¿Qué es la música para ustedes? Para algunos es arte, una forma de expresar sentimientos reprimidos, la forma en que se ganan la vida o un concepto demasiado básico para conferirle la importancia que se merece.
Pero la música no es sólo un arte que organiza sonidos y silencios. La música es parte de ti. En los latidos de tu corazón puedes sentir ritmo, en el golpeteo de tus pasos en el suelo pueden formarse melodías, en el beso tronado que te da una niña inocente se forman notas. La música puede sacar tus preocupaciones afuera y descargarlas, puede reparar momentos rotos.
La música me había ayudado a sobrellevar recuerdos imborrables que se escondían en mi mente y que me aterrorizaban. Aún lo hace, pero ese día sin quererlo mi música no sólo alivió mi corazón, también alegró otros.
Mis labores voluntarias en el centro médico variaban dependiendo de lo que se necesitase y ese día me tocó hacer la colada. Lo que más odiaba en el mundo después de Jared.
Me coloqué mis auriculares y subí al máximo el sonido. Los acordes de One Direction tronaron en mis oídos. Los amaba desde mis 12 años y aun escuchaba muchas de sus canciones.
La música me distrajo de mi ardua y aburrida tarea tanto que empecé a tararear y cantar en voz que me parecía baja.
Once in a Lifetime siempre con su letra me había otorgado una sensación de paz, de liberación. Como si mi mente hubiera liberado esas ideas y alguien les pusiera música.
Al mis audífonos sonar tan alto no me percaté que yo cantaba a viva voz. Eso siempre me había dado timidez, no por hacerlo mal ni diré que soy modesta porque de lo que más he estado orgullosa toda mi vida es de mi voz modulada y suave aunque un poco ronca.
Al terminar mi labor me dispuse a subir con toda una cesta de ropa de cama limpia tarareando la música que se había grabado en mi cerebro.
Al llegar arriba una ola de aplausos y vítores me abrumó provocando que mis mejillas se calentaran. Todas las enfermeras y pequeños pacientes estaban allí aplaudiendome. Habían escuchado mi voz proveniente del sótano y se habían ido acercando a oírme.
Las risitas de Ivy que inmediatamente vino a abrazarme hicieron que el orgullo llenara mi pecho. ¿Cómo algo tan simple como una melodía puede alegrar a más de un corazón? Nunca llegaría a entenderlo del todo pero si sabría el efecto que traería al hacerlo.
Una voz que conocía a la perfección comenzó a cantar en voz baja la letra de la canción ocasionando que poco a poco todas se le unieran.
Theo también estaba ahí sonriéndome como un padre orgulloso. Trozos de mi corazón revolotearon alborotados en mi pecho.
A él también le gustaba lo que hice. “No fue intencional” le expresé con la mirada.
“Lo sé” respondió él de la misma forma. “Y eso es lo que lo hace tan especial” añadió.
El placer me inundó. Puede que algunas de tus acciones alegren a muchos pero aquellas que haces inconscientemente son las mejores. Las que muestran que dentro de nuestro ser se esconde un alma llena de bondad.
Después de todo es cierto que al menos una vez en la vida se puede ser feliz.