Hechos para ser uno solo

006

AUDREY STRONG

En lo que restaba del fin de semana nadie se había visto, estábamos agobiados de muchos trabajos, proyectos, cada cierto tiempo hacen un avance de todo lo que han aprendido. Si quieres lo haces, si no te puedes ir despidiendo.

Lunes, única clase donde podemos vernos todos. Entrando y como todas las clases que ya teníamos nos sentábamos en la fila última. Conté a todos por pura costumbre, solo somos cinco. A ver… ¿Dónde se metió Lennox?

—Oye, Engelbert. —le susurre por encima de Nyle que estaba a mi lado. — ¿Has visto a Lennox?

—No, desde el viernes. —contestó susurrando igualmente. —Oigan ¿Alguien vió a Lennox?

Preguntó para todos, bueno la pareja a su lado.

— ¿Tú debes saber no? Seguro la asustaste con tu cursilería. —contesto gracioso Alonso.

No tengo idea de cómo habrá sido su salida, y eso me daba intrigas, la escribí pero no contestaba.

—La fila del fondo guarde silencio por favor. —nos llamó la atención el profesor.

Justo cuando me iba a dar igual su llamada de atención, sonó la puerta. Bingo, ahí estaba. ¿Qué le paso? Bueno no nos quejábamos de su cabello, su cabello era rebelde, seguía usando su conjunto de joggers. No, espera, es típico de Lennox

No paso a mirarnos, busque una silla vacía para colocarla a nuestro lado, solo había una y quedaba en la primera fila. Le importó muy poco estar a unos metros del profesor.

Entre nosotros nos miramos extrañados, lo que si causo confusión, ella estaría hasta parada pero siempre al fondo.

Mientras el profesor nos hablaba del impacto de Mozart en su vida, todos prestábamos atención, para ser un área que escogí al azar, si debo decir que me gustaba. Saqué mi libro de la constitución, un no dábamos clases de derecho como tal, pero me gustaba estar informada con casos policiales, leyes y todo el tema político.

Es suficiente de música clásica y Jazz, al salir fuimos los últimos, Cuando acabe de reunir todas mis pertenencias y guardarlas, busqué a Lennox, nada, se había ido. Así que Chloe y yo salimos rápidamente en su búsqueda. La vimos hablando con una chica y un profesor. ¿Qué problema había ahora? Se le veía molesta.

Después de unos minutos de esperarla, ver como el profesor y la alumna se van, nos acercamos a ella.

—Entonces…—hablo Chloe dejando al aire su palabra.

— Compañera de habitación, es nueva y tediosa, no dormí bien. ¿Podemos ir a comer? —respondió restregándose su rostro con su mano.

Cierto, desde este lunes habían muchos cambios, como los horarios y los compañeros de habitación.

ENGELBERT BARROW

Ignoramos el tema de Lennox, pero aun así se le veía fastidiada, de por sí he notado que Lennox no usa maquillaje más que algún tipo de bálsamo labial, pero ahora no quiero pensar que soy el único que nota que lleva corrector mal aplicado en la zona de las ojeras.

Esperé un rato mientras los demás avanzaban para ir atrás con ella. Le quité los libros que llevaba en su mano, esta accedió sin objetar ninguna palabra.

— ¿Quieres? —le extendí una bebida energizante que siempre llevaba conmigo.

—No gracias, no me gustan. —se negó apartándolo de su zona.

— ¿Cómo has estado? —era una estupidez preguntarle eso después de notar su fastidio durante el fin de semana.

No respondió nada, ni me miró. Era raro que quería seguir hablando con ella, pero no salían las palabras ni el tema.

— ¿Estúpido no? —asintió. —Ah, ¿Quieres que te ayude con algo? ¿Podemos esta vez salir a cenar a un restaurante o algo que quieras hacer?

Escuche un suspiro de su parte. La regué de nuevo.

—Engelbert…

Oh, ahí estaba de nuevo mi nombre completo. Creo que extrañaría que me llame, Bert.

—Tengo cosas en las que concentrarme ahora. No te odio ni me caes mal, deja de intentarlo, no hace falta invitarme a salir para conocerte. Eres un gran chico. —solo asentía mientras hablaba.

Ando con los demás camino al patio de comida.

—Quiero conocerte yo a ti. —dije para mí mismo sin ser escuchado por nadie.

No me gusta Lennox, no me gusta Lennox, no me gusta Lennox.

NYLE VEGA

¿Soy yo o pasarse el fin de semana viendo un maratón de Avengers es lo que se reflejaba aquí? El grupo de seis personas entrando como si fuéramos súper héroes, abriendo la puerta en cámara lenta en una línea recta. Un rock de fondo y seriamos los más populares aquí.

Algo en específico llamó nuestra atención, no solo mía al juzgar por el rostro de los chicos. La misma chica con la que hablaban Lennox y sus gritos en una mesa.

Aun así tratamos de no meternos en los asuntos de cada persona, fuimos donde podíamos recoger los almuerzos.

“¡Quítate que acá hay menos sol, es mi lugar!” un grito de la misma chica, y el montón de personas abultadas en esa misma zona.

—Es impresionante que aún no la reconozcan. —nos despegó Lennox con su voz de la escena.

Nuestras reacciones faciales indicaban negación absoluta.

— ¡Vamos chicos! Staicy Ribenso.  —todos negamos. —Su madre es cantante, actriz, creadora de varias marcas. La más reconocida en Estados Unidos.

¿Cómo sabía todo eso?

—Lo presumió todo el fin de semana. —nos aclaró.

Esperábamos la cola como todos para recibir nuestra comida con las bandejas. Un ruido ligeramente fuerte se hizo presente, Staicy había estrellado su sopa caliente con otra chica.

— ¿Qué diablos pasa contigo? Eso está caliente, le puedes causar quemaduras. —gritó Lennox a unos pasos de ella, ayudando a la chica.

¿En qué momento se fue de nuestro lado? Caminamos a la misma zona, uniéndonos a la multitud que se reía como malditos retrasados.

—Pero si es la defensora del pueblo, nos vemos de nuevo Lennox. —habló Armando con su tono que ya cansaba. — ¿Quién te otorgo el título de ayudar a los pobres? Te recuerdo que tú también lo eres, pero eres diferente a este cerdo.



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En el texto hay: seduccion, amor sexo, sed de venganza

Editado: 22.03.2021

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