006

Rafe Cameron

Es la primera persona que veo cuando abren la caja.

Está apoyado en la pared frente a mí y me está mirando. Sus ojos son todo lo que quiero ver en este momento y realmente parecía disfrutar de esto. Mi estómago se hunde porque una parte de mí creía que él no sería parte de esto. Por un segundo ignoré las risas de las personas que estaban en la habitación y fije mi vista en él, suplicando por ayuda. Estaba a tiempo de arrepentirse y era la única persona que podía salvarme de esta situación, nadie se enfrentaría a él si intentaba sacarme de esta situación. Pero solo se quedó ahí mirándome sin hacer nada.

Estaba por mi cuenta. Solo podía contar conmigo misma. Y juro que no dejaré que ningún Kooks me toque. Incluso si vuelven a apuntarme con esa arma.

--Cambio de planes, Grace--Anuncio Connel y tomo mi brazo intentando sacarme de la caja, pero no se los dejaría tan fácil prácticamente me até a la caja y aunque mi brazo dolía por la fuerza en la que Connel tiraba de el de todas formas, seguí aguantando--sal de una maldita vez--masculló, pero negué.

--¿A quién encerraron en la caja?—preguntó una de las personas que estaba en la habitación, pero no pude ver su cara, solo veía a unos pocos y en su mayoría eran hombres. Era la sala de juegos de los hermanos Marshall, conocía el lugar y, si mi memoria no me traiciona, había dos salidas y en una de ellas estaba Rafe Cameron. La persona que me había enseñado a defenderme.

Y podría haberme defendido en ese baño de los estúpidos hermanos antes de terminar encerrada en esta habitación desnuda, pero los conocía y ellos no tienen miedo de apretar el gatillo contra mí. Podrían matarme y hacer parecer todo como si fuese un suicidio.

--Grace Grant.

Es Theo quien habla y sin previo aviso rompe la caja, dejándome al descubierto. Mis brazos forman un escudo alrededor de mi torso desnudo, escondiéndome de las miradas lascivas de la habitación. Porque, aunque me habían dado mi camisa, cuando me encerraron en la caja volvieron a quitármela.

--Mierda, viejo

--Están locos.

Como si fuera un maldito animal, me arrastro en el suelo hasta chocar con la mesa ratona.

--Vamos Grace, ya estás aquí, haz lo que tienes que hacer y luego serás libre—. Pidió Theo y se colocó de cuclillas junto a mí, tomé distancia y miré alrededor en busca de algo para defenderme, pero solo había copas y vasos de vidrio. No había nada punzante.

--¿Desde cuándo se prostituye?— susurró uno de ellos y quise gritar desde nunca, pero mi garganta estaba tratando de tragar el nudo que se estaba formando en ella. Estoy tratando de no entrar en pánico, pero se me está haciendo imposible no hacer de mí un ovillo en el piso. Porque estoy realmente asustada. No confió en ninguno de los hombres que hay en este lugar.

--No quieres hacer esto, Theo— susurró mi voz ahogada por las lágrimas. Pero el niega con su cabeza y toma mi pie arrastrándome hacia el--Llevo toda mi vida queriendo hacer esto.--Su voz me desagrada por completo y cuando está encima de mí lo siento el arma en su cintura. Solo tengo una oportunidad y si fallo, estaré acabada para siempre. Cuando él clava sus manos en mi garganta, yo tomo su arma y con mi otra mano libre, la cual escondía la única botella que había tirada en el piso. Rompo la botella en lo que creo que es su espalda y por la explosión, y porque no se esperaba nada eso puedo alejarme de él con su arma en mis manos.

Estoy desnuda en el medio de la sala de juegos de los Marshall con su arma en mis manos, apuntando hacia cualquiera que se me acerque.

--Suelta eso, Grace--Dijo Connel y, gracias a dios, no se acercó a mí, necesitaba llegar a la puerta sin que nadie se acerque a mi porque aunque yo tuviese un arma, ellos me ganaban con su fuerza.

--¿Creias que tendríamos el arma cargada? Por dios, Grace. Ya deja eso —habló Theo y trató de acercarse a mi, pero revisé el arma, sabía usar una y esta estaba cargada. Le quité el seguro y apunté hacia el haciéndolo retroceder.

--Los hermanos Marshall no le tendrán miedo a una niña con un arma —Bromeo Marcus haciendo que ellos lo miraron molestos librandome de ellos por unos segundos y pude moverme hacia la puerta y dejando mi espalda liberada ahora no había nadie detrás de mí que pudiera atacarme.

--Solo estamos haciendo esto más divertido, Marcus. ¿No es así, Grace?--Si las miradas mataran la de Connel me habría matado ahora mismo en el instante en que clavó sus ojos en mí. Pero para mi suerte eso todavía no pasaba.

Mis ojos pasaron por todos los que se encontraban en esta habitación. Si ellos creían que esto se trataba de un juego, estaban muy mal. Si golpearme, desnudarme, amenazarme con su arma y encerrarme en una caja para violarme. Eso es lo que Theo me hizo sentir con la forma en que me trató hace unos segundos. Estaban en enfermos.

Y aunque me odié por ello, mis ojos se posaron en Rafe Cameron, pero ya no se encontraba en la puerta, una parte de mí se desesperó, pero entonces lo vi estaba detrás de Theo, pero no me miro su vista estaba clavada en lo que hacía el menor de los Marshall mis ojos recorrieron su brazo que se movió hacia su cinturilla dejando su arma al descubierto y su mano se aferró a ella. Entonces al fin sus ojos azules se clavaron en los míos.

<<Estoy aquí>>

Lo cual me había desconcentrado por completo porque nunca vi que Topper se estaba acercando a mí y cuando lo hice el ya se estaba abalanzándose sobre mi.

--¡Por el amor que le tienes a tu vida, Topper vuelve a tu lugar! --Grite sacudiendo mi arma frente a él, pero no retrocedió, se acercó aún más, me estaba poniendo a prueba, podía notarlo en su cara.

--Estoy tan cansado de todos los pogues--Empezó a hablar dando un paso adelante—. ¡Los haría desaparecer!-- Un paso más.

Y dispare. Simplemente boom. Di un disparo al suelo a unos milimetros de donde sus pies estaban por pisar. La habitación quedó en completo silencio y la mayoría había dado un paso atrás alejándose de mí.