H.D.

Capítulo 22. Nuevas amistades, parte 2

 

Mientras el equipo de elite A busca a los chicos secuestrados, la organización criminal pone en marcha la segunda fase del plan. En tanto los chicos despiertan en una celda cómoda y espaciosa.

 

 

En un lugar desconocido, Leo despertó sobre una cama, bien tapado y extrañamente cómodo.

 Repaso mentalmente sus últimos recuerdos antes del secuestro:

Era de noche, había salido con unos amigos. Cuando retornaba solo a su casa a cinco cuadras antes de llegar a su destino, vio tropezar a una mujer bien vestida y con grandes tacones. Sin pensarlo, Leo, la ayudo a levantarse.

Fue en ese momento cuando sintió un leve pinchazo en su brazo derecho, pensó que se trataba de algún insecto. Luego de asegurarse que la mujer estaba bien, el joven siguió su camino.

Tuvo que detenerse al sentir un leve mareo, se sentó en un cantero hasta que finalmente todo se nubló.

Luego de construir sus últimos momentos, entendió que no recordaría nada del trayecto. Era hora de levantarse lentamente y ver a su alrededor.

 

Era una habitación grande con barias camas pegadas a las paredes formando una U, solo una cama estaba desocupada.

 

Leo reviso la pared que estaba libre, noto que estaba hecha de polietileno azul o algo parecido, además esta tenía una extraña fisura en medio »Una puerta« pensó él.

 

Al no poder encontrar el modo de abrir la extraña puerta, reviso las camas y a las personas que allí dormían.

Las camas estaban pegadas al suelo, los acolchados eran de telas frágiles, solamente útiles para abrigo.

Reconoció el rostro de una amiga de la familia, Mitsuki, La hermana menor de Ryu y Hayato.

 

Por su mente pasaron muchas cosas, pero finalmente dedujo que las otras tres personas que yacían durmiendo, también podían ser familiares de algún HD, por ende, este debía ser un ataque contra su tía.

 

Intentando no molestar a sus compañeros de cuarto, observo cada detalle de la habitación aparentemente de concreto poroso; algo que llamó la atención de Leo.

No había ventanas, pero si aire, comprendió que este debía venir de las porosidades del concreto gracias a pequeños ductos de ventilación.

Las luces, bien ubicadas en las paredes y el techo, estaban recubiertas con materiales demasiado duros como para poder romperlos; él ni siquiera se molestó en intentarlo.

 

No podía desperdiciar energía en buscar vanamente herramientas de escape, aunque vio a una silla de ruedas ubicada al pie de una de las camas como lo único que podía ser útil para ese propósito. Sin embargo, era evidente que pertenecía a la chica que dormía en esa cama.

 

Ella tenía extrañas marcas en su rostro, algunas otras en su nuca, Leo intento observarla más de cerca, pero ella despertó.

Él pegó un salto hacia atrás intentando no gritar del susto. La chica comenzó a balbucear y gritar.

Leo intentaba calmarla dándole rápidas y confusas explicaciones de lo que les había sucedido, llegando incluso a tartamudear.

 

Pasaron barios minutos hasta que entendió que ella no lograba entenderle. Él, respiro hondo y lentamente se acercó, tomo las manos de la chica y dijo lentamente:

 

—Calma. Respira hondo.

 

La chica, aparto sus manos de las de él y se arrinconó en la pared. Leo volvió a repetir su frase. Ella, esta vez siguió su consejo.

Después de hacer algunos ejercicios de respiración ella habló en lengua de señas.

—¿Quién eres?, ¿dónde estoy?, ¿entiendes lo que digo?

 

—Ahora entiendo porqué no me entendías. —Contesto Leo en la misma lengua—. Perdón por asustarte. Soy Leo. Al parecer hemos sido secuestrados, pero tienes que mantener la calma, nada malo te pasara.

 

—Mi nombre es Lizzy. Puedo leer tus labios si hablas normal o lento.

 

—Esta bien, me manejo bien con las señas ¿Quieres sentarte en tu silla de ruedas?

 

—No, gracias, estoy cómoda aquí.

 

En ese instante casi al mismo tiempo, dos chicas despertaron. Luana, salto de la cama e hizo un millar de cuestionamientos en portugués. En tanto Mitsuki, actuó un poco más calmada al ver que Leo estaba allí.

Leo intento calmar a Luana; rápidamente y en su idioma le explico la situación. Luego de ello también le explicó las cosas a Mitsuki en japonés.

Lizzy, no pudo evitar preguntar cuántos idiomas sabía su compañero de celda, Leo amablemente se abstuvo de responder concretamente, repreguntando como es que ella supo que idiomas hablaba.



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En el texto hay: misterio, suspenso, algo de romance

Editado: 16.10.2019

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