¡Cállense!, ¡ya basta!, no quiero que sigan con su odiosa y fastidiosa melodía cada mañana.
Sera que estoy muerto en vida y no lo sé… muerto en vida, ¿adónde he escuchado esa palabra. Sí, creo a ver escuchado esa palabra, pero no sé a quién. Otra vez estoy confundido.
Siento una brisa tan refrescante en estos momentos, que lo que acabo de decir no es verdad, no es verdad… esto es real. ¡Yo estoy vivo!...