LENNOX HARÍ
El día esperado para el dichoso grupo D, no nací para cantar, ni tocar, vine aquí por Psicología ¿Por qué desperdicié un mes en esto?
Estaba a punto de tocar la sala del director y pedir un cambio.
—No creo que sea buena opción renunciar a último minuto. —una voz a mis espaldas
Apreté mi puño y solté un suspiro. Ahí estaba de nuevo el chico tierno.
—Okey, si vas aparecer de la nada, necesito saber tu nombre. —le pregunté.
—Richard, ese es su nombre, puede ser tan lindo que dan ganas de estampar su cara contra el piso. —esa voz ya lo había oído.
El mismo rubio que había visto el primer día en esta misma zona del director. Armando Meyer, el hermano mayor de la otra rubia.
Que grosero.
— ¿Tú eres la nueva amiga de mi hermana no? —se acercó a nosotros. —Qué lindo que mi hermana se divierta con gente como ustedes, pero es hora de que paren.
Ya he roto muchas reglas por hoy, pero me molestaría dejar a este chico hablando.
Rodé los ojos, pase de largo.
—Entonces idiota, me harás un informe de empresas.
¿Qué? Así que el popular es un patán.
—Vaya, ¿Solo pagas para estar acá? Tanto dinero y tan poca educación, ¿Por qué no haces tu informe tu solo, así le entra aire a tu cerebro?
Tire de la mano de Richard, para salir de ahí, no pensaba seguir escuchándolo. Gracias a este pequeño encuentro no entre a esa sala, y no renuncie.
ENGELBERT BARROW
Dolor de cabeza maldito, siento que retumba un tambor contra mi cerebro y creo que todos los otros cinco también. Después de sentir envidia a la bebida alcohólica que tomaba Lennox, un líquido causó lo que llevo intentando hacer un mes entero. Solo eso recordaba su linda sonrisa risueña alcoholizada.
Primer grupo presentado y solo un “WOO” estos chicos si son buenos. Una canción de amor atrae a las personas, la clave es el sentimiento.
—Cierra la boca que podría meter papeles en ella. —apareció Lennox sentándose a mi lado.
—Son buenos.
—Oh vamos Engelbert, ¿Insinúas que nosotros no? Hay que mejorar esa autoestima. —su voz era carismática, me miraba con una ceja alzada y divertida.
—No, digo la letra es maravillosa, nuestra parte en guitarra es fabulosa, más la tuya ya que…
—Para ahí, Engelbet. Solo vine porque te veía nervioso, no para que me alagues hasta por respirar. —me dió unas palmadas en la espalda.
Giré a verla volver a su propio asiento, podía ver a Chloe y Alonso sentados riendo, Audrey y Nyle seguían metidos en la letra. ¿Soy el único nervioso aquí?
…
[GRUPO D]
Había llegado su hora, había llegado el momento para lo que han entrenado un mes. El bajo empezó su misión, la voz mezclada de todos empezó hacerse oír. ¿Eso buscaban no?
La guitarra y la batería brillaban, ni que decir de sus voces. Más que la diversión que tenían en esos momentos, era el mensaje que llevaban a todos.
La cara de todos era el mejor regalo, asombro absoluto, tres minutos de una canción se sintieron demasiados cortos.
El mayor logro había llegado, cuando entraron jamás pensaron en hacer una música, mucho menos que esa música los uniera.
El momento de brillar era hoy y no lo van a desperdiciar.
…
CHLOE MEYER
Toda acción mala tiene su castigo, ahora estaríamos viendo una película con Alonso, pero en su lugar estábamos en esta sala de detención. A veces me olvidaba que existían cámaras de seguridad en los pasillos y podían captar todo. La privacidad es un cero a lado de nosotros.
— ¿Te sientes bien? —me preguntó Alonso desde mi lado.
Había olvidado que estos días había estado mal, pensé que eran los nervios, por eso no bebí nada anoche, además de que el alcohol me resultaba repugnante. Ya pasó la presentación pero aún me sentía demacrada.
—Sí, ya sabes, no desayuné. —respondí recostándome en la mesa.
Audrey y Lennox que estaban a mi lado observaban la escena, les regresé una mirada curiosa al saber que les parecía tan interesante.
—Chloe. —me susurraron. —Sé que no tomaste aun así te ves pero que cualquier de nosotros.
—Solo, no he comido bien y estado ocupada en los trabajos. —le respondí alzando la mirada a ella.
— ¿Quieres que te busque una pastilla? —me invito Audrey con la misma mirada de Lennox.
— ¿De qué hablamos? —se incluyó. —Podemos salir almorzar luego de esto.
Tan solo pensar en comida de nuevo, sentía la salivación en mi boca y el revoloteo en mi estómago surgió. Agarré mi botella de agua y le di un sorbo, no ayudaría de mucho ese acto. Quise despejar mi vista voltee y ahí estaba Nyle comiendo un brownie de chocolate. Amo el chocolate y podría pasar ese sabor amargo con algo dulce.
Nos miramos y me ofreció brownie, con el solo mordisco que di, el chocolate ni se sintió, sentí algo más salir. Los vómitos estaban de nuevo.
Salí corriendo sin pedir permiso al profesor que se suponía estaría afuera, corriendo al baño más cercano.
AUDREY STRONG
Solo vi a Chloe correr, Lennox y yo nos miramos asustadas por su reacción.
—Están recién horneados, mi madre me los dio en la mañana. No es mi culpa que muera de una intoxicación eh. —opino Nyle.
Las dos sabíamos que no era el Brownie ese.
—Iré a verla. —se paró Alonso dirigiéndose a la puerta.
—Tenemos que ir a verla. —me susurró Lennox.
Asentí y avisamos a los chicos que nos cubran mientras nosotros íbamos. Claramente podía creerle que no había estado cuidándose, tal vez no se ha cuidado en otro aspecto.
Salimos viendo al profesor que se supone debía estar sentado con su libro pero no estaba, no me quejaría. El único baño más cercano es el de una oficina y ahí estará.