Heart Adventure.

Capítulo 3: El comienzo, el bosque rojizo.

— ¡WOW, WOW, WOW! — Gritaba el albino con gran rapidez, corriendo a una velocidad impresionante, estaba muy asustado. 

— ¡Eh! ¡No me dejes aquí sola! — Gritó Mary, quién corría más lento que su compañero, anotando muchas cosas en su libreta mientras corría. 

— Tal vez te podría llevar en mi espalda...¡SI TE DEJARAS CARGAR PARA NO MORIR! — Gritó nuevamente el muchacho con desesperación. 

— ¡Déjame!, Estoy tratando de llevar la wiki. ¡Más bien, hazme ganar tiempo para analizarlo bien! — Mencionó casi gritando, quería analizar todo. 

¿Por qué gritaban y huían desesperadamente?, ¿Y de quién? , Es una larga historia. 

— Entonces...¿Dices que estamos a unos cuántos minutos de entrar al bosque rojizo? — Preguntó el albino, quién caminaba con tranquilidad. 

— Sip, hemos caminado como por lo menos tres horas y según el cielo, estamos cercanos a llegar. — Dijo la chica, apuntando algunas cosas leves en su libreta. 

— Y lo peor es que sin descanso. — Se quejó suavemente el muchacho, soltando un suave suspiro. 

— Venga, siento que has caminado más que esto. ¿En serio estás cansado? — Preguntó la azabache, viendo a su acompañante por unos momentos. 

— No del todo, solo quisiera sentarme un rato a descansar. — Pidió de forma indirecta. 

— Descansarás cuando estemos en el pueblo rojo, calma. — Aseguró la joven. — Si es que nos dejan entrar. — Susurró, volviendo a anotar cosas en su libreta. 

— ¿Qué? — El albino se percató del susurro de su compañera, no lo había escuchado bien. 

— ¡Nada! — Negó con nerviosismo, escribiendo más rápido. 

— Hm... — Ventus se quedó con sospecha de lo que había dicho, poniendo un rostro completamente serio. 

Ella tan solo le miró por unos momentos, volviendo a escribir en su libreta, se le podía ver el nerviosismo en el rostro. 

El albino se encogió de hombros, sonriendo nuevamente como era habitual. — Okay, no debe de ser nada importante. —

Mary suspiró con suavidad al ver que no le tomaba importancia, escribiendo de forma más tranquila en su libreta. 

Ambos individuos siguieron caminando un poco más hasta que llegaron a su primer destino. 

— El bosque rojizo, lugar que es alguna parte esconde el pueblo rojo, un pueblo donde sus habitantes tienen poderes candentes y temperamento peligroso...hemos llegado a la primera fase. — Explicó la chica, sonriendo con suavidad. 

— Wow... — Ventus se quedó sin palabras, mirando con atención el paisaje. 

El paisaje de los jóvenes que estaba al frente de ellos era totalmente nuevo, se veían árboles grandes con hojas de otoño, hojas desde amarillas hasta naranjas, pasando por lo rojizo; el césped se veía con un tono suavemente rojizo y la temperatura aumentaba un poco en esa zona.

— Entremos. — Mencionó la joven, guardando su libreta e ingresando al bosque. 

— ¡Si! — El chico ingresó también a ese bosque, quedando al lado de su compañera. 

Ambos chicos podían sentir un leve aumento de la temperatura, no era nada grave de lo cuál preocuparse. 

— Parece que aqui hace más calor...¿No crees? — Preguntó el de ojos azules en lo que caminaba con tranquilidad. 

— Sí, tal vez es por lo mismo que es una zona más cálida, se concentra en lo caliente...cuando vayamos más cerca, de seguro se nos hará peor. — Explicó la chica, caminando con total tranquilidad. 

— Me trae recuerdos...unos dulces recuerdos. — Mencionó el chico, cerrando sus ojos por un momento. 

— ¿En serio? ¿Qué clase de recuerdos? — Preguntó Mary con curiosidad. 

— Este bosque me recuerda al que tiene mi maestro. — Respondió el albino, caminando con serenidad en lo que recordaba. 

Mary solo sacó su libreta, buscando algo entre sus páginas y empezando a escribir. — ¿Tú maestro? ¿Cómo era él? —

— Solía ser muy simpático y agradable, era padre soltero; tenía unos mellizos completamente hermosos. Él tenía el corazón más puro que hubiera podido ver. — Explicó, viendo el cielo azul con mucha atención. — Los mellizos y él lo fueron todo cuando perdí a toda mi familia...ellos se convirtieron en mi familia. Es algo lindo. ¿Sabes?, Cuando menos lo esperas, cuando estás perdido en la oscuridad, siempre vuelves a encontrar un camino hacia la luz. — 

— Esas son palabras muy sabias, se nota que lo querías mucho. — Dijo Mary, escuchando y anotando con atención todo lo que decía su compañero. 

