Helena ©

Día 44 Con Helena

Día 44 Con Helena

 

Corría, eso era lo único que podía hacer en este momento, todo había pasado tan rápido... Me sentía como un adolescente estúpido.

 

—¿Por qué quieres volver allá? ¿¡Acaso estás loco!? —gritaba Helena mientras corría detrás de mí, tratando de impedir que avance.

 

Sí, probablemente estaba loco... ¿Cómo es que había llegado hasta este punto? Bien, todo fue después de mi conversación con Patrick, estaba tratando de asimilar toda la información que acababa de recibir de mi "no tan" inocente Helena, cuando Javi llegó a la fiesta. Por supuesto, no estaba solo, estaba con la chica del Starbucks.

 

Javi... ¿Más de dos días con la misma chica? Sí que era algo raro. A excepción de Bárbara, las acompañantes de Javi no suelen repetirse muchas veces. Por lo visto, el bastardo mujeriego estaba tratando de sentar cabeza.

 

Bárbara se acercó hasta donde estábamos sentados Pat y yo, se sentó en las piernas de su novio, pareja o lo que sea, y desde ahí miraba furiosa a mi rubio amigo y a su compañera.

 

—Javi es un maldito idiota —dijo entre dientes.

 

—¿Por qué lo dices?

 

—¡Porque lo es! Hace unos días tuve una conversación muy seria con él y pensé que había reaccionado... ¡Pero no! Ahora se aparece aquí con esa fulana.

 

"Esa fulana". Ouch, es raro que una persona no le caiga bien a Barb.

 

—Por lo visto no te cae nada bien la muchacha —río Patrick.

 

—¿Adela?... ¡Yo odio a esa perra manipuladora! Le advertí a Javi sobre ella, pero él igual siguió con sus estupideces.

 

—¿Qué te hizo ella? — le pregunto con timidez.

 

—¿No has oído sobre Adela Buendía? ¡Todos saben de ella en la universidad!

 

—Te juro que no tengo idea.

 

—Bueno ella utiliza a los chicos como Javi. Es como si fuera una bruja, ella descubre lo que son, y prácticamente los extorsiona... ¡Le advertí a ese idiota que no se acercara a ella!

 

— ¿A qué te refieres con “chicos como Javi”?

 

Bárbara le lanza una mirada a Patrick y él hace una mueca de confusión.

 

—De eso debe hablar Javi, Barb. Tú no te metas —dice Pat.

 

—¡Pero...!

 

—Es su vida, si él se metió en ese problema ya verá cómo salir... Si él no quiere hablar de eso, no tienes por qué obligarlo, ni siquiera Víctor lo hizo. Solo Javi sabrá en que momento... Salir.

 

¿Salir? ¿De qué rayos están hablando? No hay nada más incómodo que sentirse excluido de una conversación. Vuelvo a mirar hacia donde esta Javi, Adela lo tiene arrinconado a una esquina y ambos se besan desenfrenadamente. Dejo de mirar cuando veo la lengua de ella casi tocar la nariz de él.

 

—Tengo que irme ahora —susurro.

 

Barb me da un beso en la mejilla y Patrick me aprieta un hombro, es un buen tipo.

 

Al salir de ahí, no sabía a donde ir. No quería volver a casa, ni quería vagar por las calles, quería hablar con alguien, compartir algunas inquietudes con alguien, no sobre Javi, sino sobre Helena. Lo que Patrick me había contado esta noche, cambió por completo el panorama que había hecho en mi cabeza.

 

Quedaba confirmada mi teoría de Víctor siendo el hombre sin rostro que vi en los sueños, pero no podía confirmar que él la había matado. Según el relato de hace años, Víctor vio a Helena besando a otra persona. Esa otra persona pudo haber sido el asesino, o tal vez no. El mismo relato terminaba en que Víctor aparecía en la madrugada sudado y sin camiseta. ¿Qué pudo pasar en ese tiempo?...



#434 en Fantasía
#293 en Personajes sobrenaturales
#189 en Thriller
#63 en Suspenso

En el texto hay: romance, misterio, humor

Editado: 01.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.