“No soy alguien normal.”
Es lo que dicen muchas personas creyendo que el hecho de no ser alguien común fuera algo emocionante, algo interesante.
Escucharlas me resulta muy estresante, son iguales a los demás, solo porque les gusta hacer una que otra cosa diferente ya es ser alguien diferente, a veces, simplemente quisiera ser como cualquier chica, tener gustos por la ropa, leer o hacer cualquier otra cosa.
No hay idea alguna de lo que en realidad significa ser diferente, no tienen idea de lo que hay en el lado oscuro del mundo. Así como hay personas increíbles, hay personas que quisieran dejar de ser aquel monstruo horripilante.
Ser diferente, no es ser una nerd, no es ser alguien ruda, no es ser alguien arrogante. Lo que hace diferente a una persona es la capacidad que tiene para espantar al mundo, algo que no se puede controlar, algo de lo que quisieras escapar.
No tengo seis dedos que quede claro, ni tampoco tengo hemorroides.
No sé de donde cual es el origen de quien soy, mejor dicho, de lo que hago. Lo considero como un don, un pequeño poder que puede dañar a muchas personas, especialmente a las que quiero.
Muchas veces pensé que aquel don es una maldición, algo que me llevará muchos problemas, pero también puede hacerme vivir experiencias al punto de que no tenga definición de cuál es el límite.
Suena ilógico, lo sé pero, ¿Qué es lo que soy? o ¿Qué es lo que puedo hacer?
Como quitarle la vida a los demás en un abrir y cerrar de ojos.