— Sí, realmente lo sigo considerando mi padre; fue el que me dió un motivo para seguir adelante y ser lo que soy ahora. — Explicó por último, poniendo ambas manos sobre su nuca en lo que caminaba. 

— Oh...¿Y cómo se llamaba? — Preguntó con toda la curiosidad que podría tener una chica como ella. 

— Nagumo, Nagumo Burn. — Respondió con claridad el chico, viendo a su compañera. 

Mary sintió una leve presión en el pecho al escuchar ese nombre, dejó de anotar las cosas, le resultaba conocido. — O-oh. — 

— ¿Uh? — El albino se quedó confundido al ver el rostro pensativo de la chica, pensaba que algo había hecho mal. — Mary...¿Estas bien? — 

— S-si... — Fue lo único que pudo decir bien la chica antes de caer de rodillas, tocando su cabeza con fuerza. — M-me d-duele... — 

— ¡Eh! — Ventus se acercó con rapidez hacia la azabache, viéndole con mucha preocupación. — Mary...¿Qué sucede? ¿Te duele la cabeza? ¿No hay una planta medicinal por aquí? — 

— N-no lo sé... — Dijo la joven con lentitud, ya casi no podía hablar con claridad. 

El chico agarró con rapidez la libreta que su compañera había tirado, pasando con rapidez página por página, queriendo buscar alguna pista de eso, se le veía desesperado. 

Derrepente, algo empezó a sonar entre las hojas débiles de los árboles. Esto alarmó a Ventus. 

— Debe de haber alguna criatura por aquí. — El chico miró a su compañera por unos momentos, cada vez se le veía peor. — Calma, Mary. Veré quién es. — Dijo, corriendo hacia un árbol. 

El de ojos azules empezó a treparse entre los árboles con rapidez, queriendo llegar a las ramas para poder desplazarse con más facilidad. 

Mientras que Mary tenía los ojos cerrados, se sujetaba con fuerza la cabeza, su mente estaba queriendo colapsar, le dolía demasiado. 

En su mente, llegaban muchas palabras, muchos recuerdos, el rostro de un pelirojo con el cuál sentía una gran calidez cuando este sonreía.

"¡Venga, Mary! ¡Debes de seguir adelante!"

" ¡Tú puedes! ¡Hazlo!"

" Mi pequeño rayo de luz, lo hiciste bien esta vez. "

" Recuerda: Mientras más estés pérdida en la oscuridad, tu alma buscará un lugar en la luz, después de todo, la única luz que necesitarás siempre estará contigo" 

" Ella ahora está encerrada contra su voluntad...lo que más quiero es acabar con esto y poder rescatarla. ¿Sabes?, Tú me recuerdas mucho a ella. "

" Eres como mi hermana. ¿¡Cómo creés que voy a abandonarte!?, No seas boba, pequeño rayito de luz. "

— N-nagumo...N-nagumo Burn... — Repetía débilmente el nombre, sosteniendo su cabeza con fuerza; los recuerdos y el dolor no paraban de llegar. 

Ventus logró llegar hacia las ramas, empezando a saltar entre estas, estaba buscando con la mirada algo, alguna pista de quién era el que hacía eso. 

Entre su búsqueda, pudo ver a una criatura de un metro, color gris. Al parecer no tenía ojos, solo nariz y colmillos; con sus manos hacia unas señas raras, todas señalaban a Mary. 

— ¡Hey, tú! — Gritó el albino, dando rápidos saltos entre las ramas para llegar hacia la criatura. 

Esta se dió cuenta, señalando al joven con rapidez, ahora empezaba a mover más rápido sus manos hacia él. 

Ventus quedó quieto en una rama cercana hacia él, tocando su cabeza con cierta fuerza, le dolía demasiado. 

— A-ahora entiendo... — Mencionó, cerrando sus ojos por unos momentos, estaba comenzando a recordar varias cosas. — U-usas los recuerdos buenos de la gente para hacerles sentir dolor, c-como si les estuvieras quitando los recuerdos... — Se explicó, viendo directo hacia la criatura. 

La criatura comenzó a saltar con suavidad entre ramas lejanas al albino, llevándole todo el poder hacia él. 

Mary había quedado tranquila del dolor de cabeza, este iba disminuyendo cada vez más. 

— ¿Q-qué pasó? — Se preguntó la azabache, viendo hacia las ramas de los árboles. — ¿Ventus? — Vió al albino entre las ramas, sacando su látigo.

