Hechizos contra el amor

Capítulo 11

Liorna

Que le pasa a Dilan, ahora esta extrañamente preocupado por mí; aunque confieso que le dije eso solo para ver su reacción, pero pensándolo bien creo que si debo ir, hasta yo misma me convencí con el discurso que le di.

Ya en mi cuarto me puse a investigar algunos libros que estaban en el armario de mi madre, quería saber si había alguna pista sobre lo que soy, o lo que tengo; me di cuenta que a mi madre le gustaba mucho la historia, al parecer todos los libros eran de leyendas sobre el mundo mágico y la vida de nuestros antepasados en este lado de la barrera, habían muchas páginas marcadas y con palabras subrayadas, fui directamente a enseñarle a Raquel lo que había encontrado.

-mira lo que encontré. Dije enseñándole el libro.

-esa es la letra de tu madre y sus libros.

-sí, ¿ya los habías visto?

-sí, pero por más que los leí no pude encontrar nada más que la profecía de las que le conté y que a ti misma fue revelada.

-entonces de aquí mi madre saco su miedo.

-supongo, esos libros fueron heredados por su familia cuando ella cumplió la mayoría de edad, esa es la historia de su ascendencia desde tiempos antiguos, sus poderes, hechizos que solo esta familia puede realizar.

-ahora estoy convencida que debo leerlos, es mi derecho como una Blavatsky que soy, conocer la historia de mi familia y mis raíces. Añadí emocionada.

-si Liorna, tienes razón, debes leer estos libros, además aprender esos encantamientos no estaría de más, tengo entendido que son muy poderosos y te podrían servir mucho.

-en eso estaba pensando, voy a mi cuarto a leerlos.

Fui a la cocina a prepararme algo de comida pues mi estómago rujía por el hambre, y así no iba a poder leer los libros, subí a mi cuarto llevando algunos bocadillos para la noche, que prometía  ser muy larga.

No me rendía, sabía que esto era una pista; mi lectura nocturna se prolongó hasta muy tarde de la noche, y aunque leí la mayoría de los libros, no encontré más que hechizos bastante complicados y que no sabía que existían, ahí también descubrí el conjuro que mi madre utilizo para ocultar mi marca de nacimiento, y leyendo este en particular me di cuenta que no solo era para ocultar, sino que también sellaba poderes; esto me hizo surgir una duda, ¿acaso esos poderes que mi madre sello son los que buscan? Y si es así ¿qué clase de poderes son? Lo que dijo Raquel sobre la barrera tenía sentido a hora, pero algo más debe de haber detrás de esto.

Mejor me duermo, mañana pondré en práctica lo aprendido esta noche, después seguiré revisando e investigando.

……..

Desperté con unas ojeras que parecía un mapache, creo que el trasnocho no es lo mío; baje a eso de las diez de la mañana y me prepare algo de desayunar, Raquel no estaba por ningún lado, debe estar ya en la tienda, en estos días ha tenido mucho trabajo y con lo de nosotros ha descuidado un poco su trabajo, me pregunto si habrá tenido noticias de las personas que estaba buscando y las cuales nos pueden ayudar.

Subí a mi alcoba me di un buen baño y baje a ayudar a Raquel.

-buenos días. Salude entrando.

-buenos días Liorna, ¿Cómo amaneciste? Se te pegaron las cobijas hoy.

-es que anoche me acosté muy tarde leyendo los libros.

-eso me imagine, por eso no te desperté.

-¿en qué te puedo ayudar? Pregunte muy animada.

-ayúdame a elaborar collares con cuarzos que ya se agotaron todos y a ti te salen muy bonitos.

-claro, ¿en dónde están los materiales?

-en la caja de haya. Dijo señalando en una esquina.

Me puse manos a la obra y pase lo que quedaba de la mañana y parte de la tarde haciendo estas artesanías, las personas que llegaban se emocionaban mucho al verlas y las compraban enseguida; dicen que cada vez que nosotros los seres mágicos elaboramos cualquier cosa, es nuestra esencia que queda ahí, es como un sello que hace que se ha reconocido lo que hacemos, nadie puede robárnoslo, es una marca de agua.

Cerramos la tienda a las cuatro de la tarde y fuimos a prepararnos algo de comer; estando en la cocina llego Dilan interrumpiendo mi tranquilidad con su presencia, no sé por qué cada vez que lo veía me sentía estremecer, el despertaba en mi algo nuevo, pero a la vez me provocaba pelear con el cada vez que estábamos en el mismo lugar, creo que ya me había acostumbrado a pelear.

 -buenas tardes. Saludo Dilan mientras se sentaba en la mesa.

-menos mal llegaste. Añadió Raquel.- debemos seguir con nuestra practica, además después de practicar necesito un favor.

-¿Qué favor? Le pregunte Raquel.

-le iba a pedir a Dilan ¿si te puede cuidar?

-¿por qué? Preguntamos al unísono.

-recuerdan que les dije que había intentado contactar a algunas personas que nos puedan ayudar con su situación, pues encontré a una de ellas, pero está en el mundo mágico; según la información que me llego pertenece a la corte de magia y está investigando sobre unos sucesos que han estado ocurriendo en ese lugar, logre hablar con el pero como sabrán, no es seguro decir las cosas por teléfono, así que me pidió que fuera para hablar más tranquilamente.



#12526 en Thriller
#7164 en Misterio
#20774 en Fantasía
#4380 en Magia

En el texto hay: romance, brujas, primer amor

Editado: 18.03.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.