Capítulo 11

Me despierto temprano, me meto a duchar y en cuanto estoy listo voy a la habitación de Andrea quien también ya está lista, bajo sus maletas y las mías, las coloco en el auto y nos vamos directo a el aeropuerto, en todo el camino no dijo nada

–Vamos amor apúrate, se nos hace tarde –Le hablo y ella se queja –Lo siento, me duele al camina –No espero que diga nada y sin pensarlo la cargo para subirla a Jet

–Listo si necesitas algo solo pídelo, ellos están para atenderte ¿Esta bien? –Digo y me sorprendo al escucharla hablar –Si amor, está bien –Volteo a verla y acerco mi boca a su oído ­– ¿Que te dio por llamarme así? –Andrea me sonríe y voltea a la ventana

–Solo quiero llevarme bien –Dice, frunzo el ceño ante su respuesta y contesto –Estarás aprueba, pórtate bien y yo me porto bien, tu sabes

Me acomodo en mi asiento y de rato miro que Andrea está dormida, tomo mi celular y le llamo a un hombre de seguridad quien está en cargado de la seguridad de Andrea y quien se está encargando de poner cámaras en la habitación principal, cámaras que solo yo puedo ver

En todo el vuelo ella se fue dormida, siento que está tratándose de llevar bien conmigo porque intentara ganar mi confianza y se escapara, cosa que me pone furioso

Aterrizamos y despierto a Andy, Vancouver es mi cuidad de negocios, ahora me toco venir aquí, salimos de jet, vamos en silencio hasta el hotel y cuando llegamos y dejo a Andrea me dispongo a ducharme

Saliendo y cambiándome decido hablarle –Recuerda, no sales, no le abras a nadie, no te comunicas con nadie –Acomodo mis mangas y ella se sienta en la cama –Esta bien Héctor, no hace nada que te haga enojar –Me acerco a ella y uno nuestros labios

Sentí una cosa extraña, sentí como una descarga y es extraño, jamás lo había sentido. Al notar que Andrea no me sigue me separo de ella –Descuida poco a poco tú serás la que me bese a mí –Dicho esto salgo y tomo mi celular para ver que hará Andrea

Al subirme al auto sonrió de lado mirando a mi pequeña Andy, limpiándose la boca y lavándosela por un beso mío, vaya vaya, si supiera que miro todo lo que hace

Llegamos al lugar citado, mi amigo Yosmar y su asistente ya están esperándome, apenas me miran y se levantan, Yosmar me saluda y su asistente se acerca para hacerlo pero solo le hago una reverencia, cosa que la pone nerviosa

–Y bien mí estimado Yos ¿Qué es lo que me quieres vender? – La junta paso rápido casi no duro ya que al ya antes estar interesado fue fácil tomar una decisión, antes de llegar a la habitación miro por el celular que Andrea ha visto un anuncio de su desaparición, tomo una pluma y algo donde anotar y lo hace rápido, me entra una llamada y miro que es mi secretaria

– Si está bien, estaremos en contacto – Cuelgo y la miro – ¿Qué hacías? – Pregunto y ella me mira a los ojos – Encendí  la televisión unos minutos, después me aburrí, la apague y me acosté – Entrecierro los ojos al verla, me molesta que no me haya dicho lo de su anuncio

– Bueno, ¿No has pedido nada para comer – Niega y mi molestia crece un poco mas – Pediré  algo y veré que hacer, hoy en la tarde regresaremos a casa – Voy directo al baño para ducharme y despejar mi mente

–O… oye ¿y tu familia? – Dejo de caminar y  volteo a verla – No importa – Tomo el teléfono y la recepcionista contesta

– Necesito el menú uno a la suite

– ¿Algo más? – Pienso un poco y no se me ocurre nada – NO – Cuelgo y me siento en la cama

– ¿Viven cerca de aquí? – Ella se sienta aun lado de mí y le pregunto – ¿Por qué te interesa saber eso?

– ¿Vamos a visitarlos? – Me sonríe y rápido niego, no quiero tenerla cerca de mi padre, el sabría rápido que Andrea no está conmigo por su propia voluntad, volteo a verla y sigue con la sonrisa, bueno lo está intentando, tal vez se comporte mejor y se le quita la absurda idea de escaparse de mi

– Esta bien, iremos pero tienes que prometerme que te comportaras, allá no te conocerá nadie – Ella no dice nada y trata de levantarse pero no puede y por como hizo su cara deduzco que le duele la espalda

– Tranquila, no te muevas – Me levanto y voy asta donde están sus maletas, busco los analgésicos y el gel y le doy las pastillas – Ten – Ella los toma y se los pasa con algo de dificultad

– Te aplicare esto para que se te relajen los músculos y no te duela –Comienzo aplicarle el gel y cuando termino miro que su cara comienza a relajarse

–Qué bueno que no sacaste tus cosas de la maleta porque tendré que adelantar el viaje con nuevo destino – Ella trata de sonreírme y me levanto –Trata de descansar – Me alejo de ella y salgo hacer una llamada

– Necesito que llenes el tanque del jet, no iremos a Canadá si no iremos a Australia – Dicho las ordenes cuelgo y me voy a duchar, en media hora mi personal comienza a llevarse las maletas y veo que los antibióticos surgieron y la mantienen bien dormida por lo que la cargo hasta el jet y la siento en uno de los asientos del jet

– Hola, ¿Cómo te sientes? –Pregunto al ver que comienza a despertarse y a moverse –Por ahora bien ¿Tú me subiste al jet? – Asiento – Estabas aun dormida y no quise despertarte

– ¿Cuánto tiempo llevo aquí? –Pregunta y miro el reloj de mi celular –Pues lo suficiente, ya casi llegamos a nuestro destino, en verdad dormiste demasiado –Su cara se convierte a una de sorpresa – ¿Cuál es nuestro destino? –Sonrió divertido al saber que no podrá pedir ayuda porque nadie la conocerá

– Australia – Digo y abre su boca con mucha sorpresa, después de tener esta charla, mande unos correos para Amelia que tratan del negocio que compre, las horas pasaron rápido y de la nada estamos frente a la casa de mi madre, toco el timbre y tomo de la mano a Andrea sumamente nervioso

–Hijo mío – Mi madre sale de su casa y me abraza cosa que me hace fruncir el ceño y miro a Andrea –Te extrañe tanto, ya no te vayas por tanto tiempo