— ¿M-mary? — Preguntó el chico al escuchar la voz de su compañera, al parecer ahora estaba bien. — ¡A-ahí está! — Señaló hacia la criatura con debilidad. — U-usa nuestros recuerdos como canalizador para darnos dolor, por suerte solo puede atacar a uno a la vez así que debes detener- ¡Ahg! — Gritó con más dolor, la criatura lo había aumentado en él. 

— Es un nuevo espécimen... — Miró con atención, empezando a trepar un árbol con rapidez. — ¡Debemos examinarlo luego! — Gritó con algo de emoción, subiéndose con rapidez hacia una rama de ese árbol. 

— U-un espécimen muy mortal si lo ves desde esta perspectiva... — Tartamudeo con gran dificultad el albino, queriendo moverse para ayudar a su amiga pero era inútil, no podía hacer nada ante tanto dolor. 

La chica sacó con rapidez su látigo, atacando con rapidez hacia la criatura. 

La criatura fue más lista, desapareciendo en un momento pero en cambio, Ventus apareció en su lugar. 

— ¡Eh! — El albino dejó de sentir el dolor poco a poco, sin embargo, un ataque con el látigo le cayó directo en la cara, este le hizo caer de la rama directo hacia el suelo. 

— También se teletransporta... — Mary comenzó a correr entre las ramas, viendo con preocupación a su compañero que por su culpa se cayó. — ¡Perdóname, Ventus! — 

— N-no hay problema. — Dijo el albino, generando un tornado en sus piernas que le hicieron bajar lentamente hacia el suelo, gracias a eso, no se hizo absolutamente nada. 

— Y tú... — La azabache vió a la criatura, corriendo más rápido hacia ella con su látigo, estaba apunto de atacarle nuevamente. — ¡Déjanos en pa- — Se quedó completamente callada cuando la criatura usó su poder contra ella. 

— ¡Mary! — Ventus alzó uno de sus brazos con brusquedad, esperando algo. 

Por suerte para la chica, cayó en una rama, se estaba tocando la cabeza con más fuerza. 

— M-maldición... — Se quejó nuevamente, tratando de levantarse pero era peor, el dolor no dejaba de aumentar. 

Una ráfaga de viento con gran poder llegó a aparecer justo donde estaba la criatura pero esta volvió a teletransportarse. 

Mary apareció justo en el ataque que había hecho Ventus, recibiendo todo esté por obligación al estar muy débil. 

— ¡Mary! — Gritó el chico, corriendo hacia su compañera que estaba por caer. 

La criatura volvió a usar su poder en Ventus, haciéndole caer al suelo mientras se retorcía del dolor. 

— Tsk... — La azabache había terminado de recibir todo el ataque, quedándose muy alto en el cielo con todo el dolor encima, había sido muy potente. — Maldición... —

— N-nisiquiera sé porque nos ataca está criatura... A-ahg. — Volvió a quejarse él de ojos azules, queriendo levantarse pero la respuesta fue la misma que con su amiga, inútil. 

Mary extendió su mano mientras estaba cayendo, su látigo apareció en su mano y con este logró enredar a la criatura en él. 

— ¡Sí yo caigo, tú caerás conmigo! — Gritó Mary, dando media vuelta en el aire para lanzar a la criatura hacia el suelo. 

La criatura se teletransportó hacia donde estaba Ventus, apuntó de usar su poder. 

El chico quedó enredado en el látigo de su compañera pero esto no lo detuvo, miró a Mary, ella le miró a él y ambos asintieron. 

— ¡Prepárate, Ventus! — Gritó la chica, dando nuevamente una vuelta en el aire. 

En plena vuelta, la criatura usó sus poderes en ella pero esto no la detendría, terminó de dar la vuelta con gran dolor en su cabeza. 

— ¡Estoy listo, Mary! — Ventus quedó preparado, siendo lanzado por el látigo de Mary directo hacia la criatura. 

— E-es todo tuyo... — Mencionó con debilidad, cayendo al suelo sin más que hacer. 

— ¡Toma esto! — El albino fue directo hacia la criatura en el aire, dándole un fuerte golpe en el pecho. 

La criatura salió volando hacia un árbol, chocó contra este y quedó completamente inconsciente. 

— L-lo logramos... — Mencionó Ventus, quedándose en el suelo sin mucho que hacer. 

— A-asi es... — Dijo Mary, levantándose con debilidad. — Wow... e-ese dolor de cabeza si que te hace reflexionar bien las cosas. — Rió con suavidad, caminando torpemente hacia su libreta. 

— N-nos enfrentamos a un nuevo espécimen...¿Eh?, Sí que era fuerte. — El chico también se levantó, caminando hacia Mary con torpeza. 

