58

58. ¿Qué quieres decir?

Leveti caminó por el pasillo blanco, sintiéndose soñado. Conocí a Su Majestad, a quien siempre había visto como un retrato, y bebí té frente a ella. Su Majestad incluso le sonrió y la invitó a una fiesta de té unos días después. Lebetti estaba más emocionado por este hecho que la espléndida mansión que había adquirido de repente y los numerosos criados.

Tengo que hornear galletas yo mismo en la fiesta del té. Te gustará. ¡Porque las galletas Lebetti Pyo son las más deliciosas del mundo! '

Sin embargo, mi buen humor disminuyó tan pronto como vi a Rasta al final del pasillo. Rasta estaba de pie con los brazos cruzados y era obvio que la estaba esperando a propósito.

"¿qué?"

Lebetti se saltó los saludos y preguntó fatalmente y se enfrentó a Rasta frente a él. Sus ojos rápidamente barrieron a Rasta de arriba abajo. Originalmente, era hermoso, pero ahora Rasta realmente parecía un ángel. Sin embargo, no importa lo hermosa que fuera la otra persona, a Lebetti no le impresionó. Lebetti odiaba a Rasta desde que salió con su hermano Allen, y este sentimiento era el mismo ahora cuando rompió con Allen.

Rasta "¿Conociste a la emperatriz?"

A Rasta tampoco le gustaba LeBetty, por lo que despejó los márgenes y sacó la historia principal.

"¿Emperatriz? ¿Estás hablando un poco corto?"

Ratsa "¿Qué le dijiste a la emperatriz?"

"¿Todavía es corto?"

Rasta "¿Qué dijiste?"

“¿Y si dijeras algo? Y qué."

Rasta "... ... ¿Hablaste de eso?"

"¿De qué estás hablando?"

Rasta no podía decir 'sobre tu hermano y tu bebé', y solo sus labios se demoraron. Fue porque estaba incómodo por sacarlo de mi boca. Mientras Rasta murmuraba, la expresión de Lebetti se volvió arrogante y rencorosa. El inteligente LeBetti sabía todo lo que Rasta quería decir. También reconoció que incluso después de que Rasta se convirtió en el gobierno del emperador, todavía estaba obsesionada con el pasado. Lo mismo sucedió allí que se volvió difícil cuando se reveló el pasado.

“Creo que sé lo que te preocupa, Rasta. No se preocupe demasiado ".

Lebetti se rió y dijo en tono burlón.

“Voy a hablar frente a Su Majestad por algo como usted. No vale la pena preocuparse ".

El rostro de Rasta se abrió ante las palabras insultantes.

Rasta "¿No lo valgo?"

 "Así como no te conviertes en aristócrata solo porque estás saliendo con mi hermano, ¿no significa que te conviertes en una familia imperial solo porque te conviertes en el chupete del emperador?"

Cuando Lebetti se burló de ella, Rasta estaba enojado y la golpeó en la mejilla. Quería pegarle, pero ya había sucedido. Lebetti gritó, mirando a Rasta con la boca abierta.

"¡Usted está loco!"

Lebetti también trató de golpear a Rasta rápidamente, pero Rasta cubrió su estómago y la derramó. Rubetti se detuvo. Como pensaba el vizconde Rotéche, Lebetti era un joven inteligente, aunque no era joven. Pensó en quién estaba en el estómago de Rasta y apretó los dientes con resentimiento. Discutir no deja rastros y hay que callarse el uno al otro, así que está bien escupir. Pero no fue una lucha. No importa cuán despreciado, Rasta era el gobierno del emperador, y en su estómago estaba el bebé del emperador.

“Incluso ser humilde es violento. ¡Es humilde! "

Lebetti era fuerte. Rasta estaba enojado de nuevo, pero lamentó haberlo abofeteado en la mejilla por un momento. No lo siento. Tenía miedo de cómo saldría el vizconde Roteche, que se preocupa terriblemente por su hija. Los dos se miraron y tropezaron. Finalmente, la reunión malévola terminó con Lebetti pasando a Rasta en silencio.

Rasta '¿Qué debo hacer ... ...'

Rasta se puso nervioso cuando Lebetti desapareció, mordiéndose la uña del pulgar. Lubetti seguramente contará la historia frente a la suya. Los tuyos vendrán e intentarán robar el dinero de nuevo ... ... Desafortunadamente, a diferencia de Lebetti, Rasta ni siquiera pudo llevarle esto a Sobieche. Pero lo más injusto fue que tuve que conseguir un vestido de debutante para esa descarada y desafortunada Le Betty. * * *

Sobieshu "¿Ha pasado algo divertido hoy?"

Iba de camino a cenar con Sobieche. Mezclando silenciosamente la ensalada y la salsa, preguntó inesperadamente Sobieshu.

Sobieshu “Escuché que llamé a los niños pequeños y jugué. ¿Pensaste que era divertido? "

¿Es sarcástico solo porque no canté Rasta? ¿O llama a la hija del vizconde Roteche y lo hace? Lo pensé un rato, pero Sobieshu no parecía enojado ni ridiculizado. Estoy cortando casualmente platos de pescado crujientes.

Navier "Sí. Siendo un joven vibrante, me siento mejor".

En lugar de contar la historia de la señorita Lebetti, respondí como de costumbre. Sobieshu asintió y murmuró

Sobieshu "está bien. Es bueno llamar a la gente que te gusta para jugar. La Emperatriz está tan absorta en su trabajo, así que mantén la respiración sin aliento de vez en cuando".