Dilan
Es muy hermosa; mi mente no dejaba de pensar eso mientras limpiaba su rostro, no hacía más que examinar cada parte de ella, me di cuenta que no me miraba, creo que estaba apenada, pero me gustaba tenerla así, es tan orgullosa y prepotente, que verla ahí la hacía parecer un poco tierna.
-ya terminaste. Pregunto.
-sí, ya podemos irnos. Dije mientras me subía al auto.
El camino fue muy silencioso, me sorprendió un poco, aunque habíamos acordado no dirigirnos la palabra a menos que fuera necesario, pensé que lo que había pasado hoy le había hecho cambiar un poco de idea; pero no fue así.
Al llegar a su casa se bajó rápidamente y salió disparada, como si le hubiera hecho algo, ¿qué le pasaba a esta chica? Primero me trataba mal, después me hablaba como si nada y hasta me ayudaba, y ahora salía corriendo; la verdad no entiendo a las mujeres, pero Liorna es más diferente que cualquier chica que allá conocido.
Llegue a mi casa y me prepare para practicar magia con Raquel, estaba muy emocionado de poder aprender, aunque sabía algunas cosas, era algo nuevo para mí, almorcé con mi padre y le dije que iba a hacer un trabajo con Liorna en su casa, a lo cual pareció muy complacido pues quería que yo me llevara bien con ella, aunque solo es porque le gusta Raquel; me pregunto si mi padre sabrá algo sobre la magia.
Al llegar toque la puerta, Raquel me recibió muy animada, dispuesta a impartirme clases de hechicería
- me alegra que hayas venido. Dijo muy emocionada.
-a mí me da gusto que usted quiera enseñarme. Respondí con mucho respeto.
-bueno, vas a ser mi primer alumno, espero no decepcionar tus expectativas como maestra, ni tú las mías como alumno.
-pondré todo de mi parte, se lo aseguro. Respondí entusiasmado.
-bueno, sígueme.
Caminamos por el mismo salón al que lleve a Liorna cuando estaba mal herida, pero esa vez entramos por una puerta secreta oculta a la vista de los mortales; ella dijo un hechizo y colocando su mano sobre la pared, esta se abrió dejando al descubierto unas escaleras que iban en bajada, quedaba muy abajo, era como un sótano, pero al llegar al final quede sorprendido por el gran salón que allí estaba, y mi sorpresa fue mayor al ver que la luz entraba por todos lados y por sus ventanas se podía ver un hermoso jardín que lo rodea; definitivamente esto era magia.
-¿cómo es posible que esto esté debajo de su casa? Pregunte.
-todo lo que ves aquí es un hechizo que creamos Lio y yo para tener un lugar donde practicar nuestra magia sin miedo a que los humanos nos descubrieran; al momento que cruzamos la puerta, nos transportó a otro lugar, este es el mundo mágico, es como una puerta alterna a la barrera, pero nadie sabe de ella, además podemos pasar del mundo de los humanos a este pero no se puede del mundo mágico a este, este lugar queda en las montañas Uvi, muy lejos de la comunidad mágica, es decir como una burbuja entre este mundo y el otro.
-es hermoso aquí. Dije estupefacto al ver tan maravilloso lugar.
-sí, es como tener un pedacito de tu tierra contigo; pero mejor empecemos, a practicar.
-si señora, empecemos. Dije entusiasmado.
-si fueras un niño se empezarían con lo básico como las pociones y otras cosas, pero necesito que sepas defenderte en un combate así que empezaremos con eso ¿sabes algún hechizo de defensa? Pregunto mientras se amarraba su cabello con una liga y caminaba hacia el otro extremo del salón, quedando enfrente de mí.
-no se ninguno.
-bueno este te va a ser muy útil. Menciono mientras me lanzaba por los aires.
-que fue eso. Grite sorprendido.
-debes aprender a anticipar los golpes de tu rival, concéntrate, cuando te lance debes colocar tu mano izquierda de frente y girarla hacia la derecha así.
Hizo un giro con sus manos, enseñándome lo que debía hacer, seguidamente siguió lanzándome por los aires, hasta que por fin pude dominar esta posición y defenderme un poco.
-muy bien Dilan, ahora intentan lanzarme a mí, pero esta vez concentra energía eléctrica en tu mano y lánzamela.
-ok, lo intentare.
Intente hacer lo que me había dicho, pero era muy difícil; cuando más me intentaba concentrar ella me lanzaba con grandes ráfagas de electricidad; me sorprendió a un más cuando se abalanzó sobre mi dándome golpes.
-debes aprender a pelear cuerpo a cuerpo. Dijo mientras me tiraba de una patada mesclada con poder psíquico y electricidad que mando directo contra la pared; ahora entiendo por qué Liorna fue capaz de vencer a esos tipos aquella noche en la fiesta.
-¿Qué tanto piensas atácame? Añadió tirándome de nuevo hacia la pared, no podía mantenerme en pie.
En esos no las pasamos la mayor parte de la tarde; estaba molido, hasta que llegó Liorna.
-Liorna, me alegra que hayas venido. Dijo Raquel.
-No sabía que estaban aquí, pero sigan en lo suyo; me voy.
-no te vayas, necesito que me ayudes con Dilan.
-en que te ayudo. Añadió poco interesada.
-ya le di una buena paliza, necesito que lo ayudes a mejorar su coordinación, necesito que su poder salga por sí solo, está muy reprimido.
Editado: 18.03.2019