AGNES
Soy una completa estúpida, por suerte tenía a Andrew y Becca, son incontables las veces que me han salvado de momentos así… o peores.
Después de verme salir, mi hermano y Becca se apresuraron siguiéndome en la camioneta. Lo que me contaron es que llegaron a los segundos del choque, gracias a esto no pasó a peores, ya que (según mi hermano y prima) unos tres tipos del auto negro que me chocó se habían intentado acercar a mí, pero escaparon en cuanto vieron la camioneta de Andrew. El choque fue algo predeterminado, se supone que el semáforo me permitía el paso, sin embargo, el auto negro salió de la nada, por eso pensamos que pudieron estar siguiéndome, la pregunta es ¿Qué querían?
De todas formas, el escape me Salió caro, no lo digo por la moto o el golpe, sino que, el doctor que me revisó dijo que afortunadamente las consecuencias no fueron más que raspones, pero de igual manera tenía que estar en cama. Entonces me encuentro postrada y con ganas de arrancar el cuello de aquel hombre, no me muevo de aquí desde esa noche, y por ello solo falta un día para que las visitas lleguen.
Por otra parte, ya que no me debía mover de aquí, pude hablar con Becca sobre lo de esa noche, le expliqué todo al igual que ella a mí. No me convencía para nada, pero extrañamente a papá le había parecido una buena idea, mi prima me acompañaría hasta cuando mamá la necesite en la academia. Becca y yo estamos juntas desde que somos pequeñas, y estando en otro país una cara conocida será el mayor regalo.
-Agnes, vamos a caminar por el jardín. - mamá entró en la habitación con su conjunto naranja.
-Si, por favor- me levanté de un salto echando las sábanas a un lado. Mamá me mira con diversión, su figura es alta, tiene el cabello dorado al mismo tono de Andrew, su cuerpo está conservada a la perfección gracias al ballet. La admiro infinitamente.
Después de cambiarme me encuentro saliendo al jardín del brazo de mi madre. El sol está poniéndose y pinta el cielo de tonos cálidos, es muy relajante.
- ¿Te ayudo a cubrir los golpes para mañana? - cuestiona mamá mientras caminamos
-Yo lo hago, solo es poner maquillaje- por suerte esa noche del choque me coloqué el casco antes de salir, seguridad, ante todo- Mamá… ¿Crees que él siga siendo el mismo? –Ella sabe a quién me refiero- Estuve escuchando cosas algo extrañas… pasó mucho tiempo desde que lo vimos.
-Sabes todo lo que pueden decir de la gente como nosotros, pero no creo que todas sean exageraciones, sabes lo que se hace por conseguir las cosas aquí. Siempre fue un chico bastante inteligente… astuto, sobre todo. - responde con calma- recuerdo la primera vez que lo trajeron aquí, solo tenía unos cuantos años, creo que unos cinco- hace una pausa- Juliet era un bebé al igual que…- se detuvo- y Castian tenía como tres años, siempre tan parecidos.
-Es verdad, antes se parecían más ¿no?
-Eres afortunada, Agnes- mamá dejó de caminar para tomarme el rostro- Creo que ya lo sabes.
Respondí con un simple “ujum”, no sabía cuan afortunada podría ser sin la familia, el resto es cuestionable.
-Becca te hará mucha compañía, pero ira luego de unos días, sería muy inoportuno que vaya tan pronto. No sé por qué Levián dejó que vaya- eso me dejó descolocada, se supone que papá suele hablar estas cosas con mamá, además, pensé que ella estaría feliz con que Becca me acompañe- ¿me estas escuchando, hija? Deja de arrugar las cejas, te quedarán marcas- no es algo que haga conscientemente, pero tampoco lo hago siempre, está exagerando- ¿Qué dices?- pensar y no susurrar, pensar y no decirlo en voz alta, Agnes- Te avisaba que Becca llegará a Canadá unos días después, aún no se lo decimos.
-Se lo diré yo, dijo que vendría hoy a dormir.- O al menos eso se supone, no la veía desde hace dos días.
-Sí, pero no se acuesten tarde, tienes que descansar para mañana. - Ahí estaba la recomendación para una adolescente, pero se le olvida que ya tengo veintiuno, no trece.
-No hay problema con eso, no se me notará la cara con todo el maquillaje que tendré puesto.- solté sin pensarlo.
Mamá paró y me volvió a coger el rostro con una mano haciendo al lado mi cabello.
Luego mordí mi lengua
-Está peor que nunca. - sus ojos recorrían mi sien, por suerte solo me golpeé eso… y el borde del labio, pero era algo que sabía cubrir. - Fue una suerte que no te mates con esa cosa- No era fan de nada de lo que yo sí, pero así es la vida- Tu padre la mandó a la basura.
- ¿En serio? -Me estaba controlando, esa “cosa” era como mi hermana- ¿Por qué? La compré yo.
-Puedes usar el auto, no queremos más accidentes, ni Andrew usaría una motocicleta.
-Sabemos que Andrew no sabe manejar ni bicicleta, no cuenta mamá- Caso perdido, apuesto que fue idea suya botar la motocicleta.
Solté todo el aire, resignación, ya lo dije.
-Tienes el auto casi nuevo, Está guardado mucho tiempo y estaremos más tranquilos de que lo uses.
Pasamos la tarde conversando y obviando el hecho de que hice una estupidez… una más.
Estaba en mi cuarto pensando sobre lo que pasaría la semana que viene, en la familia y en la academia. Mamá tenía bajo su cargo una de las más importantes academias de “ballet” y desde muy pequeña me había enseñado ese… arte, pero nunca lo habíamos visto como una carrera que seguiría de por vida, es más como una disciplina, y Becca había estado allí unos años después porque mis tíos así lo quisieron. Cuando terminé el instituto fui a la universidad, estudié psicología y administración prácticamente a la misma vez, Becca se sintió atraída por la administración así que decidió entrar y estuvimos pegadas la mayoría del tiempo, pero es unos meses menores que yo (meses que le hicieron ir un año atrás del mio), por lo que, aunque estudiamos una carrera juntas, no estuvimos siempre en las mismas clases.