Hell

-1

Le Manche, Italia. 22 de agosto de 1975.

La oscuridad del tétrico y espeso bosque solo era rota por los ténues rayos lunares que iluminaban el camino. El niño de piyamas azules corría sin rumbo fijo entre los gigantéscos árboles, estaba asustado y el único pensamiento que se le cruzaba en ese momento era huir, huir lo más lejos posible de su casa, huir hasta que sus pies ya no pudiesen más. Las ramas y hojas crujían bajo sus finas sandalias de plástico, más de una lo había rasguñado ya, pero no le importaba en lo absoluto, el miedo que sentía en su pecho era incontenible. Después de lo que sus azules ojos presenciaron solo quería pensar que todo aquello era una pesadilla o algún producto macábro de su imaginación infantíl. Pero no, no se trataba de un sueño, lo sabía, pues no podía borrar la imágen de la sangre salpicándole el rostro y escurriéndose por la alfombra de la sala, ni los cuerpos sin vida de su madre y sus hermanas decapitados y con extremidades de sus cuerpos esparcidas por los muebles cual cojínes comunes. Una caída provocada por la raíz de un árbol detuvo su carrera, el impacto le había lastimado sus manos al intentar amortiguar la caida y lo había llenado de tierra y suciedad. El rubio no podía concentrarse ni siquiera en el dolor, no en ese momento, se levantó como pudo y sacudió sus manos contra el pantalón retirando las piedrecillas incrustadas en su piel y la tierra. Miró a sus espaldas alterado, pasos pesados y precipitados se escuchaban acercarse a él rápidamente en carrera. Ignorando el raspón que se había hecho en su brazo y los multiples golpes que tenía comenzó a correr de nuevo. La adrenalina y la ansiedad se mezclaban con el miedo creando un peligroso coctel de emociones que amenazaban con hacerlo llorar. Sumado a eso, se encontraba la inminente confusión y el pánico, las preguntas se aglomeraban en su cabeza como un hilo de estambre y él intentaba darles respuesta pero ninguna le resultaba coherente, ¿Por qué lo hizo?¿Por qué su padre los había asesinado? Sí, Estaba molesto esa noche, ¿Pero a ese punto? Su padre... No, ese no era su padre, Lo había visto en sus ojos turbios y carentes de vida, no era su padre, él nunca les habría hecho daño por más enfurecido que estuviese. Su paso se hacía más lento y pesado a cada metro que recorría, estaba exhausto.

Aprovechando la poca ventaja que tenía, se detuvo un segundo y divisó un sitio para esconderse. Su respiración era agitada y los pulmones le ardían de tanto correr. Encontró cerca de él un hueco entre las raíces de dos árboles gigantes, caídos y moribúndos, era angosto, pero lo suficientemente grande como para que cupiese dentro con poco esfuerzo, las hojas caídas ocultarían perfectamente su presencia. No perdió tiempo y se abrió paso entre la tierra y las raíces intentando hacer el menor ruido posible. Al introducirse se percató que los troncos estaban huecos y sin pensarlo dos veces entró en uno de ellos. Abrazó sus piernas intentando calmarse y hacerse lo más pequeño posible. Estaba temblando y no precisamente por la helada brisa de medianoche que soplaba implacable fuera, en sus adentros rezaba fervientemente para que alguien llegara en su rescate, pero eso sería un verdadero milagro, pues a pesar de encontrarse en ese bosque seguía en los terrenos de la hacienda de su familia, además de que el lugar estaba bordeado por una cerca de alambre, si alguien entraba era casi seguro que sería para robar, pero a ese punto no le importaba si esos eran sus intereses, solo quería que alguien llegara en su rescate.

Los pasos que venían en carrera hacia el sitio se desaceleraron de golpe y se detuvieron un instante. El niño se asomó por un agujero en la madera, no podía ver nada más que las gruesas botas industriales de su padre y la mitad de sus piernas. Contuvo un chillido de pánico al ver asomarse casi frente a él la hoja ensangrentada del hacha. Su pulso se aceleró aún más, se sentía al borde de un paro cardiaco.

— ¡Dónato!, ¡Dónato! ¡¿dónde estás?! ¡Dónato respónde, ¿estás bien?!¡¿Qué les pasó a tu madre y a tus hermanas?!— Preguntó a gritos el hombre en tono preocupado y algo entrecortado por su agitada respiración.

El chico permaneció en silencio ante las diligentes preguntas de su padre, pues recordó las palabras que le dijo su hermana mayor antes de que se sacrificara para que pudiese escapar de la casa: "Él finge ser lo que nunca llegará a ser, sé astuto y cauteloso, querrá engañarte para matarte, no lo dejes Dónato, por favor, no dejes que te mate, sobrevive por nosotros..." Recordar aquello le hizo un nudo en la garganta, por instantes se puso melancólico, pero le sirvió como recordatorio de su principal objetivo, sobrevivir. Las pisadas se escuchaban rondar cercanas a él. Cerró los ojos con fuerza, el sudor recorría su frente a cántaros. No podría seguir con eso para siempre, su débil cordura no resistiría tanta tensión. — ¡Dónato, sal ya, hay que irnos rápido, antes de que vuelva. Ya llamé a la policía vienen para acá, vámonos!— Sonaba tan convincente, tal cual como él y Dónato estuvo a punto de creer sus palabras, pero aún cargaba el hacha y esa implacable aura que desprendía y le provocaba terror aún seguía allí, tenuemente, como si lo estuviese acechando cauteloso en espera de que callera en su trampa y saliera de su escondite. Dónato era muy inteligente, a pesar de que solo tenía diez años y comprendía a la perfección qué era esa cosa y lo que quería.

El silencio invadió el bosque, solo se escuchaba el fuerte viento que paseaba las hojas secas del suelo y mecía las copas de los árboles en un silvido estremecedor. Una nube ocultó la luna, bloqueando el único rastro de luz que guiaba a Dónato, ahora si conseguía la manera, no le sería tan simple escapar, los peligros serían inminentes, Habían barrancos junto al camino, serpientes y otros animales que gozarían encantados un bocadillo de media noche, eso claro, si conseguía salir, pero él seguía allí afuera acechando, estaba contra la espada y la pared.



#2589 en Terror
#12283 en Thriller
#4916 en Suspenso

En el texto hay: sangre, demonios y misterio

Editado: 11.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.