Capítulo 4

Alison quedo atrapada en el chico, su mirada justo en la dirección en la que él se había marchado, sentía como si algo le indujera a seguirlo y estar junto a él, conocerlo y jamás separarse, algo raro. Podía sentir como cada parte de ella gritaba que era de él, empezó a sentir un gran sentimiento de posesividad sin siquiera saber algo de él.

Su mente trataba de calmar lo que su cuerpo pedía, respiraba hondo y apretaba sus puños con fuerza para abstenerse de correr y seguir al chico, se sentía rara, el chico le había fascinado y le había provocado tantas cosas con solo escuchar su voz y velo a unos cuantos metros de distancia, se paró de la mesa con la mente hecha un revuelto de cosas.

—Estoy agotada, me iré a dormir —hablo sintiendo y viendo las miradas de las mujeres ahí puestas en ella.

—Claro cariño, ve y descansa —hablo Clarity por todas, ella sonrió y se acerco a sus dos madres dándoles un beso en la mejilla para después irse a su habitación sin poder sacar a el chico de fascinantes ojos grises de su mente.

Trato de pensar en algo más y a su mente llego el brujo, el cual se había llevado al chico, se veía interesante y claramente era directo a fondo.

Sin poder pensar en más y sin querer hacerlo por igual decidió dormir finalmente.

…

Helena tenía su vista en el pasillo, por el cual su hijo se había marchado, su tristeza estaba a flor de piel, ella había tenido desde el principio una conexión extraña con el chico y podía sentir lo que él y claramente este se había sentido dolido por lo que había pasado.

—El te ama, eres su madre, pasara —hablo una de las brujas sacándola de sus pensamientos.

—Claro, bueno este, me iré a mi habitación, descasen —comento en voz baja y con la mirada perdida, se levanto y se marcho con el humor por los suelos.

—El chico es algo importante, hay una conexión —susurro una de las mayores con la vista en la partida de Helena, sus ojos mostraban que su mente estaba tratando de entender cómo es que ese chico se relacionaba en todo el asunto si era un simple humano.

—Sí, también lo percibí, solo hay que checar a los tres chicos para que todo vaya bien —contesto Breen con semblante serio.

Todas se fueron retirando a sus respectivas habitaciones después de arreglar el comedor con ayuda de magia, todas tenían mucho que pensar, hacer planes y corroborar muchas cosas porque sabían que ella no dejaría que todo fuera bien e intentaría de nuevo lo que logro con Edward, así que ellas deberían esforzarse el doble en proteger y mantener los ideales de Alison para tenerla a ella bien y la esperanza del mundo regresara después de que la mujer la arrebatara.

Tenían que evitar a toda costa lo que había pasado con Edward y esperar que los pocos brujos que quedaban, los ancestrales lo recuperaran de las garras de esa mujer.

Todas recordaban su gran fallo.

Edward era un chico desdichado desde el principio de su vida, sus padres tenían muy pocos recursos y los poco que ganaban se lo gastaban en cerveza o cigarrillos, ellos lo golpeaban muy seguido hasta agotarse, lo llegaron a quemar con sus cigarrillos pero él jamás hizo algo para detenerlos porque los amaba demasiado y no quería hacerlos molestar porque al final de cuentas era lo único que el tenia: a ellos.

Las brujas sabían lo que pasaba pero se mantenían al margen solo viendo lo que el chico a su corta edad sufría, su única tarea era evitar que el chico fuera del otro lado de la balanza.

Un día una mujer apareció en la vida del chico, lo procuro, lo saco y le evito de nuevos abusos, lo llevo a un lugar mejor pero claro no todo era con buenas intensiones, las brujas intentaron llegar a él, hacerlo reaccionar y que el estuviera con los que debía, pero al lograrlo fue demasiado tarde, el se negaba a ir en contra de lo que la mujer le había dicho que era lo mejor, ella era su protectora, la única que lo había amado, ellos trataron pero fue nulo la influencia ya era demasiada, trataron con lo único que podría hacerlo reaccionar, encontrar a su pareja destinada, su otra mitad, la cual todo destinado tenia pero jamás lograron encontrar la de él.

El fue apresado nuevamente por ella con mentiras, la magia de el ella se la adueño y la negó al bien, no volvieron a saber nada del, pero podían sentirlo, el estaba bien pero su magia era escasa.

Daniel llego a su departamento con el humano a su lado, al entrar dejo las maletas a un costado y con magia las hizo llegar a una de las habitaciones, ese lugar seria el hogar de esos dos ya que él debía estar con las brujas para cualquier cosa que necesitaran de él.

—Noah —pronuncio el brujo mas no hubo respuesta alguna.

Recorrió el lugar con Aiden a su costado, al llegar a la sala pudieron ver el delicado cuerpo del humano de cabello rubio el cual estaba recostado mientras dormía cómodamente, Daniel le movió ligeramente del bazo hasta que los orbes azules se dejaron ver, estaba asustado.

—No te hare nada pequeño, traje comida —dijo en voz baja, la comida aprecio en la cocina por medio de magia, Aiden suspiro cansado.