Una noche sin igual, una noche recordada por todos los mortales, la luna reflejaba el brillo que le era concedido, el color rojizo mostraba orgullosa, algo que la Diosa Luna había concedido para todos.
Pero a su vez con ese evento ella mandaba a una nueva bruja por nacer, pro no cualquier bruja, era un que marcaria la diferencia, una que cargaría con el peso de si lo hacía bien, todo ser vivo prevalecería con fe, salud pero si ella se desviaba al mal le quitaría a todos la fe, la esperanza. Ella seria dotada de un gran poder que le seria concedido a sus 18 años en su totalidad, un poder que le haría estar en el foco de todos los buenos como los malos.
La magia fue posada en una de las madres que estarían n labor de parto antes de la majestuosa noche de luna azul.
Claro que esto no sería fácil para la nueva bruja ancestral, menos después de todo lo que el anterior brujo había provocado, la fe era nula, la esperanza estaba muerta, la pobreza había golpeado, ella seria apoyada por las brujas, ellas le indicarían el camino que debía tomar para el bien de todos.
Ella era la esperanza de generaciones.
La diosa luna sabía que era una responsabilidad muy grande por lo que no demoro en avisar a las brujas ancestrales de la nueva llegada de la siguiente bruja ancestral para que le cuidaran y le enseñaran todo el mundo de la magia desde pequeña.