— L-los de habilidades mentales son los más fuertes de todo el bosque, Ventus. — Comentó la chica, agachándose a recoger su libreta. 

— Y que lo digas... — El albino también rió con suavidad, tirándose nuevamente al suelo. — Ahora si que necesito descansar. —

— Y-yo igual pero...no puedo desaprovechar esta oportunidad. — Mary se acercó hacia la criatura, empezando a anotar todo en una nueva hoja. 

— M-mary, ahora que lo pienso. ¿Recuerdas algo de lo que la criatura te hizo ver? — Preguntó el chico con curiosidad. 

— Nada de nada... — Respondió de forma directa la joven, dibujando y anotando algunas cosas en su libreta. 

— Es extraño...yo recuerdo todo. — Mencionó el albino con confusión. 

— No te lo dije antes pero...yo padezco del caso de Christmas Miserum. — Confesó la chica. 

— ¿El caso de Christmas Miserum? — Preguntó el joven confuso. 

— El caso o síntoma de Christmas Miserum es no poder recordar nada, solo a través de sueños o métodos externos. Los recuerdos no se borran, solo están ahí vigentes pero no puedes saberlo, no puedes recordar nada por tu cuenta; es como una amnesia pero de aventurero. — Explicó, en lo que dejaba de anotar en su libreta, ya había acabado. 

— ¿Christmas Miserum?, Me suena el nombre de alguna parte... — Dijo, recordando algunas palabras del pasado. — ¿Quién es? —

— Es el primer aventurero de Terra, él creó distintos mapas, les puso nuevo nombre a todas las regiones existentes, liberó a los terranos de varios mounstros mortales que venían a destruir todo, siendo de ayuda de su gran espada elemental y su acompañante, una tal Obsidiana. — Explicó la joven, acercándose hacia Ventus. — Es el primer héroe de Terra, un hombre que jamás recibió nada por todo lo que grandioso que hizo, alguien de gran poder que pudo ser capaz de ganarle a tantos mounstros, ayudar a construir aldeas, ciudades; lo único malo sobre él es eso, siempre olvidaba todo, tenía sus recuerdos en sueños y todo lo anotaba en una libreta como está. — Señaló su libreta antes de guardarla. — Pero la de él era más que una, eran demasiadas libretas. — Se tiró al suelo, al lado de su compañero. — Tenía su propio síndrome, yo también lo tengo... son pocos los que lo padecen pero resulta ser muy...molesto. — Soltó un suspiro, cerrando sus ojos con suavidad. — Me gustaría recordar todo mi pasado. —

— Calma, lo vas a recordar, Mary. Solo es cuestión de tiempo. — Aseguró el albino, cerrando sus ojos con una cálida sonrisa. — ( Así que en realidad...lo que él dijo era verdad, Christmas Miserum, el único hombre que pudo conquistarla. ) — Pensó, soltando un suave suspiro. — Eh, Mary. ¿Creés que podamos descansar un poco aquí? — 

— Por supuesto, Ventus. Ese iba a ser mi plan. — Mencionó la azabache, riendo con suavidad. 

— Venga, entonces. No creo que una siesta este de más. — Dijo el chico, descansando en ese lugar. 

— Y que lo digas, Ventus. Y que lo digas. — Mary también comenzó a descansar después de esa batalla tan cansada. 

Esta historia continuará...


¡Mary's notebook! :

— Mientras caminaba junto con Ventus en el bosque rojizo, nos encontramos a una criatura gris de un metro, no tenía ojos y usaba sus manos de forma muy extraña. Esta criatura controlaba nuestros recuerdos para hacernos sentir gran dolor en la cabeza, también tiene el poder de teletransportarse, sustituyendo a alguien para aparecer donde él. Hasta ahora, solo se ha visto en los inicios del bosque rojo, suele trepar mucho los árboles y es un nuevo espécimen. Por ahora, se le llamará "Memory dolens"; la bestia resulta ser muy débil a la hora de combatir, un golpe puede ser suficiente para dejarlo debilitado o inconsciente, aún así, su poca defensa es sólo una debilidad, puesto que su mayor ventaja es retorcer a los individuos de dolor, un dolor con el cuál nadie podrá levantarse, apenas y podrá moverse con suavidad. Sí se encuentra, procurar no acercarse, hay peligro de colapsar mentalmente y quedar sin conciencia. Nivel de peligro: 6/10. 


Mary's Diary:

— Por ahora, me sigue agradando, Ventus; hicimos un gran equipo al vencer al Memory dolens y me resulta muy agradable. Me quedaré descansando con él un rato luego de nuestra intensa batalla con esa criatura, luego seguiremos nuestro camino hacia la lanza elemental; esperemos todo salga conforme lo pensado. Por ahora, es todo.




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