El sonido de cosas moviéndose despertaron a Alison, quien con pereza se paró hasta ir al baño, donde se lavo la cara, los dientes y finalmente sus necesidades, se cambio ya que estaba haciendo demasiado frio para que se bañara a esas horas, bajo con hambre.
Su mente sin embargo le hacía solo tener en la mente al chico de intensos ojos verdes, tenía esa necesidad de volver a verlo y pronto, suspiro sintiendo su cuerpo extraño, pesado y como si algo le jalara a la vez, los pensamientos de Edward se sentían mal, como algo que está mal que no debería hacer. Pero que sentía la necesidad de tenerlos y apresurarse para volver a tener un encuentro con ese chico.
Vio como las mujeres estaban colocando el desayuno en la mesa, que como extrañas veces ellas habían cocinado con sus propias manos, respiro hondo para tener todos los olores en su nariz: huevo, panqueques, tocino, naranja, fresa, lechera y otras cosas más.
—Cariño, ya mero tenemos listo el desayuno —se acerco Clarity dándole un beso en la mejilla, sonrió al ver a su otra madre poniendo unos platos.
Sonrió más grande, se sentía tan bien, amaba ser bruja pero algo de normalidad siempre era buena, sus madres le querían y las mas afectuosa como siempre Clarity siempre le trataba de hacer feliz, mientras que Katherine era protectora más seria.
—Está bien, ¿puedo ayudar en algo? —cuestiono viendo como las mujeres se movían con agilidad.
—No, ya terminamos —Brenn hablo.
Las mujeres tomaron asiento y ella les siguió y empezaron un desayuno ameno y feliz, pero su mente no dejaba de pensar en Edward.
Al terminar Katherine quien era la encargada de enseñarle a manejar su magia, ya que esta misma lo había pedido así le había llevado al patio trasero el cual era inmenso para controlar su magia la cual había aumentado a montones su poder.
Tania un año para lograr controlarlo por completo y dedicarlo a las cosas buenas, como se debía, había hecho un buen entrenamiento pero a la vez su ente seguía en esos ojos verdes.
Al terminar su día, algo cansada y queriendo tomar un respiro además su mente no dejaba empaz al nuevo chico que había conocido y por alguna extraña razón lo sentía incorrecto pero a la vez necesitaba saber de él, estar con él, era algo ilógico y mejor no quiso indagar mas porque se volvería loca.
Camino sin rumbo alguno, sin pensar a donde quería ir, solo se dejo llevar, mirando el cielo y las desoladas calles a esa hora, al percatarse de algo paro, estaba justo frente de la casa del chico de intensos ojos verdes, sus ojos se quedaron en la puerta, suspirando y tratando de pensar en algo coherente para estar ahí a altas horas de la noche y claramente sin saber el porqué estaba ahí de hecho. Pero claro también estaba eso que le gritaba que estaba haciendo algo malo, que estaba engañando, pero ella no sabía a quién o qué.
Con necesidad e ignorando eso que le gritaba que estaba mal lo que hacía caminos hasta la puerta y toco, rizando la madera en suaves toques, con nerviosismo de ver al chico nuevamente.
La puerta se abrió dejando ver al chico solo con una toalla cubriendo sus partes privadas, sus mejillas enrojecieron y sus ojos vagaron por el excelente cuerpo que poseía el chico frente a él, su cuerpo tenia gotas porque iba saliendo de un baño, levanto la mirada topándose con los orbes verdosos que le miraban con una sonrisa sexi que le hizo temblar.
—H-hola —tartamudeo sin saber que escusa poner por presentarse ahí.
—Hola —dijo con una sonrisa de lado haciendo que las piernas de la chica dejaran de funcionar por un momento, sentía que en cualquier momento caería al piso.
—Pasa, no te vayas a enfermar —dijo el chico abriendo la puerta y dejándole pasar, ella sonrió levemente entrando, sintiendo como algo dentro de ella se calmaba pero su mente le volvía a molestar.
El chico la observo atentamente: era hermosa. Y claro que lo era, la chica era endemoniadamente atractiva y tierna pero claro a él no le atraía y para nada, él prefería algo más simple, y claramente no quería una bruja por novia, demasiado tenia con el serlo para tener algo con alguien que era igual a él, seria frustrante.
—Ponte cómoda, iré a vestirme y en un segundo estaré de vuelta —hablo el castaño, la chica asintió sin poder hablar y camino a la sala donde se sentó viendo el lugar, era cálido.
Saco su celular, fue directo al contacto de Clarity porque sabía que Katherine se enojaría.
«Voy a llegar un poco tarde, te quiero mucho» mando en un mensaje.
—Bueno, ¿gustas algo de beber, agua, café? —cuestiono el chico presentándose con un conjunto deportivo flojo, cómodo para dormir.
—Café, por favor —dijo después de un rato en que los ojos del chico no le dejaron de ver.
—Café será —se alejo, a donde supuso estaba la cocina, su teléfono vibro y lo encendió, un mensaje de su madre.
«Está bien cariño, cuídate y también te quiero» sonrió y lo guardo esperando al chico.
El chico hacia el café mientras pensaba en como odiaba tener que llegar a una relación con esa chica si ni siquiera le atraía, no se sentía bien, pero no destruiría los planes de Dorothy ella podía llegar a ser muy mala y con todo el poder que tenia y la magia negra que sabia usar el pagaría muy caro traicionarla.