Mili
Me encontraba enfrente de él aula de Arte, el profesor José y la directora me miraban fijo mientras esperaban la explicación de mi pintura.
Los nervios me recorrían al ver a todos mis compañeros de arte mirándome fijo, solo buscaba a una persona para calmar mis nervios.
Comencé a sentir que la respiración se me cortaba;
siempre he odiado esto de ser él dentro de atención yo prefiero pasar desapercibida.
No sé en qué momento me armé de valor cuando el profesor hablo que seguía yo en explicar mi pintura, ahora que estoy aquí parada, quiero salir corriendo y reprobar.
Me reconforta un poco ver a Camila sentada en una de las butacas.<<Tú puedes>> me anima mientras la miro con pánico.
-¿Y bien, porque te identificas con esto?- se dirigió el profesor asía mi.
-Yo…- comencé a mirar a todos lados y jugar con mis manos-No puedo- susurré- para mí-el pánico invadía cada parte de mí.
-Estamos esperando- puntualizó la directora con una sonrisa.
"Creo es momento de correr"pensé, pero mis piernas no cedían. Y entonces pasó, Él entró al aula, lo mire fijo, su cabello caía de un lado lo cual asía sus facciones más afiladas, sus ojos color Miel se alumbraron al verme, una sonrisa juguetona se postró en él. Me quede embobada con su excelente fisionomía.
Y lo sabía faltaba él, él era mi fortaleza mi seguridad, Lo miré una vez más y esta vez pude leer lo que de sus labios salía<<Tú puedes, Te amo>>, no podía creer eso seguro lo imaginé.
-Y bien repitió -la directora.
Respire hondo mientras serraba los ojos-¿Cómo me identifico?- repetí-Atardecer, son colores cálidos y hermosos; eso representa lo bueno que he tenido en mi vida y la poca paz que eso ha tenido en mí, el Anochecer, ¿es un poco más grande que él atardece no? Eso es el dolor y sufrimiento que ha abarcado más espacio que lo bueno, eso es todos los días, noches que me la he pasada tumbada en mi habitación llorando, sufriendo.
Todo mundo se quedó callado, todos me miraron, al escuchar lo último, sabía que pensaban<<pobre de ella>><<se hace la víctima>>me imaginé asientos de comentarios que podían estar pasando por su mente. Después dinos minutos de silencio la directora aclaró su voz.
- y la mariposa ¿Cómo tú te identificas con ella?-
-Yo llegaré a ser ella- susurré- ¿por qué? Sé que en estos momentos de mi vida soy como la oruga, tengo que pasar por varias etapas para llegar a ser como la mariposa que vuela alto sin que el miedo la alcance,"ser libre", feliz.
Lo miré mientras continuaba hablando.
-Y nunca más estar en la oscuridad del dolor, y volar hacia los cálidos brazos del atardecer.- quería correr hacia él y hundirme en su pecho que sus brazos cubrieran de mí.
-Muy bien hecha Mili- la vos del profe José se escuchaba rara.
Deje mi pequeña obra en el instituto, ya que fue elegida para exhibirse la última semana de clases en el auditorio.
-Bien hecho, fuiste la mejor- me animo Camila al salir.
Respondí con una sonrisa, No sabía dónde se encontraba Aron, después de mi explicación lo perdí de mi vista por ver cuál había sido mi calificación, lo viajé, pero no lo encontré.
-Y ahora a donde vamos-
—No tengo ni idea, Nana está en casa esperándome para comer ¿quieres venir?, ya después vemos que asemos-
-Acepto, solo si al terminar comemos helado- negoció.
-si, pero vamos tengo hambre-
¿Por qué se fue? ¿A dónde fue? Me preguntaba de camino a casa, ¿Algo le habrá pasado?, mi preocupación por él es evidente, se fue tan rápido.
-Nos la pasamos la tarde comiendo helado y viendo otra temporada de Riverdale- pero mi mente estaba pensando en él.
-Me escuchas, Tierra llamando a Mili!!- me grito Camila sacándome de mis pensamientos.
-Perdón, que decías-
-Que ya me aburrí, que si querías ir a casa de Luis, habrá una pequeña reunión.
-No tengo ánimos, aparte quien va a una fiesta en mitad de semana y estando en exámenes.
-Aburridaaaaa…!!-comenzó a hacer pucheros.-Vamos, vamos si-suplico.
-Solo un rato- accedí.
Subimos a mi habitación, para que Camila se retocara el maquillaje, yo solo me puse una sudadera.
-¿Y esas maletas, Mili?- se detuvo enfrente de mi armario.-No me has dicho que vas a salir de viaje-
-Te dije que tenía planes con papá y nana al terminar el semestre.
-¿No es muy pronto para hacer maletas? Aparte quedo una semana todavía-
-No quiero que nada se me olvide- le reste importancia- Bueno vámonos o se ara tarde-
Llegamos a la casa de Luis, la música se escuchaba fuerte, y eso que todavía no entrábamos, el lugar estaba repleto de gente del instituto.
-Es la anti penúltima fiesta del instituto- Camila hablo al ver mi cara.
-Con razón hay demasiada gente.
Mire mi teléfono para saber si tenía algún mensaje de, él, pero nada, Camila me ofreció un trago y yo lo acepté, no pasaría nada.
Me estaba comenzando a marear después del cuarto trago, mi mente se despejó y comencé a disfrutar junto con Camila la fiesta.
Comencé a bailar con ella y después Luis se acercó con otro él cuan no conocí, pero no me importó porque comencé a bailar con él.
-Aún me acuerdo de tus fotos- susurró él en mi oído y se acercó más a mí - Mírate muy santa, pero con cuatro tragos eres una perra -traté de alejarme del, pero me agarro de la cintura y no me dejo mover.
Mi mente comenzó a recordar, sus sonrisas, sus miradas, sus manos tocándome, lo empujé lo más fuerte que pude y salí corriendo.
Salí corriendo y me derrumbé en un árbol que se encontraba lejos de la casa.1,2,3 contaba en mi mente esperando calmar mi ataque de pánico.
Escuché los gritos de Camila buscándome, no conteste solo quería estar ahí sola, llore cuando deje de escucharla. Me levante y camine hacia mi casa, solo la noche fue testigo de mí.