--No, Rafe, no tienes que ayudarme.
-- Y entonces, ¿qué hago, Grace, dejo que pases la noche en la calle dando vueltas?
--No puedo volver a tu casa
--¿Por qué?
--Sabes el porqué, Rafe
--No. No lo sé, tú crees saberlo, pero tampoco lo haces, Grace. No sabes una mierda
Su comentario había roto toda la magia.
--Mi hermana. Rafe, eso es todo lo que necesito saber.
--Te golpearon por eso, Grace
--No
--Porque estuviste en mi casa y porque ellos siguen culpándome.
--No, no fue por eso. Su bar está destrozado, su única entrada de dinero está arruinada y yo no hago nada por ayudarlos, por eso me golpearon. Y ahora mismo sigo haciendo lo mismo, estoy perdiendo el tiempo aquí contigo. Estoy cansada de volver siempre a ti
Agradecí que Barry ya no estaba con nosotros y no escuchara mi vómito verbal lamentoso.
--¿Quieres saber por que siempre vuelves a mi, Grace?
Negué con mi cabeza y me alejé. No había nada que él pudiera decirme o darme. Pero el no me dejaría alejarme porque si había algo que Rafe podría darme, eran problemas. Los dos éramos un gran problema para el otro, es fue lo que siempre fuimos, por eso nos alejamos y por eso terminamos tan mal.
--¿Quieres saber por que siempre de todas las personas en esta isla vuelves a mi, Grace?—. Mi espalda chocó con la maldita Filmmore y Rafe se puso frente a mi, encerrándome entre su cuerpo y la camioneta —¿Quieres saber por que siempre estoy para ti, Grace?
--porque estás siempre arruinando mi maldita cabeza
--Yo no arruino tu cabeza--dije y traté de poner un poco de distancia entre nosotros, pero no hubo caso --ya estaba arruinada desde mucho antes que yo apareciera en tu vida
--Me arruinaste, Grace. Por eso vuelvo a ti una y otra vez porque no puedo no puedo renunciar a la única cosa buena que tuve en mi vida.
Mi pulso estaba acelerado y mi respiración estaba de la misma manera, la última vez que habíamos estado tan cerca, las cosas no habían resultado bien. Su mano bajó a mi cintura y eso solo empeoraba la situación.
--No queremos esto, Rafe-- — supliqué y sus dos manos estuvieron en mi cintura pegándome a su cuerpo—. No quieres esto. No me quieres...
No me animaba a pronunciar esas palabras en voz alta y mucho menos a escuchar la respuesta que saldrá de su boca.
--¿Qué es lo que no quiero, Grace? --Su boca fue directa a mi cuello, dañando mi sistema nervioso. --¿A ti? No puedo sacarte de mi cabeza desde que te vi en la tienda.
No puedo seguir mintiéndome. Necesito a Rafe Cameron, Necesito olvidar y es la única persona que puede ayudarme. Vine a la playa porque lo estaba buscando a él.
Aunque me prometí, no necesitarlo nunca más de esta forma o de ninguna otra. Lo necesito y él acaba de demostrar que también lo hace.
Por eso, cuando la mirada de Rafe conecta con la mía y veo en sus ojos la misma necesidad que está en la mía de perdernos en algo —alguien que no sean nuestros pensamientos. Es entonces cuando lo beso.
No es un beso dulce o romántico. Es un beso que muestra la desesperación que hay en nuestros cuerpos que viene acompañado de mordiscos, lenguas enrolladas y manos inquietas.
Mi nombre sale ahogado en un gemido.
El sonido hace que me dé cuenta de que estamos al aire libre, cualquiera podría pasar y vernos, pero no hay tiempo para ir a un lugar más alejado. Rafe me hace a un lado y me lleva hacia hacia el fondo de la camioneta.
Y cuando estoy sentada sobre su regazo, no escondo mis emociones y soy sincera después de mucho tiempo sobre cuánto lo necesito. Sus manos en mis caderas guían mis movimientos sobre el, solo bastan dos segundos para que nuestra ropa termine en el suelo y mi cuerpo se hunda sobre su polla.