H.D.

Capítulo 18: Reunión familiar

El equipo tiene una nueva misión con Alex al mando.  Luego todos disfrutan de un gran almuerzo familiar.

 

 

Habían pasado 30 días desde el cumpleaños de Leonard y siete del cumpleaños de Sebástian. Hikaru se había tomado unos días libres para visitar a su familia y ayudar con el orfanato.

 

Por otro lado, el equipo estaba en un avión rumbo a uno de los tantos puertos marítimos de Japón donde deberían detener a traficantes de armas que estaban por zarpar. Obviamente deberían aterrizar la las lejanías para llegar en vehículos terrestres.

 

Aun faltaban un par de horas para llegar, Alex se encontraba discutiendo con su tío por teléfono, finalmente, malhumorada colgó la llamada.

—¿Qué pasó? —Preguntó Julie.

—Nada, mi tío nos invita a un almuerzo…

—¿Qué? Pero estamos en una misión, quien sabe cuanto tiempo nos tomara… Además la central no nos dejará.

—Julie, conoces a mi tío, de vez en cuando nos reunimos toda la familia a comer, odia cuando falto, dice que siempre pongo excusas. Ahora antes de llamarme, llamó a S.1 exigiendo que me deje salir ¡Cómo si yo fuera una niña! S.1 le dijo que estábamos en misión y adivina qué, S.1 le dijo que la misión es en Japón. Por ende mi tío no tuvo mejor idea que exigir que nos de unas horas libres ¡A todos!

—Espera Alex ¿Cómo es que es tu tío llamó a S.1? ¿Quien es tu tío? —Preguntó Luca.

—Una persona muy metida e influyente… Lo peor de todo es que S.1 aceptó, por ende luego de la misión deberemos ir a la casa de mí tío. Casualmente hay un aeropuerto H.D. a unos quince minutos de su casa…

—Esto... ¿Esto no va contra del reglamento?

—Si Mar, va totalmente en contra del reglamento, pero mi tío tiene un gran poder para convencer a las personas… No sé cómo lo logra.

Inmediatamente Julie comenzó a reír a carcajadas, finalmente todos, salvo Alex, reían sin parar.

—¡Espera! ¿A qué hora es el almuerzo? —Preguntó Sebastián.

—Es a las doce treinta, llegaremos a Japón como a las veintiuna. Tendremos máximo doce horas para finalizar la misión, así podremos llegar bien vestido y algo descansados ¡No se lesionen!—Contestó Alex.

—Qué bueno que siempre llevamos ropa de infiltración en el avión...—dijo Julie.

—Si, idea mía. —Afirmó con énfasis, Lia.

—Obviamente si alguien no quiere ir está en todo su derecho.

—¿Y qué haríamos? ¿Esperar en el avión? ¡Ni de broma! Además me daría miedo rechazar la invitación de una persona tan influyente, muero por conocerlo —dijo Marco desde la cabina de piloto, por medio de un micrófono.

—¡Cállate y conduce Marco!—Contestó Alex.

 

 

Al llegar, el equipo de apoyo hizo un perímetro cerrando cualquier escape por tierra. Por otro lado, Susan se posicionó sobre el techo de un gran mercado de pescado, subió sigilosamente,  arrastrándose encontró un buen lugar, desenfundo su rifle de francotirador y se limitó a observar y esperar las órdenes de su líder.

Abajo, dentro del edificio, Luciano se mantenía cubierto en una manta negra para que nadie pudiera ver el brillo de la pantalla de su computador.

Max, por otro lado, se encontraba en un barco no muy lejos de la zona con el equipo de élite B, que también colaboraban en la misión. 

Julie había logrado infiltrarse en la embarcación junto a Luca.

En tanto, Alex recorría la zona de containers, allí podía ver pasar a las personas con el cargamento que sacaban de grandes camiones.

Al lado de uno de los Camiones, cinco hombres discutían. Alex se acercó lo más que pudo, se colocó detrás de una de las ruedas con la cara sobre el suelo, logrando ver del otro lado a un hombre completamente tapado y enmascarado; Tenía la misma contextura que el tipo que había herido a Hikaru hacía tiempo atrás. Cuando le escuchó no quedaron dudas, jamás olvidaría su voz:

—¡No cumplieron con el trato! ¡Ahora nos encargaremos nosotros! —dijo en Japonés, el hombre antes de sacar su katana y matar a todos los presentes.

La sangre salpico el traje de Alex, ella no lo podía creer. Fue aún más alarmante escuchar a Julie decir mediante su comunicador:

—¡A1, A1! Esto no es lo que creíamos, el barco sé está llenando de gente enmascarada. Luca está revisando algunas cajas, hay muchas vacías, otras tienen armas de no muy buena calidad, pero no podremos investigar mucho más ¿Qué hacemos?

 

De repente una voz gruesa inundó todo el barco.

—Sus jefes están muertos, si quieren huir suban a los camiones, si desean unirse a nosotros, quédense en el barco. Les sugiero que no intenten nada estúpido.

 

Alex tenía poco tiempo, debía decidir qué hacer.

—P.J. salgan del barco. Luciano dime ves algo extraño en las grabaciones de las cámaras de seguridad.



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En el texto hay: misterio, suspenso, algo de romance

Editado: 16.10.2019

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