Hellish Desires.

Capitulo 3

El sonido de los tacones resonaba en el pasillo, yo miraba todo con curiosidad a medida que avanzaba detrás de Nathalia... Sentí que camine por horas al rededor de este castillo enorme, parecía sin fin. ¿Que tan grande es este maldito? ¿Cuando llegó a la estúpida oficina? Me duelen los pies.

Bajamos por una especie de escalera en forma de caracol, un poco estrecha por cierto, cuando llegamos al final de esta encontramos una puerta gris

¿Gris? ¿Porque gris?.

Nathalia desapareció. Sentí miedo por un momento dentro de mi estómago y de repente la puerta se abrió, dicho esto me quede estupefacta, no sabía qué hacer así que opté por entrar. Dando unos cuantos pasos la puerta atrás de mi, se cerró, haciéndome sobresaltar y dándome el susto de mi vida.

¿Que está pasando aquí?.

No podía evitar preguntarme a que estaba llegando mi vida, todas estas cosas sobrenaturales que de repente estaban empezando a conformar mi entorno me ponían los pelos de punta y no me permitían relajarme, o pensar, ni siquiera me permitía escuchar a mi razón.

Dentro del cuarto todo estaba completamente oscuro. ¿Que sigue? Tendré una muerte satánica? 

¿Saben qué? mejor no le doy ideas a mi existencia, porque como es el destino, o la vida, o lo que sea apuesto que cumple esa estúpida petición, o pensamiento, o suposición que acabo de hacer.

De repente, y teniendo en cuenta que todo estaba oscuro. Las luces se encendieron en un tétrico color rojo y en frente de mi encontre un camino de rosas.

Esperen ¿Rosas?

Bien, creo que sí son rosas, empecé a caminar sobre el para ver a dónde me llevaría. En un minuto se supone que había llegado a mi destino, levante la cabeza y lo que vi me dejó helada.

Había una cama, una linda cama blanca y con encajes. Pero.... Sobre ella.... Había un espécimen masculino con una tanga.

- Te estaba esperando -Ronroneo y yo como la pendeja que soy estalle en carcajadas muy sonoras y para nada como las de una señorita, más bien como un chihuahua pariendo.

- ¿Se puede saber porque te estás riendo, de esa forma y delante mío? -Volví a la realidad.

Al parecer no me encontraba en un cuarto con complejo del salón de los juegos de Cristian Grey, Miss tanga no me estaba esperando sobre una cama y en estos momentos siento como si me hubiera pegado la borrachera del siglo.

La realidad era, que estaba en un cuarto amplio y repleto de color negro.

Miss tanga estaba parado en frente de un ventanal gigante tomando en una copa un líquido rojo, dicho ventanal parecía como una pared y estaba ubicada atrás de el escritorio también negro que tenía en esta gran oficina, porque bueno, parecía una oficina de ejecutivo rico o algo así, solo que era negra muy negra, todo era negro, las paredes, los marcos de los cuadros vacíos, los adornos, el escritorio, el sillón y la mesa que estaban en un pequeño rincón.

- Te estaba esperando-

Eso me hizo volver a reír.

- Lo siento Miss tanga -Me aclare la garganta- Digo, señor Lucifer, es que me acordé de algo chistoso -Le susurré como si le contara el más valioso de mis secretos.

- Mira bicho -dijo amenazadoramente sobre mi cuello.

¿¡Pero que conchas?!.

¡Hace solo un minuto se encontraba a 10 metros de mi!.

¿Me estoy metiendo algo verdad? Dios estoy peor que mi conciencia.

Ollé a mí no me metas.

¡Cállate!¡No tengo tiempo para ti!!.

Además, ¡es el diablo mujer! Puede aparecer y desaparecer, es mago.

No es mago idiota, es el diablo.

Si, si igual es lo mismo.

No es lo mismo estúpida

¡Que si!

¡Que no!

- ¿Entendiste? - preguntó amenazante.

¿Ah? ¿Obama?

¿Que el calvo Obama que?

- ¿Disculpa?¿Qué se supone que debería entender? Además ¿qué estás haciendo tan cerca de mí espació personal?. Porqué, si sabes que es eso ¿No?. Bien aclarado eso necesito que repitas lo que debo entender porque no escuché -Solté mirándolo amenazadoramente

Su mirada se oscureció y su respiración se volvió pesada.

Oh oh.

Si querida conciencia, concuerdo contigo y tu dramático oh oh

Creí que me haría algo, o que me mandaría a quien sabe dónde pero su reacción me dejó completamente confundida y transtornada, estalló en una fuerte carcajada, eso hizo que me ofendiera. ¿De qué se ríe este imbecil?¿Quiere que le dé algo para ver si se ríe? Con gusto lo puedo dejar sin descendencia.

- Estoy hablando enserio!!! -dije alterada y obviamente enojada. Odio cuando no me toman enserio.

Mira cariño, le estás ordenando al diablo, ¿Cómo quieres que reaccione ante eso? Es ilógico.

Me vale, le estoy hablando enserio, uno cuando le hablan seriamente no se ríe. El me está faltando el respeto no al contrario.

Pero espera un minuto, tú también te reiste y de echo lo ignorante olímpicamente mientras te hablaba.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.