Capitulo 1
Liorna
Hoy es el mejor día de mi vida, después de cinco años en este orfanato podre irme, cumplo diecisiete años, soy mayor de edad y puedo decidir adonde quiero ir; me iré al mundo de los humanos, quiero comenzar una nueva vida donde nadie me conozca ni sepa nada de mí pasado por fin me separaría de ese estigma de ser una Akerman, ya no sería la hija del delincuente más buscado solo sería Liorna una persona común y corriente.
Al salir del orfanato supe que desde ese momento todo iba a ser diferente, tenía mucho miedo, pero miedo del bueno, ese que te impulsa a realizar las más grandes hazañas y te hace sentir que estas vivo. Tomé el autobús y llegue a la frontera que custodiaba nuestro mundo, esta nos hacía invisibles a los humanos, pude notar que había pocas personas en casi nadie quería ir al calvario, así le decían muchos acá ya que allí las criaturas mágicas vivimos nuestra época más negra con la tal inquisición, en la cual se aprovecharon de la ignorancia de las personas para fomentar el miedo a lo desconocido, fraguando a si las masacres mas grandes de nuestro mundo; incluso a personas que no poseían magia las llamaron brujas solo por ´poseer conocimiento avanzado a su época, e incluso en las más grandes intolerancias si tenían problemas con sus vecinos estos las denunciaban en venganza sin importarles el cruel destino que les esperaba; pero aunque este lugar era hermoso yo no tenía nada que hacer aquí, sin familia, ni amigos, la única persona que para mi madre era como su hermana vivía con los humanos, y pues a hi debía ir.
Los guardia de la frontera, muy rigurosos revisaron cada una de mis pertenencias, y pude seguir, debía elegir a qué lugar quería que la barrera me llevara, elegí Russel una ciudad bastante grande y muy hermosa que había visto en un folleto, además allí vivía una vieja amiga de mi madre, a quien había pedido ayuda antes de tomar la decisión y a aceptó ayudarme. Los guardias me recordaron las restricciones, en el mundo humano no debemos mostrar nuestros poderes a menos que sea en defensa propia de lo contrario seriamos regresados de inmediato a Rondes. Los brujos y los humanos somos muy diferentes y ellos a lo diferente lo encierran y lo exhiben. Menos mal que Raquel la amiga de mi madre sabe mi secreto y me ayudara a llevarlo con calma.
Seguí adelante y logre ver una luz el final de la frontera, estaba cerca, al atravesarlo no podía creer lo que veían mis ojos, estaba con humanos, habían muchos y caminaban todos pegados como corriendo con celulares en la mano, sabía que eran porque había escuchado en Rondes sobre la tecnología humana, era divertido verlos a todos como hormigas siguiendo su camino, pero debía enfocarme y seguir con el mío; debía llegar a casa de Raquel; dijo que me encontraría en el semáforo de la esquina del parque, ya estoy aquí espero que no tarde.
.........
Media hora después sentí que alguien toco mi hombro, pegue un gran brinco y me voltee, era una mujer como de unos cuarenta años de cabello marrón oscuro, muy hermosa a pesar de su edad.
-Eres Liorna verdad, eres idéntica a tu madre.
-usted debe ser Raquel. Dije un poco intimidada.
-disculpa la demora es que había mucho tráfico. Dijo con una sonrisa muy cálida.
-No se preocupe todo está bien además pude admirar más de cerca a los humanos
-No digas eso en voz alta, ahora tú también eres una humana. Dijo en voz baja con gran ternura.-bueno entonces vamos a la casa.
Al llegar a su casa me quede asombrada, aunque parecía muy antigua, tenía un aire de sofisticación, adelante tenía un jardín muy bello y de toda clase de plantas igual atrás de la casa, logre distinguir en el patio un sembradío de mandrágoras, planta muy utilizada por las brujas para sus pócimas, su casa contrastaba con las demás edificaciones, era algo totalmente diferente y admirable.
-bueno señorita como veras es una casa muy grande, me agrada mucho que me hagas compañía puedes considerarme como una tía, tu madre y yo éramos como hermanas, tengo un local al lado de la casa, vendo porcelana que yo misma elaboro, y remedios caseros, por eso tengo tantas plantas, tu madre me ayudaba cuando venía aquí.
-será un placer ayudarle, prometo no ser una carga.
- en la escuela de hechicería te enseñaron a hacer ungüentos, puedes hacer, venderlos y ganar dinero, a tu mamá le iba muy bien, además la venta de flores también es buena en esta temporada.
-Gracias mañana temprano me pondré en marcha.
-No te preocupes por ser una carga, la mitad de esta casa era de tu madre, pero como ya no está ahora te pertenece.
No podía creer lo que me decía.
Editado: 18.03.2019