de cuerpo completo y no puedo creer lo que mis ojos ven, ¡estoy bellísima!
Mis ojos se miran más grandes y brillosos de lo normal por la emoción que se aloja en mi corazón, mis labios están deseosos por besar a los de Andrew como esposos por primera vez, mis mejillas están sonrojadas al saber que dentro de poco admiraré a mi novio vestido de gala para el evento que hemos estado organizando durante tanto tiempo, mis manos pican por acariciar su mejilla y su barba, mi nariz está lista para deleitarse con su fragancia masculina y mis cuerdas vocales están listas para decir "¡acepto!".
En ese momento tocan la puerta de la habitación del lujoso hotel en el que nos encontramos «sí, ¡estamos en Estancia Inn» y me sorprendo, no espero a nadie.
Claudia frunce el ceño y avanza hasta la puerta para abrir, sonríe emocionada y deja que un guapísimo hombre entre a la habitación.